Rivers se encontraba tranquilamente sentada en el sofá, era cómodo, mientras esperaba a Rocio. Después de un rato sintió que alguien que la vigilaba y cuando fue a confirmar, cerca del marco de la sala, había asomada una pequeña cabecita castaña, observándola. Parecía querer acercarse y la miraba con los ojos brillante y repletos de curiosidad, Rivers quería hablar con ella. Era muy linda como para no hacerlo.
—Hola Rosie, yo soy Rivers una... Mmm, compañera de tu hermana - dijo un poco insegura, acercándose a la niña, ella no se movía.
-Me llamo Rosa, no Rosie - dijo con la vocecita altanera de su hermana, Rivers hizo una mueca y una sonrisa apareció en el rostro de la niña —Te ves graciosa.
-¿Crees que soy graciosa, Rosie? - dijo avanzando paso a paso y la niña sonrió, asintiendo —¿Te puedo decir así?
-Si, me gusta. Me hace sentir bonita - respondió aún con una sonrisa, al ver la manera en que caminaba la rubia.
-Tu eres bonita, Rosie - aseguró la chica y los ojos de Rosa parecieron iluminarse.
-¿Si? - preguntó emocionada y comenzó a acercarse también, llevaba a rastras su osito gris en una mano
-Si, lo eres y... ¡ahhh! - pegó un chillido cuando tropezó con la alfombra y cayó de espalda, dándose un golpe en la cabeza —Ay.
La pequeña castaña comenzó a reír mientras la rubia se sentaba, la niña fue hasta las piernas de Rivers y se sentó en su regazo, mirándola con una mezcla de curiosidad y emoción.
-¿Te estás riendo de mí, Rosie? - preguntó Rivers con diversión mientras observaba el rostro feliz de la niña.
-Si, eres muy tonta - dijo riendo, haciendo sus pequeños pómulos visibles y Rivers casi se desmaya de la ternura, era el mismo rasgo de Rocio. La niña colocó sus dos manitas en cada mejilla de Rivers, acercándose —Tus ojos son un poquito amarillos, pero también muuuuy marrones, parecen ojos de chocolate.
Rivers sólo pudo reír mientras la pequeña la veía con intensidad, sus ojos eran muy hermosos también, pero no tanto como los de Rocio.
-¿Te gustan? - preguntó y la niña asintió enérgicamente, aun sin soltarle el rostro.
-A Chio también le gustan, siempre habla sobre unos ojos marrones que la vuelven loquitaaaa - dijo canturreando y Rivers se ruborizó, Rosa comenzó a reírse emocionada mientras aplaudía. —Y eso hace cada vez que papá le dice tu nombre - dijo refiriéndose al color rojo en las mejillas de la pálida.
-¿Papá?¿Tu papá me conoce? - preguntó incrédula, con el corazón en la garganta.
-Nop, algún día quiere hacerlo. Pero, yo te conocí primero ¿verdad? - preguntó y la rubia asintió, logrando que la niña sonriera más —Este es mi osito, se llama Cory - dijo levantando al osito gris, se había sentado aún más entre las piernas de Rivers y parecía cómoda, mientras alzaba al peluche.
-Es muy lindo, parece de verdad - dijo sintiéndose tonta, pero era lo primero que había pensado.
-¡Yo también dije lo mismo! - exclamó la niña, volteando a ver a la chica con adoración en esos ojos marrones ¡Al fin alguien que la entendía! —Vamos ver que hace Maddie, está haciendo mi comida favorita.
Se levantó y tomó a Rivers de la mano, en la otra llevaba a Cory, obligándola a pararse y guiándola hasta la cocina. Rivers sentía miedo de que Rocio la fuera a regañar, pero los ojos de la pequeña castaña la derretían por dentro, estaba dispuesta a soportar las consecuencias.
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Rivales - (Factor R AU Adaptación)
FanfictionSamantha Rivera comienza la secundaria sintiendo las burlas de sus compañeros, entre un grupo de chicas que la fastidian conocerá a la popular Rocio Torres. Comenzará una rivalidad entre ellas, llegando a odiarse a muerte. O al menos eso es lo que e...