Capítulo 2

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Al día siguiente, Roger recibió una llamada mientras dormía a las 7:30 A.M.

-¿Hola?- Dijo en un tono de voz confundido y cansado, no había dormido muy bien por la noche. Seguía algo ansioso por lo del accidente.

-Buen día, Roger. Te quería informar que en el chuchillo no había ningún tipo de rastro de huellas o ADN, a excepción del ADN de su esposa. Es un caso no muy común, deberíamos de informarlo a las autoridades.- 

-¿John? ¡¿Por que me cuentas esto A LAS 7 DE LA MAÑANA?!- Exclamó, se quedo muy confundido por lo mencionado anteriormente.

-Es mi deber confirmarle los resultados. Podremos ser algo más cercanos que antes, pero eso no quita el hecho que estoy cumpliendo con mí trabajo.

Roger se quedó aún más confundido, por el cambio de su forma de hablar. No se parecía nada a el John del día de ayer. O quizás Roger solo había agarrado confianza con facilidad y se ilusiono fácilmente. A veces solía ser algo inmaduro, y se olvidaba del hecho que solo estaba a su lado para cumplir su trabajo. Suspiró.

-¿Okey?- Hubo un silencio incómodo luego de esos segundos, así que el decidió romper el hielo  -Y... ¿Tú como estas?

-Yo me encuentro muy bien, ¿y tu?

-Me alegro. Yo me siento mejor.

-Es bueno oír eso.- nuevamente, volvieron al silencio. John pensó en ser amable, a lo que se le ocurrió una propuesta. -¿Oye, te quieres juntar en un rato?- Se quedó estático al escuchar sus palabras, no supo porque tuvo el impulso de invitarlo. Pero no podía negarlo, el deseaba estar a su lado. El tan solo pensarlo, lo hacía estar en las nubes.

Aún más confundido, acepto. Se le hizo extraño el cambio tan rápido de papeles. Hace menos de unos minutos aquel chico estaba hablando con un tono formal, y ahora de forma tan amigable. Sin embargo, el acepto la propuesta del castaño. Sería mejor que quedarse en ese silencio que tanto odiaban.

-Esta bien, ¿nos vemos en mi casa a las 10?- Propuso el rubio, con un tono algo inseguro.

-Esta bien.

Para los dos era algo extraño, incluso si los dos tenían el deseo de verse.

[...]

Roger escucho el timbre de su casa, por lo que rápidamente se levantó de su cama. Sin darse cuenta el tiempo había pasado rápido, y había olvidado cambiarse la ropa. Por lo que rápidamente agarró una musculosa blanca que el tanto amaba usar, era bastante cómoda y simple. Luego se puso unos pantalones cortos ajustados negros, tenía bastantes de ellos. Era bastante común verlo con esa ropa, aunque también quiso impresionar al de pelo castaño. Pero el estaba fuera de su puerta, no había mucho que podía hacer después de todo. Pero juro que para la próxima se pondría su mejor ropa. Bajo las escaleras de su cuarto, y abrió la puerta seguro de que era John. Pero al abrirla vio a otra persona, confundido dio un paso hacia atrás.

-Hola Paul, ¿que se te ofrece?- Al verlo se le borro la sonrisa de la cara. Paul era el vecino de Roger, y tenía una rara obsesión con el rubio.

-Hola Roggie.-Dijo con esa fastidiosa sonrisa, que Roger odiaba al igual que ese estúpido apodo. Pero tenía que ser amable, así que simplemente suspiro y tomo la calma. -¿Cómo estás? Escuché que tu esposa murió entonces te traje un ramo de rosas para que mejores tus ánimos.

-Ehh si, ¿Gracias?- Impidió que Paul se despidiera antes que cerrará la puerta en su estúpida cara, se le hacía demasiado odioso. Ese tono tan agridulce, sabía que el no tenía buenas intenciones. Sin embargo tomó las rosas, aunque no tardaría mucho en deshacerse de ellas.

Somebody to love★ (Dealor) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora