El Retrato de Hoskin

Susurros en la Oscuridad

El estudio de Richard Hoskin estaba envuelto en un silencio opresivo mientras Claire continuaba su labor de restauración. El retrato del enigmático pintor parecía observarla con una mirada penetrante, como si la estuviera desafiando a desentrañar los secretos ocultos en su lienzo.

Mientras trabajaba, un escalofrío recorrió la espalda de Claire. Sintió como si las sombras que danzaban en el fondo del retrato se estuvieran moviendo más rápido, como si cobraran vida propia. Susurros ininteligibles llenaron el aire, como si voces distantes intentaran comunicarse con ella.

Claire apretó los labios y se concentró en su tarea, tratando de ignorar las perturbadoras manifestaciones. Pero cada vez se volvían más intensas, hasta que no pudo evitarlo más.

"¿Quién está ahí?", preguntó en voz baja, su voz temblorosa en el silencio del estudio.

No hubo respuesta, solo un siniestro susurro que parecía surgir desde lo más profundo del retrato. El ambiente se volvió aún más pesado, como si la presencia de Richard Hoskin estuviera cobrando fuerza y acechando a Claire.

Decidida a enfrentar lo desconocido, Claire se acercó al retrato y lo examinó detenidamente. Sus ojos se encontraron con los del retratado, y por un instante, pareció ver una chispa de malicia en su mirada. Era como si Richard Hoskin estuviera tratando de comunicarse con ella desde más allá de la muerte.

"¿Qué quieres de mí?", murmuró Claire, su voz apenas un susurro.

En ese momento, una ráfaga de viento frío azotó el estudio, haciendo que las velas en la habitación se apagaran de golpe. La oscuridad envolvió el lugar, y solo el débil resplandor de la luna a través de las ventanas proporcionaba algo de luz.

De repente, Claire sintió una presencia cercana. Algo se movía en las sombras, acechando en la periferia de su visión. Se giró bruscamente y vio una figura oscura, apenas perceptible, moviéndose en el rincón del estudio.

"¿Quién está ahí?", preguntó Claire, su voz temblorosa pero decidida.

La figura se movió lentamente hacia ella, revelándose poco a poco. Era una sombra alargada y distorsionada, con ojos brillantes y una sonrisa maliciosa. Claire retrocedió instintivamente, sintiendo un escalofrío recorrer su espina dorsal.

La sombra extendió su mano hacia ella, tratando de tocarla. Claire sintió una ráfaga de energía helada, como si las yemas de sus dedos estuvieran siendo rozadas por la muerte misma. Dio un paso atrás, luchando contra el miedo que amenazaba con paralizarla.

"¡No te acerques!", exclamó Claire, intentando infundir valentía en su voz.

En ese momento, la figura se desvaneció en la oscuridad, dejando a Claire sintiéndose exhausta y temblorosa. El estudio volvió a estar en silencio, solo roto por la respiración agitada de la joven.

Claire se apoyó en una mesa cercana, tratando de recobrar el aliento y asimilar lo que acababa de presenciar. La experiencia había sido aterradora, pero también había despertado en ella una determinación aún mayor para descubrir la verdad detrás del retrato de Hoskin.

Sabía que el mal acechaba en las sombras, pero también estaba convencida de que tenía la fuerza y el coraje para enfrentarlo. Aunque la oscuridad amenazara con consumirla, Claire Turner estaba decidida a desentrañar el misterio y salvar a Ravenbrook de su siniestro destino.

Con paso firme, salió del estudio y se adentró en la noche, decidida a buscar respuestas en los rincones más oscuros de la ciudad. El retrato de Hoskin había desatado fuerzas más allá de su comprensión, pero Claire estaba dispuesta a luchar contra ellas, sin importar el precio que tuviera que pagar.