Capítulo 4 - Informes de Combate de los Últimos Quince Meses

2 0 0
                                    

Hacía apenas una hora que se encontraba atracado en la estación en orbita de Karsuken Prime, hogar del Emperador y estación espacial de inmensa magnitud, fuertemente armada y con capacidad de salto hiperespacial por cuenta propia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hacía apenas una hora que se encontraba atracado en la estación en orbita de Karsuken Prime, hogar del Emperador y estación espacial de inmensa magnitud, fuertemente armada y con capacidad de salto hiperespacial por cuenta propia. Sin duda el Emperador quiso asegurarse de que su fortaleza fuera capaz de viajar independientemente para situaciones críticas. La nave que había traído a Daniel hasta ahí tuvo que partir de regreso al oeste del Imperio, donde se hallaba la Academia de Oficiales Imperiales, su hogar hasta ahora. Cierto era que, por mucho que había abandonado el lugar donde había vivido los pasados 12 años, no era algo que le afectara en exceso, un oficial Karsuken nunca tenía que dejar nada atrás, porque no les quedaba nada real. En el momento en el que el Imperio observaba que un niño encajaba con el perfil militar buscado por el Emperador, sus familias eran arrebatadas de sus lados, siempre desde muy temprana edad, apenas habiendo entrado en los 13 años. El amor no se prohibía, pero no solía estar bien visto, al menos mientras neutralizase las capacidades del individuo, la prioridad siempre debía ser el Emperador. Ningún amor o ser querido valía tanto como aquel, tratado de deidad, y en caso de que fuera necesario, se debía sacrificar a quien hiciera falta, incluido a un familiar o amante. Así estaba dictado en las leyes del Imperio. Por todo aquello, un oficial carecía de hogar y carecía de familia. Carecía de importancia.

Cuando llegó al hangar de la estación al que fue enviado tras la reunión, pudo observar como un llamativo Crucero Ligero de Transporte clase KLM-335 les esperaba atracado, siendo, sin duda uno de los modelos más caros y lujosos de aquellas tierras. Sobre él, un par de torretas de largo alcance le deban un retoque amenazante ante la brillante estructura rematada en tonos azules y grises. Un joven, pelo castaño y ojos rojizos, le esperaba en una plataforma junto a la compuerta de embarque.

Buenos días, mi general dijo saludando, mano en el pecho sobre el símbolo del Imperio. Soy el Capitán Loren, se me ha encomendado llevarle a usted lo antes posible al sistema Rocrock, señor. Se le han dispuesto los aposentos de mayor calidad. Por favor, cualquier petición, no dude en solicitarla al personal. Espero que disfrute de un agradable viaje.

Una vez en el interior de sus aposentos y sintiendo como el reactor del crucero se ponía en marcha, se asomó por la ventanilla y vio la entrada al hiperespacio. El trayecto aún duraría 13 horas. Daniel aprovechó para despojarse de su ropa y darse una buena ducha, luego se dejó caer sobre la cama, dejándose llevar por sus pensamientos para tomarse un respiro, pensando en el rostro del atractivo capitán de la nave. Deseaba con todas sus ganas poder echarse una cabezada, pero no podría así investigar lo que necesitaba sobre la situación, así que renunció a sus deseos y activó el computador de mesa que había en la habitación. Una vez habiendo accedido con sus datos personales vio como tanto el rango de acceso como los datos disponibles en sus servidores habían aumentado drásticamente. Procedió a leer sin descanso todos los informes de combate de los últimos 15 meses. Su concentración llegó a tal que a su alrededor el tiempo parecía no pasar, a pesar de que el reloj holográfico colgado en unas de las paredes iba marcando hora tras hora. Descubrió que era cierto que andaban mucho más escasos de recursos de lo que se hablaba en los medios, si la guerra se prolongara otro año más, no tendrían más opción que solicitar la rendición, ello en caso de que el bando contrario no hiciera tanto de los mimo.

Tras muchos análisis de tácticas durante el conflicto, verificó aquello que su superior, Cor, había dicho horas atrás. Todos los ataques se habían centrado en las minas más cercanas a la frontera con el objetivo de tomarlas, explotar sus recursos y defenderlas, pero cada vez que una mina era tomada, volvían nuevas tandas de tropas enemigas. Era seguro que debían recurrir a una nueva estrategia de inmediato. Poco a poco, con forme pasaban las horas, fue encontrando patrones en los registros, así que procedió a abrir las cartas estelares de las que disponían. Sabían que el Imperio Karsuken hacían frontera con el Reino Ladam a través de 2 sistemas, los cuales contaban con 3 y 5 planetas habitados respectivamente, casi todos mineros, solo uno de ellos era un puesto avanzado. Todos los registros apuntaban a que ese puesto avanzado era el lugar de reorganización y reenvío de tropas, sino, no había forma que su ejército se prepara y reagrupara antes de una ofensiva y se necesitaba un emplazamiento fijo y específico para tal labor, así como los Karsuken contaban con Rocrock, un planeta militarmente preparado para asumir flotas enteras y abastecerlas, pero aquel puesto avanzado del enemigo no podía desempeñar un papel tan importante. Era una luna parcialmente habitada, con pocos recursos naturales. Cómo mucho debería tratarse de un puesto de apoyo, pero no un lugar de reorganización, no contaba con los recursos necesarios para ello.

Tras indagar lo suficiente, observó de donde tendían a venir las tropas cuando trataban de reconquistar alguna mina perdida y, siempre era lo mismo, venían por unas vías a ambos sistemas que parecían desembocar en un punto común, ambas formaban un triangulo respecto a algún lugar. Tras trazar los cálculos suficientes con la IA de su computador, cálculo con exactitud donde se situaría dicha base. Tras contrastarlo con las cartas estelares gritó de felicidad, había hallado que en dichas coordenadas exactas se encontraba un sistema del cual disponían pocos datos, por no decir nulos, pero que alguna vez se había barajado la idea de que ese sistema podría dar cobertura a los enclaves circundantes por su posición estratégica, rodeado de muchos otros sistemas extremadamente poblados y fronterizos y muy próximo a ellos. Dicha teoría se descartó por falta de información al respecto, pero ahora él lo había comprobado, al menos en lo teórico.

Si lograban tomar ese punto, debilitaría todo el ala norte del reino y no tendría forma de reagrupar las tropas suficientes como para devolver el ataque. Ahora el problema era: ¿Cómo podían llegar hasta allí si apenas lograban conquistar desprotegidas lunas minera? Aún quedaba mucho por idear, pero, por lo menos, su descubrimiento le iba a llevar a alguna parte. Por lo menos, su descubrimiento podía otorgarle un mayor tiempo de vida.

Su concentración se difuminó por completo cuando notó como la nave salía del hiperespacio. Por la ventana del camarote un enorme planeta rojizo, circundante por centenares de naves y decenas de estaciones, asomaba intimidante. Habían llegado a Rocrock.


"Si estas leyendo esto, significa que ya has terminado de leer 4 capítulos de esta historia que tanto estoy disfrutando de dar forma. Como dato curioso: todo esto es solo un porcentaje muy pequeño de una historia que me estuve imaginando por años y que por fin estoy desarrollando en letras. ¡Coméntame aquí que te está pareciendo la historia! Un saludo, Astato <3"

 ¡Coméntame aquí que te está pareciendo la historia! Un saludo, Astato <3"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 09, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Imperio KarsukenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora