CAPITULO 5: DIA 15

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Solo una pesadilla...ojalá sea solo eso, en estos cuatro días me la eh pasado en automático, desde que me encontró Jean no he dicho ni una palabra, me siento tan sucia, tan rota, me es indiferente todo lo que suceda de ahora en adelante. No he salido de mi habitación, le he dicho a papá que me enfermé y él se lo ha creído, el único que no se tragó ese cuento fue Jean, me viene a ver a las dos treinta, para entregarme los proyectos y tareas que han dejado, toca y toca la puerta, pero jamás la abro...Toc...Toc, se escucha, pero jamás hay una respuesta.

Cameron es un respiro en esta tormenta, se la pasa junto a mi todo el tiempo, duerme a mi lado y nunca emite un sonido, al parecer le afecto también la situación, en este momento son las doce, alejo un poco las sábanas de mí y me giro, encontrándome a Cam semi dormido, lo miro atentamente, el al sentir mi mirada gira un poco la cabeza, sonríe de lado y se acerca.

– Se que es imprudente preguntar, pero... ¿Cómo te sientes?

– Mejor... creo, solo...

– Dahn a mí no me engañas, no puedes, sé que no estas bien, te conozco mejor que la palma de mi mano – suspiró con pesades – te lo voy a preguntar una vez más y quiero que me contestes con la verdad, ¿Cómo te sientes?

Ahí fue cundo exploté, solo agradecía que mi papá estuviera en su trabajo.

– Jodida, me siento totalmente jodida, ¡Me violaron! ¿Cómo carajos quieres que me sienta? ¿Por qué me tiene que pasar todo esto a mí? Primero tu... y luego esto...Ya no puedo...Solo ya no puedo...llegue a mi límite.

Llore más de lo que había llorado en estos últimos días, mañana se supone que me tendré que presentar en la escuela...pero no sé cómo enfrentarlo... si decírselo a alguien... como a partir de ahora enfrentarme a... él. Después de un rato tocan la puerta, no respondo, vuelven a tocar.

– Dahn vamos responde – Cam insistía – Por favor, aun que sea Jean...contesta.

Me tapé hasta la cabeza, solo escucho como Cam camina y la puerta abrirse – Dahna ¿Cómo te sientes? – joder Cameron te voy a matar – Habla conmigo, se que algo paso...puedes confiar en mí.

Quité las cobijas y sábanas, me senté y lo miré – Estoy bien, no paso nada – Cam me veía con pena.

– Dile corazón.

Fue lo único que Cam dijo.

Resoplé, realmente no quería hablar de eso, pero sabía que tenía que, necesitaba sacarlo.

– Yo... tenía un castigo y yo solo fui y él... él me...– tragué audiblemente, con la voz rota pronuncié – lo intente...intente quitármelo de encima... – fue en ese momento en el que rompí en llanto, esperando a que el entendiera a lo que me refería. Confiando en que tan solo comprendiera un poco de toda la basura que llevo encima – Solo por favor no me juzgues – pronuncié con un hilo de voz, mientras me hacía ovillo en mi cama.

El estaba en un estado de shock, parecía estar procesando toda la información que acababa de pronunciar – Dahn... yo... lo siento tanto – se había quedado callado, sentí sus brazos envolverme, susurrando palabras de aliento, mientras yo lloraba audiblemente, era un desastre, uno en el que no creía poder salir.

Entre las lagrimas pude conectar mis ojos con los de Cam, el solo observaba con detenimiento la escena, y con su boca gesticulo un gracias; pasaron varias horas en donde Jean y yo solo vimos al techo, acostados en mi cama, ninguno pronunciaba palabra alguna, era un silencio cómodo, luego de unos minutos Jean hablo.

– ¿Has pensado en algo? –

– No, la verdad no, ni siquiera se si pueda pisar la escuela –

Lo miré, algo en el me da paz, la paz que alguna vez la sentí con Cam; el me miro, dudo por un momento en tomarme de la mano, pero el final no lo hizo, soltó un suspiro que mostraba inseguridad en lo que estaba por decir, se quedó en silencio y un par de minutos después solo soltó dos palabras, que para Cameron y para mi significaba nuestro mundo.

