Un rubio se encontraba sentado en una piedra leyendo un libro, el recuerdo de que Adrien dijera que vio a una sirena se repetía en su cabeza.
Félix:Hmm, una sirena, que estupidez
El ojiceleste no se dio cuenta de que una serpiente marina se estaba acercando a él para atacarlo.
Félix vio algo moverse en el agua, abrió sus ojos de un golpe al ver cómo una serpiente marina se acercaba a él, el reptil saltó del agua para atacarlo, el ojiceleste cerró los ojos esperando a que lo atacaran.
Pero no sintió nada.
Abrió sus ojos y vio que una castaña de ojos morados tenía agarrada a la serpiente con una mano, el reptil trataba de liberarse del agarre de la sirena pero era inútil.
Tn: -Mora a la serpiente- Deja de meterte en problemas, vuelve a casa
Y como por arte de magia la serpiente se tranquilizó, la soltó y esta empezó a irse deslizando por el agua.
Tn:Discúlpala, no le gustan mucho los humanos
Félix:.....
Tn:¿Que pasa?
Félix:E-Eres.... una sirena
Tn:Ammm si pero descuida, no te voy a lastimar, de hecho si no hubiera llegado esa serpiente te habría atacado y hubieras muerto por su veneno, es muy letal
Félix:G-Gracias
El rubio no dejaba de mirar a la chica, debía admitir que era muy hermosa, su largo cabello castaño ondulado y sus hermosos ojos morados eran muy interesantes.
Tn:¿Oye estás bien?, no dejas de ver mi rostro, ¿Acaso tengo algo?
Félix: -sacude su cabeza para después mirar a otro lado- No digas ridiculeces
Pero en eso sintió un par de manos en su cabello, vio cómo la sirena estaba bastante cerca de él, sus manos estaban tocando su larga cabellera rubia.
Tn:Wow, tu cabello es muy suave
Félix:Oye detente
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Tn:Me encanta
Félix: -se sonroja-
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