El Legado de los Malditos

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"SABRINA"

Al bajar nos sentamos en una mesa (algo espaciosa) a desayunar.
Jamás había desayunado tan temprano, no tenía una sola gota de hambre.

_ debes comer para tener energía_ dice Ainhoa colocando un tazón grande de frutas a la mesa.

la verdad...olía delicioso, no mentiré. Había mermelada con pan, jugo y mucha fruta.

_ comeré un poco _ digo esbozando una pequeña sonrisa, pero Ainhoa continúa con su semblante serio.

Siempre se ha dirigido a mí con ese semblante. Aunque, la entiendo. Soy una extraña que encontró moribunda.
A veces me pregunto...por qué me salvó....por qué actúa como si yo fuera algo malo...
Cuál es mi problema...

No dejaba de pensar en eso...
Era muy incómodo...

Pero....mi mayor problema ahora...era yo misma.
Mi historia....cómo continuaría.
Qué haría? .... Lo que era...
Me sentía mal, se me revolvían los intestinos al recordar que yo era como él. Que Julius tenía razón. Yo era una traidora una de ellos. Un Arcánido.
Solo de pensarlo mi piel se erizaba. Cómo es que jamás me di cuenta? Cómo es que nunca hice nad....

Y en ese preciso momento recuerdos vinieron a mi mente...

Los libros que se cayeron el día en que discutí con mi padre por el casamiento, las lacenas en la cocina moviéndose de una manera anormal cuando pasaba de pequeña para robar un dulce y me descubrían. Las cosas que se caían cada vez que me enojaba, las luces de los candelabros echando chispas sin ninguna razón...todo estaba ahí...siempre estuvo ahí. Y yo no me daba cuenta.

Pero padre si. Él lo sabía, siento...siento que debería estar molesta pero...además de que ya no valia la pena....el jamas me hizo sentir un monstruo. Jamas...me vio como una traición. O hasta donde yo sabía....jamás lo mostró.

Mis ojos arden y trato de respirar profundo para evitar que las lagrimas se apoderen de ellos. No estoy sola, no era momento de llorar.

Noche tras noche he tenido pesadillas con mi padre y lo sucedido.
A veces cuando despierto me arden los ojos aún de la noche anterior de tanto llorar.

Me siento tan vacía. Tan...sola. No tenía nada. Julius me había quitado todo lo que me quedaba.

Pero...en cada sueño hay algo...
Esas palabras de mi padre.
Ese mensaje que dice:

Encuentra las respuestas, recupera lo que te pertenece...

Pero.... por dónde empezar?...Ya ni siquiera sé quién soy.

Julius...
ese nombre retumba en mi cabeza a cada rato.
Solo de pensarlo la furia, el odio y la tristeza me recorren.

Es increíble como la vida puede cambiar de un momento a otro...

A veces para bien...y en mi caso...para muy mal.

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_ buenos días familia como..._ un chico entra al comedor. Su cabello rojizo, su piel tan blanca y con alunas pecas en el rostro...era muy lindo.

Se quedó mirándome fijamente por unos pocos minutos que me parecieron eternos.

El contacto visual fue mutuo en el momento en que asimilé que no había quitado su mirada de mi. Y...aunque me sentía algo avergonzada. No sentía que fuera algo...malo.

_ con que es ella..._ dice acercándose a mí y tomando mi mano_ Gareth...a vuestra disposición bella dama_ luego suelta mi mano y él y Laila comienzan a reír mientras se sienta en la mesa. _ cómo te llamas?