– Estoy contigo.

Se sentó y me miro.

– La decisión que escojas yo estaré para ayudarte, apoyarte, mañana enfrentaremos esto juntos, de ser necesario pasare por ti todos los días, te esperare afuera del salón, no digo que seré tu ancla, pero si seré tu soporte y apoyo para que vuelvas a ser tú, haré lo que me pidas, pero saldremos juntos de esto, te lo prometo.

Me costo un poco de tiempo asimilar lo que me estaba diciendo, al final asentí.

– ¿Por qué haces esto?

– ¿Hacer qué?

– ¿Por qué estás aquí?

– Porque me importas Dahana, me importas demasiado, aun que tu pienses que apenas te conozco es que la realidad es que siempre te he conocido, por qué crees que fue el conflicto con Cameron, solo quiero que estes bien.

Mire a Cameron hablar cerca de nosotros diciendo tonterías como lo anterior, la ver no me animo, pero tampoco quería ignorarlo, por lo tanto, termine ignorando a Jean; una mano pasando por enfrente de mi cara me saco de mi concentración para saber que tanto parloteaba mi amigo fantasma.

– Dahana ¿Me escuchaste?

– Perdón me quede pensando en otra cosa

– Tranquila, dije que lo hago porque me preocupas y porque quiero ser tu amigo, sé que Cameron fue importante, pero...

No lo deje terminar, lo mire y un sentimiento raro me invadió

– Pensaste que estando aquí, permitiéndote que me abrazaras y contándote lo que paso ¿Podrías ocupar el lugar de Cameron?

– Dahana no tienes por qué ponerte así...

– ¿Como debería ponerme?

– Dahana no era mi intensión, lo siento.

Sus disculpas no disiparon el remolino de emociones que empezaba a crecer en mi interior, mi garganta empezó a doler por el esfuerzo que hacia para no gritar, mis ojos picaban por las lágrimas que se avecinaban, me abrace a mi misma y trate de respirar, pero el aire se negaba a entrar a mis pulmones. Al parecer el lo noto ya que me pego a su pecho y me hablo suavemente.

– Respira Dahana, por favor, vamos a respirar, concéntrate en mi respiración y trata de imitarla, vamos inténtalo.

Tener mi cabeza recargada en su pecho me ayudo a sentir como su pecho se llenaba del aire que mis pulmones en este momento reclaman, empecé a imitar la velocidad y la profundidad de su respiración, poco a poco mi cuerpo se relajó, las lagrimas brotaron y el nudo de mi garganta se deshizo y los sollozos se hicieron presentes; el solo se dedicó a sostenerme y pasar su mano por mi cabello enredado.

Después de un rato el bajo a la cocina por algo de comer, me quede acosada y abrazando una almohada; Cameron se acerco a mi lado, me acaricio la mejilla y se arrodillo para estar a mi altura.

– Te veo más tranquila, eso me agrada

– Al parecer no era mala idea que Jean pasara, ¿Por qué me lo pediste? Me refiero a que hablara con él. – Necesitabas hablar con alguien, necesitabas sacarlo con alguien que pueda ayudarte, Dahana lo que paso con él no tienen por que afectarte y si él te puede ayudar creeme me importa un bledo si estoy enojado o no.

Sonreí y me senté en la cama, Jean entro por la puerta con una bandeja.

– No tenías por qué hacerlo.

– Bueno, ya lo hice, vamos come un poco.

Puso la bandeja sobre mis piernas y comí, el me veía de una amanera que no sé cómo explicar, el me veía como si me fuera a romper, pero al mismo tiempo me veía como hace un tiempo el amor de mi vida lo hacía en la que sería nuestra ultima noche juntos; con unos ojos llenos de facilidad por el simple hecho de estar ahí conmigo. El brillo de sus ojitos me hizo sentir tranquila, pero me dio miedo al darme cuenta de que esa mirada me trajo un poco de paz, el lo noto y miro a otro lado...Cameron solo me dedico una mirada neutra, como si estuviera analizando y pensando lo mismo que yo, en sus ojos también note un poco de miedo...miedo a perderme otra vez. 

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⏰ Última actualización: Apr 06 ⏰

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Más alla de la muerte...Te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora