2. Break my heart.

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Algo estaba impidiéndole alcanzar el quinto sueño, un pequeño cuerpo que se deslizaba por sus senos

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Algo estaba impidiéndole alcanzar el quinto sueño, un pequeño cuerpo que se deslizaba por sus senos. Abrazó rápidamente a su pequeña bebé cuando la sintió soltar su pezón. El beep de la caja registradora en el supermercado pitó y fue suficiente para darse cuenta que se había quedado dormida en la fila. Sarada se soltó a llorar furiosamente, ganándole enemigos a su madre, al parecer era demasiado para la gente escuchar a un bebé llorar, la insultaban cruelmente, a ella y a su hija sin culpa. Gente estúpida que la hizo llorar muchas veces en los baños de las tiendas y en el metro de la ciudad por sentirse insuficiente para su hija. Se sentía tan cansada que sus piernas se transformaron en un pesado bloque de cemento y fue un alivio cuando finalmente pasó a la caja, donde una chica con goma de mascar la escaneó de arriba para abajo y reconoció con vergüenza lo que debió pensar: esa mujer tan desarreglada con una diminuta bebé sietemecina tiene demasiada mala suerte o es una vagabunda.

Sakura sonrió incómoda mientras veía el precio escalar rápidamente. La comida costaba demasiado, y el dinero se le estaba acabando en un suspiro. No tenía apoyo, no tenía trabajo; Sarada era muy pequeña como para dejarla con una niñera y ella nunca iba a estar tranquila trabajando mientras su hija estaba con una extraña.

-Son doscientos dólares, señora.

Probablemente somos de la misma edad.

Veintitrés años, viuda, a punto de ser echada de su departamento rentado y con una bebé cuyo internado en el hospital por sus complicaciones la dejó en la banca rota. Le tendió su tarjeta a la chica, y aunque ella nunca fue una mujer de fé, estaba rezando porque mágicamente fuera suficiente el dinero.
La gente estaba impaciente detrás suyo y la chica frunció las cejas, pasando la tarjeta dos veces antes de devolverse la:-. Uhm...la tarjeta es rechazada, señora. Tendrá que dejar algunas cosas si quiere pagar.

Se le hizo un nudo en la garganta y sintió tanta vergüenza cuando dejó la fruta y la carne, podía vivir sin carne, estaba bien. Sacó del carrito algunas cosas más ante la mirada de los curiosos, haciendo malabares con su hija. Nadie se acercó a ayudar. Sakura se hartó y forzó una sonrisa:-. Está bien, solo deja la ropa de bebé y los pañales.

Lástima brilló en la mirada de la mujer mientras le cobraba y metía sus cosas en una bolsa de plástico. Su tormento acabó al fin cuando salió de ahí, tomando una gran bocanada de aire frío y con paso rápido en mitad de la noche. La depresión nació en su corazón cuando recordó los buenos tiempos, dónde Sarada tenía un padre, cuando ella trataba de ser feliz con el hombre equivocado; antes de que Sasuke Uchiha muriera.

Días en los que el coma en el que fue inducido por el accidente de auto cuando estaba de cuatro meses, la hacían pensar en que jamás abriría los ojos, y nunca lo hizo. Nació Sarada, y Sasuke, su Sasuke, estaba igual...sin reacción, un vegetal sin movimiento cerebral. Lágrimas traicioneras salieron de sus ojos cuando recordó vagamente como firmó el permiso para desconectar el ventilador que respiraba por él. Nadie estuvo ahí para ella.

𝙎𝙖𝙠𝙪𝙧𝙖 𝙢𝙤𝙣𝙩𝙝 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora