Luz de Italia

Una historia que nadie debería pasar Parte 3

¿Cómo fue que Lionel Messi y Guillermo Ochoa se conocieron? Messi tenía 20 años y Ochoa 18 años cuando coincidieron en los entrenamientos de la universidad por primera vez, aunque al argentino le costará aceptar en voz alta... desde que observo aquellos rizos, esa sonrisa y esos ojos que brillaban como un par de estrellas quedó cautivado, pero había un gran obstáculo – Ese pibe es bonito, pagaría una fortuna para escuchar sus gemidos – Expresó Sergio Ramos sin dejar de mirarle, provocando en el argentino unos pequeños celos.

Messi quedó flechazo por ese bonito omega amable, cuando se lo encontraba en el campus no podía evitar mirarle de forma disimulada... descubrió esa pequeña diferencia de edad y fue cuando sus padres anunciaron su futura boda con el hijo de aquellos socios comerciales donde admitía que Rodrigo era hermoso, pero no igualaba la belleza natural de aquel mexicano. Durante varios meses no se atrevió hablar con él ni siquiera cuando se topaban durante los entrenamientos o en alguna fiesta – Vos te digo que... ese pibe es re bonito, pero no me atrevo a darle alguna ilusión – Sergio estaba triste por la situación de su mejor amigo que le pareció muy maduro aquella última frase.

O al menos eso aparentaba.

Sergio no podía evitar devorarse con la mirada a Guillermo.

Hakimi siempre se acercaba a él solo para poder tocarlo de forma sutil importándole un carajo si incomodaba al joven de rizos que los evitaba.

Piqué fue el que inició con aquel juego infernal – Hostias tío, apostad, apostad ¿Quién enamora al mexicano? ¿Eh? Pasta, pasta... tiren pasta cabrones ¿O no son verdaderos alfas? – Dijo una tarde y Messi que al principio rechazó la oferta, tras algunas burlas y por querer complacer a su padre de mantener aquellas amistades por mera conveniencia terminó aceptando entrar al juego. Así que poco a poco todos iban acercándose al rizado donde eran rechazados olímpicamente provocando frustración en todos.

Luego se les unieron varios chicos de la Scaloneta en aquella apuesta, algunos chicos que se llamaban PSG se unieron al juego... aunque doblegaron las apuestas al incluir otros omegas de la universidad.

− Joder tío, al único que le dio entrada es a Messi... apuesto el triple que el omega en unos meses lo tendrá en su cama – expresó Piqué a su amigo argentino que solo sonreía un poco mientras desvía la mirada.

La culpa empezó a nacer desde el día en que Guillermo le dio un beso en la frente y su corazón latió con fuerza. Aquel círculo social de alfas triplicaba las apuestas al ver los frutos del cortejo del joven argentino ¿Quién había imaginado que aquel alfa tímido y tranquilo podría enamorar al omega más bonito del todo el campus?

Lo llenaba de flores, descubriendo que las margaritas eran sus favoritas.

Lo llevaba a conocer aquellos lugares caros provocando en Guillermo un poco de incomodidad, pero con tal de tener a ese alfa a su lado, aceptaba y trataba de comportarse a su altura.

− ¿Podemos ir a un lugar que yo escoja? No es que me gusten esos clubes... son bonitos, pero me siento fuera de lugar... además quiero presentarte a mis amigos, sabes que me gustas mucho Lio... y quiero que conozcas a mis amigos − expresó una tarde Memo y Lionel, con tal de no perder todo el esfuerzo que había hecho para tenerlo a su lado aceptó con la condición de que le dejara llevar a su mejor amigo.

Sergio Agüero ignorante de aquellas apuestas clandestinas, aceptó feliz al notar la emoción de su amigo, aunque si se hubiera dado cuenta... habría notado que Lionel estaba actuando y siguiendo los consejos estúpidos de Gerard Piqué y Hakimi. Aquella noche jamás espero ir a una taquería callejera y comer aquellos tacos, pero tenía su mejor sonrisa fingida puesta, aunque le sorprendía como Sergio disfrutaba de aquella "reunión" y de la compañía del mejor amigo de "su omega". Su lado primitivo movió la cola emocionado ante ese último pensamiento que le causó un poco de miedo pero a la vez felicidad.