3.

183 25 8
                                    

Eran 30 para las doce, sabía que me iba acobardar en mi interior me conocía, de todos modos supuse que el amor de Bill era tan fuerte como el mío, quizás aún me esperaba en la estación de tren, se iba a molestar por no llegar puntual pero después me iba a sonreír y abrazarme y besarme.

Pero la estación estaba vacía y la puerta ya no se podía abrir por más que intente

-Maldita sea, Tom eres un idiota

Entonces recordé que Georg sabía la dirección de su casa aún no era demasiado tarde

-¿Georg?

-Tom- me contestó una voz adormilada- ¿cuántas veces te tengo que recordar la diferencia de horarios?

-Estoy en Berlín, necesito que me des la dirección de Bill

-Pero Tom...

-Georg, es hoy, es tres de marzo aún, yo, lo elegí a él, siempre fue él.

Las calles por las que estaba guiandome el GPS me hacían dar escalofríos, en qué clase de barrio tenía Bill su departamento.

Y aquí estaba frente a su puerta 10 años después, rogando que si hubiera esperado por mi sentado en la estación, me maldecía internamente por no haber tenido el valor de estar en la hora indicada, pero aquí estaba.

Toque la puerta un par de veces y no recibi respuesta, entonces insisti un par de veces más

-Bill...soy yo, soy Tom

Cuando pegue mi oído a la puerta está se abrió sola con un pequeño rechinido puse la mano para que no se azotara y entre despacio y con miedo, sosteniendo mi propia mano con la otra buscando alguna clase de apoyo

La Pequeña estancia olía a alcohol,a vodka más exactamente y pude ver la botella vacía de dónde venía el aroma rota en el piso

-¿Bill? ¿Estás aquí?

Ante mi se ilumino el monitor de una computadora con fotos mías y de Heidi, el corazón se me encogió de tal manera que fue doloroso

-Bill...Bill- grite mientras abría puertas tras puertas para finalmente encontrarme con la imagen más funesta de toda mi vida

Su cabello flotaba con gracia en el agua como delicadas plumas de cisne,apenas su cabeza no estaba sumergida en el agua que estaba teñida de un rojo pálido

-Amor, mírame Bill- lo tome en mis brazos y le golpee la cara con pequeñas palmadas intentando reanimarlo- ¿que hiciste dime qué hiciste? por favor Bill no, no, yo te amo perdóname por favor, llegué tarde mi amor pero aún es 3 de marzo

Mire los dos grandes cortes en sus manos y lo saque del agua inerte para depositarlo en la cama, tomé lo primero que encontré para atarle las muñecas pero estaba frío y tenía los labios morados

- Mi amor, estoy aquí, estoy aquí, despierta por favor-mis lágrimas le caían en la frente y resbalaban hasta sus ojos

-Si viniste- me susurro con la voz débil.

-Amor si, Bill por qué lo hiciste sabías que vendría, voy a llamar a una ambulancia espera..

-No, ya es tarde, por favor abrázame, tengo miedo

-Bill... Yo, lo siento soy un maldito cobarde pero te amo, nunca deje de amarte- le dije con la voz rota

-No, por favor cuéntame, dime de aquella isla a dónde iremos a vivir juntos

Le bese los labios que se sentían como cubitos de hielo y lo abrace con todas mis fuerzas, entendí que era muy tarde cuando sus pupilas se dilataron dejando casi todo el iris cubierto

- Es una isla soleada, el calor que hace ahí todos los días es increíble, con un sol brillante y un cielo azul,tan azul que parece mentira, te encantará nadaras en el agua cristalina y los dos tendremos una casa a la orilla de la playa...

Sus ojos se fueron cerrando lentamente como si se estuviera quedando dormido, hasta que murió en mis brazos.

~~

-Pero que viaje más pesado hombre
-fueron casi doce horas de viaje no siento el cuerpo
-No importa se te olvidará cuando veas el cuarto que he reservado

Y ahí estaba la playa ante mí, la brisa me golpeaba la cara con su sabor salado y el olor a mar, el cielo azul sin una sola nube casi me impedía estar triste estábamos en lo más alto de un acantilado y los pies me temblaban

-Vamos tío que ya es hora- Me sonrió Gustav más con una mueca que con una risa

Me puso la mano en el hombro

-Quizas deberíamos decir unas palabras

Sostenía con fuerzas la urna que contenia las cenizas de Bill

-No se bien que decir
-anda sé que encontrarás las palabras Georg

Gustav sostenía también una urna con las cenizas de Tom. Y dejé que mi corazón hablara por mis queridos amigos

-Ustedes siempre quisieron esto, estar juntos, yo estoy seguro que en donde estén así es, solo cumplimos la promesa de traerlos al mar a descansar aquí estarán juntos hasta la eternidad solo los dos y el océano guiando sus almas hasta el lugar donde solo hay cielos azules y días soleados.


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 07, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

3.3.3 (Mini Fic, Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora