02| Serás campeón

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1998

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1998

Después de aquel día en el que los niños se quedaron hablando los adultos por su parte también lo hicieron y aunque pareciera raro que unos extraños se acercaran a felicitar a su hijo, el señor Hamilton se sintió agradecido de que le hablaran por eso y no fueran solo a insultarlos, como era común que hicieran, predominando comentarios debido a su color de piel; los señores Bennett transmitían una vibra muy linda, despreocupada por temas como esos y por esa misma razón decidió invitarlos a la última carrera de su hijo en la que se decidiría si se volvía campeón de la categoría o no. Los pequeños se habían agradado uno al otro y prueba de ello era que durante esos meses en lo que no se vieron se la pasaban hablando del otro y peguntando por su estado, por lo que sería bueno para ellos volverse a ver.

No había día en el que los menores no hablaran por teléfono, ya sea para contarse lo que hacían en el día o lo que era de su corta vida, de esta manera Emily se enteró de que él admiraba demasiado a Ayrton Senna y esperaba ser como él, también que tenía tres medios hermanos, que era corredor de autos a control remoto desde los 7, que atesoraba una "conker" que le regaló su hermano cuando tenía 10 años y que era supersticioso ya que contaba con unos calzones de la suerte (que su mamá encogió para que ya no los usara según le dijo); incluso cuidaba hasta el orden en el que se ponía los calcetines, entre otras cosas más. Él de igual manera descubrió muchas cosas como que su color favorito era el dorado, la razón del porqué su papá la llamaba "mariposa", que no era nada más que porque ella había nacido prematura y a pesar de las pocas esperanzas que le daban los doctores logró desarrollarse bien, símbolo de perseverancia; también se entró de que no podía iniciar su día sino desayuna un plato con frutas de lo más variado, que amaba las malteadas de fresa y que desde pequeña había sido fan del té por sus fiestas de esto, por lo que tenían miles de sabores y siempre naturales; entre miles de cosas más. En una de esas llamadas fue en donde el señor Anthony hizo su invitación, emocionando a los niños quienes rápidamente marcaron en sus calendarios la fecha y de esta forma fueran tachando los días que faltaban para ello.

Los padres de Emily no pudieron rechazar la invitación y la fortuna era de que trabajaban por su cuenta por lo que podrían irse unos días, aunque antes de marcharse al lugar en donde sería la competencia, que por cierto se quedarían unos días por ahí turisteando; debían alistar un último pedido para entregarlo a tiempo, por lo que ambos adultos estaban acabando de pintar los cuadros que una cliente que compraba seguido les había encargado, en lo que la niña estaba viendo una repetición de la fórmula 1 que su papá le había puesto, porque por lo que él le contó, Lewis quería ser piloto de esta división del automovilismo y ella por supuesto que quería saber más de ello, tenía dos razones para verlo, una de ellas era que quería tener más platica con el niño y la segunda era porque le había fascinado demasiado ver a los autos correr y todo lo que implicaba.

El Gran Premio de Italia de 1998 estaba siendo reproducido, Emily estaba haciendo un dibujo del pequeño Hamilton donde sostenía el trofeo que le había visto a un piloto recibir en el gp de Bélgica, porque si bien apenas se conocían, ella sabía que sería campeón y llegaría hasta donde él quisiera, se lo había demostrado al remontar en aquella carrera en donde lo conoció, ella confiaba en que sería campeón del mundo y no solo en una o dos ocasiones, no, él lo sería en múltiples ocasiones. La castaña se distraía de lo que hacía por ver la carrera, el piloto que se estaba volviendo su favorito, Michael Schumacher, estaba liderando la carrera en aquel autódromo nacional de Monza.

𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐏𝐑𝐄𝐓𝐄𝐍𝐃𝐄𝐑 | Lewis HamiltonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora