Capítulo 1

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Pov. Narrador omnisciente.

Dentro de una fría habitación de hospital una joven de cabellos castaños claro y ojos de un tono ligeramente plata se retorcia en la camilla de hospital soltando seguidamente varios jadeos de dolor, tenía una fina capa de sudor inundando su frente y una mueca en su rostro.

"¡Mmnn!" apretando los dientes pujo.

Mantenía una gran barriga hinchada y abultada muy prominente mientras daba todos sus esfuerzos para pujar. Sus manos apretaban las sábanas de la cama ejerciendo presión hasta que sus nudillos se tornaran blancos y su rostro aún más pálido, jadeos seguidos salían de su boca mientras hacía su mejor esfuerzo.

Era su primer parto, de ese parto dependía todo para ella y quería tener a su hija en brazos rápidamente para así apaciguar a su marido, pero debido al dolor no podía concentrarse en nada más que pujar para que todo terminará, por un momento incluso olvidó preocuparse por el parecido de su futura hija.

El médico y las enfermeras que la atendian hacían su mejor esfuerzo durante el parto aunque estaban muy cansados, el hospital estaba atiborrado de pacientes debido a un desastre natural que dejó muchos heridos lo cual los tenía muy saturados de trabajo, tratar un parto de imprevisto había sido demasiado repentino.

"¡oh, oh, oh!¡ya se ve!" una de las enfermeras novatas sonrió preparándose para recibir al bebé mientras que la joven señora hori empezaba a sentirse aliviada al escuchar eso.

En poco tiempo y mucho esfuerzo un llanto constante pero no fuerte ni estruendoso resono por la habitación y el médico a cargo sosteniendo a un pequeño bebé ligeramente más pequeño que los bebés normales se lo paso directamente a una de las enfermeras para que hiciera todos los procedimientos necesarios.

"Es..." el médico lo examinó detenidamente mientras la señora hori se dejaba caer exhausta, entrecerro los ojos y su voz retumbo. "Un doncel." cuando el médico dijo esas palabras sonrió ligero, los donceles eran sinónimo de buena suerte.

Las enfermeras también sonríeron y quisieron acercarse a ver de cerca al niño sin notar la mirada oscura y sombría de la mujer en cuestión que había dado a luz, más que un buen augurio, para ella dar a luz a un doncel era como ver a una lacra que debía eliminarse.

Apretó la mandíbula con coraje, yuriko quería decir algo pero el lugar de eso soltó un jadeo de dolor y se retorcio de dolor sintiendo un tirón en su parte baja, como si algo más estuviera siendo jalado, era la misma sensación que tuvo al dar a luz a su primer hijo.

Cuando una de las enfermeras noto esa extrañeza en yuriko fruncio el ceño y se acercó rápidamente, revisando la situación se apresuró a llamar al médico una vez más con sorpresa, otro bebé venía en camino.

"¡doctor!¡son gemelos, son gemelos!¡el segundo ya viene!" exclamó y rápidamente todos volvieron a centrar su atención en yuriko, un doncel era un buen augurio pero no podían descuidar mucho tiempo al paciente.

Debido a que estaban desconcertados por la repentina llegada de otro bebé ninguno se dio cuenta de la mirada de total desconcierto y shock del doncelito recién nacido que estaba en brazos de una de las enfermeras.

El pequeño veía con algo de pánico y miedo todo lo que estaba a su alrededor y la enfermera que lo sostenía no noto nada extraño, simplemente lo mecio con suavidad algo extrañada, por que no lloraba? Se preguntaba.

El pequeño en lugar de calmarse se lleno de terror cuando vio que las figuras de todos eran enormes a sus ojos, como si de la nada todos hubieran crecido de manera descomunal o... el se hubiera encogido.

De sus pequeña boquita salió un jadeo suave y casi inaudible, el pequeño estaba sumido en un completo pánico y terror, lleno de preguntas sin responder.

◇~{ahora Eres Mio}~◇(izumi Miyamura X Male Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora