Capítulo 1

3.4K 180 125
                                    

Ya casi comenzaba a anochecer.
Después de un largo día de trabajo en el hospital, aquel pelinegro Alfa volvía a su casa en su auto.
Estaba agotado, era un médico cirujano después de todo. Tenía muchas operaciones urgentes; había muchos accidentes últimamente en la cuidad.

—Que hambre tengo.— expresó en un susurro mientras giraba el volante, para doblar a la calle en la cual se encontraba su casa. Saber que estaba tan cerca de llegar lo hacía sentir más tranquilo.

Una vez llegó a la misma, estacionó el auto al frente de ella. No sin antes dejar escuchar un bocinazo para avisarle a su esposo que ya había llegado. Éste lo escuchó, así que se acercó a la ventana para verlo.

Se bajó del vehículo para ir hacia la puerta, la cual abrió para encontrarse con ese lindo pelinegro que tanto amaba.

—Torao! Te extrañé! Cómo estuvo tu día?—se lanzó a abrazarlo con todas sus fuerzas.
El estaba estudiando en la universidad, pero tenía mucho más tiempo libre que su esposo; el era 6 años mayor que el. Ya había terminado su carrera hacia casi dos años, y el último había conseguido trabajo en el gran hospital de la ciudad.
Era un gran logro, afortunadamente estuvo a su lado todo el tiempo para compañarlo en sus logros. Eran novios desde que Luffy iba al último año de la secundaria.

—Hola, mi pequeño monito... Agotador como siempre, pero afortunadamente fue agradable.— lo tomó de sus piernas con sus manos para evitar que se cayera de su cuerpo. Había saltado para aferrarse a él como un koala después de todo.
Ambos se miraron, para darse un pequeño beso a modo de saludo.

—Pedi pizza para cenar, tienes hambre?— expresó el menor una vez que se bajó de su cuerpo y entraron juntos a la casa que compartían.

Habían reunido dinero todo el tiempo que estuvieron de novios hasta la boda; trabajando de lo que sea para poder reunir lo suficiente. Aunque todos sus conocidos los habían ayudado también.
La boda fue sencilla, sólo con sus familias y sus amigos más cercanos. Todo el dinero lo usaron para conseguir una linda casa para ambos. Ni siquiera quisieron tener luna de miel; se habían disfrutado mutuamente en su propia casa.

—Si, gracias. Muero de hambre.

—Ve a cambiarte. Yo preparo todo.— el Omega comenzó a preparar la mesa para la cena. El otro simplemente se fue a la habitación para quitarse esa molesta ropa y ponerse la que solía usar en casa; más cómoda y liviana.
Una vez listo, se fue al baño a lavar sus manos.
Así volvió con el menor a comer.
Ambos comían con tranquilidad, ya era una rutina que tenían hace tiempo; el que llevaban casados exactamente.
Law ya tenía 30 años y Luffy 24, se habían casado hacía casi uno solo.

—¿Cómo te fue hoy en la universidad?— le preguntó el mayor, mientras luego masticaba el trozo de pizza que estaba comiendo.

—Oh genial, luego salí a almorzar con Zoro y los demás. Kid también vino con nosotros.— el también comía de su porción pero hablaba con la boca llena, no tenía tantos modales como el Alfa. Pero el lo amaba así, no le importaba mucho como solía comportarse. Después de años de conocerse y estar juntos ya estaba acostumbrado.

Se conocieron cuando Luffy apenas había cumplido sus 17 años y Law tenía 23. Apenas se vieron supieron que estaban hechos uno para el otro, pero el Alfa debió esperar a que cumpliera la mayoría de edad para ser novios.
Los hermanos de su actual esposo lo vigilaban de cerca y con amenazas si se atrevía a tocarlo.

—Ya veo, me alegra.— Kid era un amigo  de Law cuando iba la universidad, que se llevaba bien con el grupo de amigos de su esposo. Era un idiota y muy molesto, pero lo quería a su modo.

