El Retrato de Hoskin

Prólogo

La noche estaba envuelta en una espesa oscuridad mientras una suave brisa susurraba entre los árboles de Ravenbrook. La pequeña ciudad, en apariencia tranquila y serena, albergaba un secreto que pronto desataría el caos y el horror en sus calles adoquinadas.

Richard Hoskin, un enigmático pintor que había permanecido en la sombra durante años, emergió repentinamente con su última creación: un retrato tan oscuro y perturbador que parecía emanar una fuerza maligna. La obra, conocida simplemente como "El Retrato de Hoskin", había sido terminada después de meses de aislamiento y devoción artística.

Claire, una joven restauradora de arte con una pasión por preservar el legado de los maestros, recibió la misión de reparar y devolver el esplendor al antiguo cuadro. Atraída por la reputación del misterioso pintor y cautivada por la magnificencia del retrato, aceptó el desafío sin sospechar que su vida daría un giro macabro y terrorífico.

La primera vez que Claire puso sus ojos en el retrato, quedó fascinada y a la vez inquietada por la imagen que la contemplaba desde el lienzo. El rostro capturado en la pintura era el de un hombre con una expresión de angustia, ojos profundos y penetrantes, y una sonrisa retorcida que ocultaba algo mucho más siniestro. No había duda de que Richard Hoskin poseía un talento inigualable para plasmar el horror en su máxima esencia.

Sin embargo, a medida que Claire se adentraba en su trabajo de restauración, la atmósfera a su alrededor comenzó a cambiar. Pequeños incidentes inexplicables la perturbaban: objetos que se movían solos, sombras que parecían deslizarse por las paredes y susurros siniestros que resonaban en su mente. La presencia del retrato de Hoskin parecía emanar una fuerza sobrenatural que desafiaba todas las leyes de la realidad.

Claire buscó respuestas en los rincones más oscuros de la historia de Ravenbrook y descubrió que la llegada del cuadro había sido precedida por una serie de eventos extraños. Había rumores de personas que perdían la cordura tras contemplar la obra, sus mentes consumidas por el terror y la locura. Algunos hablaban de figuras fantasmales que acechaban en los callejones y pesadillas que se volvían realidad.

El retrato de Hoskin parecía contener algo más que pintura y lienzo. Era un portal hacia un mundo maligno y retorcido que amenazaba con desatar el horror sobre la ciudad y todos sus habitantes. La oscuridad que residía en la obra de arte se había infiltrado en el tejido de la realidad, convirtiendo a Ravenbrook en un lugar en el que el mal acechaba en cada esquina.

Claire se encontraba en el epicentro de una pesadilla, atrapada entre el deseo de preservar el legado artístico de Richard Hoskin y la necesidad imperiosa de detener el mal que se desataba a través del retrato. Sabía que no pod

ía enfrentarse sola a las fuerzas sobrenaturales que la rodeaban y que debía encontrar aliados en la lucha contra la oscuridad que se cernía sobre Ravenbrook.

Así comenzó la búsqueda de la verdad detrás del retrato de Hoskin, una búsqueda que la llevaría a enfrentar horrores indescriptibles, a desvelar secretos ocultos durante décadas y a confrontar a aquellos que estaban dispuestos a sacrificar todo por el poder que el cuadro parecía poseer.

En el momento en que Claire aceptó el encargo de restaurar el retrato de Hoskin, se embarcó en un viaje aterrador hacia lo desconocido. Un viaje que la llevaría más allá de los límites de la cordura y la empujaría hacia un abismo de horror y misterio del que tal vez nunca podría escapar.

El retrato de Hoskin era solo el comienzo de una pesadilla que consumiría a Ravenbrook y a todos aquellos que se atrevieran a desvelar los secretos que encerraba. El lienzo se convertiría en una puerta hacia el infierno, liberando una maldición ancestral que amenazaba con destruir todo a su paso.

El horror había encontrado su hogar en el corazón de la ciudad y solo aquellos dispuestos a enfrentarse a la oscuridad más profunda podrían tener alguna esperanza de sobrevivir.