One shots edser

Italia

× Las letras cursivas son recuerdos

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Eda miraba por la ventana del taxi el paisaje de la que había sido su ciudad, dónde paso por muchas cosas, ahí donde creció, vio morir a sus padres, conoció a sus amigas e incluso al amor de su vida.
Serkan sería siempre esa persona por la que haría cualquier cosa pero justo en ese momento no podía hacer nada por el.
Necesitaba ver por ella y seguir esos sueños que había dejado inconclusos gracias a esa beca que no le había sido otorgada.

Justo la semana anterior había recibido una llamada donde le avisaban que su beca había sido cedida de nuevo y que tenía que viajar para arreglar su papelería, no se lo había comentado a mucha gente pero era la solución perfecta para tratar de olvidar a ese hombre que en las últimas semanas había puesto su mundo de cabeza. Sus amigas, su tía y algunas personas de la oficina eran las únicas personas que estaban enteradas de la decisión que Eda había tomado, Serkan está entre ellos, lo descubrió de casualidad cuando escucho una conversación que estaba teniendo con Engin y no dijo nada, al menos no a ella.

Ayer que Seyfi le había hablado para decirle que Serkan se sentía mal se preocupo demasiado y salió rápido para intentar ayudarlo aún sabiendo que tenía que estar haciendo sus maletas y preparándose para tomar el vuelo hacia Italia esa tarde, no la pueden culpar, su mente y su corazón le pedían que fuera de inmediato hacia ese robot sin sentimientos que había tenido como "novio".
Al llegar se dio cuenta que había echo bien en preocuparse porque Serkan tenía una fiebre que no se podía bajar con nada, después de estar toda la noche con el cuidándolo, en la mañana, después de asegurarse de que Serkan estaba bien y despierto para su mala suerte, tomó sus cosas y salió a su casa para poder terminar sus maletas y llegar a tiempo al aeropuerto.

Su sueño siempre fue ir a Italia a estudiar y ser de las mejores arquitectas paisajistas que había pero no sabe que paso, simplemente en este momento no tiene ganas de ir hacia allá, siente que deja algo inconcluso en esta ciudad y tal vez eso de debe a lo que Serkan le dijo anoche en medio de su fiebre, cuando estaba casi alucinando.

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En la madrugada serkan se levantó aún con fiebre pero había algo más, lo sintió moverse desesperado y buscar a su lado hasta que la tocó, cuando sintió que había tocado a Eda fue cuando abrió un poco los ojos solo para asegurarse de que ella de verdad estaba ahí y no se había ido de su lado aún.

— Eda que bueno que sigues aqui, estaba tan asustado - hablo agitado el arquitecto
— Tranquilo Serkan, aquí estoy, aún no me voy - le contesto desconcertada.
— No, no quiero que te vayas, por favor quédate - Serkan estaba al borde del llanto, se podía escuchar en su voz.
— Serkan, no me iré ahora, me iré en la mañana cuando pueda ver que estés mejor, ¿Esta bien?.
— No Eda es que no me entiendes, no quiero que te vayas nunca, ni a tu casa, ni a Italia ni ningún lado porfavor, no me dejes - a estás alturas Serkan ya estaba llorando y suplicando.
— No sabes lo que dices, estás alucinado, mañana hablamos con calma de esto, si ?, Ahorita necesitas dormir para recuperar energías - intento calmarlo pero en el fondo no quería que Serkan lo recordara en la mañana, sería más doloroso para ella.

Serkan se calmo por un momento y pensó que ya se había quedado dormido pero un rato después se dio cuenta de que no era así ya que volvió a hablar.

— Me voy a ir contigo - dijo muy seguro.
— ¿De que hablas, a dónde vas a ir conmigo? - contestó confundida
— No lo se, a Italia, Madrid, al otro lado del mundo, a dónde quiera que vayas a ir, quiero ir contigo, no puedo vivir sin ti Eda, ya no - dijo muy tranquilo el arquitecto pero Eda sabía que aún estaba bajo los efectos del medicamento que le había dado hace algunas horas.
— Mañana hablamos de esto Serkan, por ahora hay que dormir.
— Eda aunque intentes evadir el tema, iré, te lo juro - fue lo último que dijo ya que cuando Eda quiso contestar se dio cuenta de que ya se había dormido.