Llegaron al salón como tantas otras veces, escondidos, con la adrenalina de que alguien los pudiera descubrir, él beso a la chica en la boca, tenía un sabor diferente a todas las chicas que había besado, a él le excitaba ella, la deseaba pero no la amaba pero ella se estaba empezando a enamorar, él la agarro del cuello y apretó, ella gimió y empezaba a mojarse más, suplico que la tocara y el obedeció, metió su mano por el cierre del pantalón y tocaba la ya mojada vagina de la chica, primero acariciaba su clítoris y sus dedos se dirigían a la abertura de su vagina, entró en ella, la chica mordió sus labios para suprimir un gemido, él le bajo el pantalón y empezó a chupar su vagina con las mismas ganas con que un niño un dulce, ella lo jalaba hacia ella, como diciendo no pares, porque en ese salón tenían que hablar con los ojos, con gestos y suspiros, ella estaba desesperada querían que ese hombre fuera suyo aunque fuera por 5 minutos o una eternidad, ella lo levanto, saco su miembro duro del pantalón y le dijo mételo, el obedeció y empezó a penetrarla con fuerza, chocaba su cuerpo contra las pequeñas nalgas y espalda de ella, cuando estaba a punto de acabar ella se detuvo, se arreglo como pudo y salió llorando, el no había entendido nada, no podría imaginar que ella tuvo una iluminación en ese instante y era que él nunca le pertenecería a ella.
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Cuartillas en el Tiempo
Poesiamicrorrelatos de la vida diaria, o no, fáciles de sentir y de empatizar, porque quien no ha asesinado a alguien por celos? o se ha enamorado de la persona equivocada