¿donde estoy?

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-¿donde estoy?- decia aquella alma acababa de llegar templo de aquel ser.
-estas en el paraíso-respondió aquel ser mientras creaba algo algo maligno algo que destruyera a todo aquel ser inimaginable como imaginable.
-¿que esta haciendo?- decía el chico al sentir que algo lo agarraba-¿que chingad- fue interrumpido al sentir un dolor horrible.
Aquel ser le había arrojado la poción encima el dolor lo hizo comenzar a llorar, después de 1 hora de dolor, llanto y sufrimiento por fin paró aquel dolor  al verse en un espejo que estaba en frente de él vio a alguien totalmente diferente ahora era rubio, con los ojos completamente negros con algo atrás de el eran algún tipo de alas.
-MIERDA- escucho otra ves  a aquel ser, al voltearlo a ver el estaba muy enojado puesto que no logró lo que el quería -CARAJO PORQUE SIEMPRE PASA ESTO, CON UNA CHONGADA- aquel ser lo vio con ojos de odio al verlo más a detalle noto que se estaba acercando más al resultado que el quería.
-sabes que tu podrás ser otro de ellas, no sabes que tu eres un poco más fuerte que ellas sabes te podre llamar... ¿frustración?, si ese será tu nombre jajaja jaja JAJAJAAJAJAJA- se reía como un loco aquel pobre chico que ahora sería  "frustración" el ser lo libero y se lo llevo para luego...

              [][][]en el bosque[][][]
Ahí se encontraba la muerte y la señorita soledad (ahora solo la llamaremos soledad)
La muerte ya había acabado su trabajo mientras soledad la miraba.
-¿porque haces eso?-pregunto soledad.
-¿hacer que?- respondió con una pregunta.
-si, los matas eso no me parece bien siento que- fue interrumpida por la muerte
-¿doy asco?- pregunto mientras quitaba la guadaña del cuerpo de aquella chica llamada Roberta Parks al lado de otra chica Brenda Ball.
-no, eres agradable pero me da cosa ver como matas a los demás- dijo mientras hacía una mueca
-oh pues veras, es mi trabajo matar a la gente par- fue interrumpida por un ruido.
-¿que fue eso?- pregunto soledad escondiéndose atrás de la muerte.
De aquellos arbustos salió la locura abrazando a el amor de la cintura.
-si, si ya sabemos, para pagar tu condena- respondió la locura con voz algo burlona.
-ya cariño- mientras le pegaba en el brazo a la locura.
-hay Jesucristo, no espanten pendejos- decía la muerte.
-casi me da in infarto- respondió soledad tocandose el pecho.
-Jajjjajajaja hay bueno ¿que les parece si hacemos o vamos a causar algo de desmadre?- dijo la locura.
-va me parece bien- respondió el amor.

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