Caballeros sostengan sus sombreros y actitudes conservadoras, damas hagamos lo que mejor sabemos hacer: juntar a Sakura Haruno con los personajes más extraños, insanos, tóxicos y perturbables que encuentren.
Adolescentes, sepan bien lo que están de...
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Las gotas de lluvia se deslizaban por su rostro ese día; entre los árboles, Shisui podía observar una figura parecida a la que tenía su mejor amigo, Sasuke Uchiha lucía tan perturbado como una vez él lo estuvo una vez que leyó la inscripción en la piedra del templo Nakano. Itachi había esperado ese momento desde que su plan empezó a llevarse a cabo.
Dejar que Akatsuki se confiara con la lealtad de dos de los últimos Uchiha que quedaban, mientras recababan información para dividir y destruir. Llevó una mano a su ojo vendado; ese fue uno de los sacrificios que tuvo que pagar para que Danzo no sospechara nada; el dolor nació de su corazón al ver fijamente a Sasuke, el mismo que mató a Itachi Uchiha, el mismo que observaba el logo de los Uchiha del templo con expresión perdida.
Ser un Uchiha significaba honor, sacrificio, un deber, con uno mismo y su hogar. Sin embargo, en ese momento, Shisui podía sentir el espeluznante sentimiento agrio que Sasuke experimentaba contra la aldea escondida entre las hojas por hacer trabajar a su hermano como un doble agente.
Sí, ser un Uchiha te daba un deber hacia Konoha, para bien... O para mal.
Su pupila empezó a girar, anormal, tornándose en tomos rojos con un aspa negra, parecida a un cuervo, ansiando capturar el momento exacto donde el corazón de Sasuke se teñia del más puro odio, un sentimiento re dirigido con todo lo que tenía, lo suficiente para acabar con el sistema actual.
Sin secretos, sin clanes destinados a masacres en masa debido a sus habilidades. Itachi detestaba la idea de que la Konoha que tanto defendía se hundiera, únicamente por el lazo de Sasuke Uchiha con todos ellos, para él todo era basura. Apretó los dientes, recordando el sentir desgarrador con cada vida que tomaba esa fatídica noche junto a Itachi.
Todos iban a pagar.
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Los ojos de Sakura gotearon, con la tristeza haciendo pequeña su mente y trizas su corazón por Sasuke. Las palabras de Tsunade entraban una y otra vez por sus oídos insonorizados, pitaban, como si un sello explosivo se hubiese activado cerca de su cara; Sasuke Uchiha mató a su hermano...
La quinta abrió sus ojos almendrados, llenos de remordimientos, en un prapdeo toda emoción se drenó de su cara:—. No tenemos mucho tiempo antes de que las consecuencias por sus acciones alcancen a la aldea.
