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CHAPTER NINETEEN ❝maniático❞ scream vi: maniac | act. two
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QUINN LE HIZO UN CORTE en el estómago con enojo mientras Ethan tensó la mandíbula. Antes de que pudiera hacer algo, el de rulos apuñalo a Sam en el hombro.
—¡Ding, ding, ding! ¡Al fin lo entendió!
Los tres corrieron y empezaron a defenderse con lo que tenían a mano.
—No fue hasta que vi la foto de lo que habías hecho que lo supe —dijo Bailey—. Supe que tenías que morir, ser castigada, junto a todo aquel que nos estorbe.
Quinn puso su cuchillo en el cuello de Sam mientras Ethan apuntaba a Tyler con el suyo y este protegía a Tara como podía.
—Ahí esta. Ahí está la maldita asesina.
—Qué bien los educó, por cierto —dijo Tara.
—¡Cierra la boca! —gritó Quinn empujándolos a los tres.
—¿Que si he sido un padre perfecto? No. ¿Que si fui indulgente con la pasión de Richie por estas peliculitas? Tal vez. Para mí son oscuras. Pero... Richie las amaba. Las adoraba. Hasta filmó algunas. ¿Sabías eso?
Se fijaron en el telón, donde aparecía un Richie más pequeño hablándole a la cámara.
—Creyeron que no haría un especial para las fiestas. Pues lo intenté, en serio que sí. Uno con el que pudiera interactuar.
—Hay un vínculo muy especial entre un padre y su primero hijo. Por eso le ayudé con esta colección.
—¿Todo esto... era suyo?
—Sí. Era un coleccionista apasionado. Y él inspiró a otros. Tuvimos que matar a dos pretenciosos estudiantes de cine porque... debíamos matarte nosotros. Puse el cine a nombre de ellos y el buen detective Bailey iba a descubrirlo, pero no hizo falta, por suerte, Gale Weathers es muy buena periodista. Construí un tributo a mi hijo. Por eso tienes que morir aquí, Sam, rodeada por todas las cosas que él más amaba.