Una vez que cenaron, decidieron ver una película juntos. Al día siguiente era sábado; Luffy no estudiaba y afortunadamente era el día de descanso de Law. Así que podían disfrutar sus compañías lo que restaba del día.
Ambos estaban en el sofá, abrazados con una manta sobre sus cuerpos.
El Alfa estaba recostado en el mismo con su pareja sobre el, con sus brazos rodeaba su cuerpo.

Vieron la película por unos minutos, ya que después de un tiempo comenzaron a besarse y dejarla en segundo plano.
El beso no era para nada inocente, sus lenguas jugaban entre sí y sus manos se acariciaban sobre la ropa, buscando más contacto.

—¿Quieres hacerlo?— preguntó el mayor, entre los calientes besos que se estaban dando. Pronto sus aromas se comenzaron a mezclar y sus cuerpos a subir de temperatura.

—Sabes que siempre quiero hacerlo contigo, Torao.— con una sonrisa pícara en sus labios, el Omega llevó su mano a acariciar la entrepierna de su esposo. Poco a poco comenzó a despertar por el excitante ambiente.
El otro correspondió la sonrisa, llevando sus manos a ese hermoso trasero que amaba follar, para apretarlo con sus dedos.

Después de varios minutos de manoseos y toques, sus ropas acabaron en el suelo, dispersadas por todos lados.
Ahora el Omega estaba debajo de su Alfa, quien estaba entre sus piernas. Con sus mejillas sonrojadas y su respiración jadeante, lo miraba con deseo.

—M-metelo. Rápido.

—Mmm hoy estás más impaciente que nunca, ¿eh?— tomó su miembro ya completamente erecto, para meterlo lentamente en su entrada. Ésta ya estaba húmeda por los fluidos naturales, completamente lista para el Alfa.
El menor se aferró a su espalda, mientras sentía como entraba por completo.
No les importaba usar protección, ya que Luffy no podía tener hijos, era infértil.
Pero en vez de ponerlos tristes, los hacía felices. Ninguno consideraba en sus planes tener hijos y además podían tener sexo sin cuidarse más que de las enfermedades de trasmisión sexual.
¿Qué parte de la infertilidad era negativa para ellos?

Fueron varios minutos de placer, donde Law embestía el cuerpo de su Omega con pasión, mientras besaba su cuello. El otro se aferraba en el sofá y de su brazo, mientras gemía y jadeaba de placer con su rostro hacia un lado.
Amaba los besos del otro en su cuello, le daba todo el espacio para que lo marcara sin contenerse.
No le importaba lo más mínimo si alguien veía aquellas marcas, las enseñaba con orgullo.
Más la que portaba en su nuca, esa demostraba que le pertenecía al talentoso médico cirujano y Alfa Trafalgar D. Water Law.

—Mierda! Torao! Y-ya voy- aah!— no lo dejó acabar su frase, aumentó la velocidad de sus embestidas sabiendo que ambos ya llegarían al final del acto.

—Lo se... No necesitas decírmelo... Ahh maldición.— unas pocas embestidas más hicieron falta para que finalmente llenara su interior con sus fluidos. El otro eyaculó sobre su propio abdomen, manchando un poco al otro también; sus cuerpos estaban muy pegados.

Se dieron unos cuantos besos más llenos de amor, mientras el menor enredaba sus dedos en su cabello color negro azabache.
El otro rodeó sus caderas con sus brazos, atrayendolo más hacia él.

—Te amo, mi Omega pervertido y calenturiento.

—Yo más, mi Alfa sexy y ardiente.

-------------

Muy buenas!
Les traigo una historia Lawlu más.
Es mi ship favorito del momento, así que estoy más inspirada que nunca jdjsjs.

Espero que les guste!
Avisenme si hay algún error.

Ya la tengo casi acabada, estoy escribiendo el capítulo final.
Les doy un spoiler: van a ser 12 capítulos.

Los iré subiendo poco a poco.
Gracias por leer!
Dejen sus estrellitas y comenten qué les pareció.

Va a empezar tranquila como siempre, pero mama mía. Se va a poner interesante jsjsj.

Nos vemos prontito con más!
Se me cuidan 💋

Adiós!

Ámame de nuevo | LawluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora