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CHAPTER ELEVEN ❝cuida tu espalda❞ scream vi: maniac | act. two
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SAM Y TYLER salieron del edificio cuando Tara llegó corriendo por detrás y se interpuso entre los dos.
—Chicos, espérenme —pidió.
—No —interrumpió Sam—. Entra y cierra con llave.
—¿En serio? ¿Ahora sí hay que separarnos?
—No empiecen —suplicó el único chico lloriqueando levemente.
—Está bien.
Comenzaron a caminar en silencio hasta que el tono de llamada de Sam alertó al trío. La mayor de los tres sacó el celular del bolsillo para mostrar que "Richie Kirsch" la llamaba y todos quedaron congelados viendo el celular.
—Que mierda —murmuró Tara.
—Nunca borré su contacto —dijo Sam con la vista fija en el teléfono.
—¿Y por qué mierda no? —reclamó Tyler con veinte mil teorías de fantasmas que había visto en Youtube en la cabeza.
—Llaman de su teléfono.
—No contestes. Deja que suene.
Sam contestó y Tyler empezó a mirar para todos lados con nerviosismo.
—¿Quién eres? —preguntó.
—Hola, Samantha —dijo la voz de Ghostface, con tono burlesco—. ¿Me extrañaste?
—Piensa muy bien si realmente quieres hacer esto, porque los últimos que se metieron con nosotros están muertos.
Tara inconscientemente tomó la mano de Tyler y entrelazo sus dedos. El castaño ni se inmutó, solo apretó más su agarre mientras analizaba a todas las personas que pasaban por esa calle.
—Deberías estar dándome las gracias, Sam. Jason y Greg iban a matarlos a ti, a tu hermana y al niño Riley. Los destripé antes de que pudieran hacerlo.
—¿Entonces? ¿Ahora nos estás protegiendo? —preguntó incrédula.
—No precisamente. Le mostraré al mundo quién eres en verdad: una mentirosa y una asesina. Voy a castigarte, Sam.
—Debes tener cinco años si crees todo lo que lees en internet, imbécil —murmuró Tyler tratando de no apretar la mano de Tara.
—No seas insolente. Sam, pagarás por lo que hiciste, y no me detendré hasta descuartizarte a ti y a quien me estorbe. Tara, Tyler y tú cuídense las espaldas.
—Y tú cuida la tuya.
Ghostface atrapó a Tara por detrás y trato de apuñalarla pero Tyler le dió un golpe justo en el ojo y Sam lo empujó hacia unas bicicletas.
Los tres salieron corriendo y Tyler logró ver Ghostface levantarse y perseguirlos.
—¡Ayúdennos, por favor! ¡Entren ahí!
Los tres entraron corriendo a una tienda y Tyler empezó a hiperventilar sin que las chicas lo notaran.
—¡Por favor, ayúdennos! Nos agredieron.
—¡Llame al 911!
—¡Hay un asesino! —gritaron los tres a la vez.
—Hay gente haciendo fila —reclamó un señor.
Ghostface entró a la tienda y todos dejaron de hablar al segundo. Los tres chicos de Woodsboro empezaron a retroceder asustados cuando el mismo señor que había reclamado le hacía frente al de disfraz.
—¿Algún problema con ellos?
El asesino ladeó la cabeza y apuñalo al hombre un montón de veces mientras el resto de compradores gritaba y salía corriendo. El vendedor sacó una escopeta y le disparo pero Ghostface se agachó justo a tiempo para no alcanzar a hacerse daño.
—¡Salgan por atrás!
—¡Gracias!
—Esta cerrada —dijo Sam frustrada.
—¡Las llaves! —gritó Tyler.
El hombre trató de descolgarlas de su cinturón, los tres vieron el reflejo del asesino caminando hacia el pero fue demasiado tarde.
Lo apuñalo, agarró la escopeta y le disparó justo entre los ojos.
El trio se agachó y cuando Ghostface recargó el arma, aguantaron la respiración y dejaron de moverse. Tara estaba llorando en silencio y Tyler temblaba desde pies a cabeza.
Ghostface le disparó a la puerta de vidrio que cubría los alimentos fríos y explotó en miles de pedacitos que se esparcieron por el suelo. Los tres se movieron rápidamente mientras el asesino disparaba una vez y los buscaba por toda la tienda.
Sam tomó una lata cuidadosamente y la lanzó a la izquierda. Le indicó a los dos menores que volvieran a ir por la derecha, los hicieron caso enseguida. Tara, sin querer, piso un vidrio y todos se quedaron tan quietos como pudieron.
Sam hizo una seña de que esperen y a los cinco segundos, los tres empujaron la estantería contra Ghostface que disparó, fallando nuevamente y salieron corriendo de esa tienda viendo a los policías llegar apurados y alejar al resto de civiles de ahí.
Tyler vio como sólo estaba la máscara pero no el cuerpo y comenzó a sollozar sin poder evitarlo mientras Tara se lanzaba a abrazarlo. Se sentía segura con el. Y cuando los brazos de Tyler la rodearon, sintió que todo estaría bien.
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