Run the world

Capítulo 1

Olga

2021

— Lo ha dejado con la novia hace unas semanas —escucho decir a mi amiga de fondo.

Levanto la vista del móvil desubicada dejando mi botellín de estrella de Galicia sobre la mesa y la miro confusa.

— ¿Qué?

— Alexia —aclara—. Hace unas semanas que lo ha dejado con la novia.

Bloqueo la pantalla dejando el dispositivo de lado y asiento despacio sin comprender demasiado bien por qué me está diciendo esto. Justo acababa de darle me gusta a una de sus fotos en Instagram, no sé si tendrá que ver con que parezca que ahora la futbolista vaya a ser nuestro tema de conversación. Carla me mira con las facciones relajadas y me lo tomo cómo un simple comentario. Un posible tema de conversación que le ha pasado ahora por la mente sin segundas.

— Oh, no lo sabía. ¿Llevaban mucho tiempo juntas?

— Pues casi seis años.

Cómo Lara y yo prácticamente, pienso.

Lara es mi expareja pero ella y yo lo dejamos hace más tiempo, un año aproximadamente. La razón de nuestra ruptura no fue por no querernos, cuernos, ni nada por el estilo. Más bien fue por entender con los años que no estábamos hechas la una para la otra. Siempre fuimos las mejores amigas, compartimos miles de gustos y estos años han sido geniales pero en la balanza algo fallaba. No servíamos para ser pareja. Nos amábamos con locura, pero no para tener una relación amorosa.

— Y menos mal que lo dejaron, porque hace tiempo que no les compensaba estar juntas —comenta Carla sacándome de mi ensimismamiento.

Claudia, que ha hecho una visita al baños y ha aprovechado para pedir otra ronda de cervezas, enseguida le sigue la conversación numerando varios de los problemas y motivos principales que provocaron la separación de las chicas mientras yo las escucho con atención. Visto los visto la ruptura de Alexia tampoco lleva los apellidos de cuernos o falta de sentimientos, más bien de comprensión y atención. Es como si se supieran la historia de memoria, cómo si se la hubieran contado como un cuento varias veces. Se saben todos los detalles.

— ¿Y cómo sabéis todo eso? No pensé que fueseis tan amigas.

— Alguna tarde se desahogó con Mapi delante de nosotras. Fueron veces contadas, no es mucho de contar sus movidas, pero había días que realmente necesitaba sacarlo y Mapi conseguía que se abriera un poco —asiento ante sus palabras.

Cuando la conocí hace un par de semanas me dió la impresión de que era una persona super reservada, sobre todo al principio, y por lo que me habían contado de ella no me equivocaba. Sus ojos verdes esconden tras ellos demasiadas cosas que estos mismos no son capaces de decir. Los vi muy expresivos pero seguramente únicamente sean capaces de descifrarlos las personas que realmente la conocen.

Es simpática pero tiene un puntillo de seriedad que asusta. Patri la describió como muy buen amiga pero una loba en el campo. La mejor capitana que podían tener pero además la más dura. Aún así, lo cierto es que a ninguna de sus amigas le faltaban buenas palabras para ella.

— Por cierto, ¿qué le vamos a regalar a Mapi? —pregunta Claudia. Retira los botellines vacíos a un lado y repartes los nuevos— Su cumpleaños es mañana.

— ¿Mañana? —abro los ojos y miro la fecha en la pantalla de mi móvil.

Efectivamente, mañana es 13 de junio, se me ha ido el santo al cielo. Durante las últimas dos semanas no he parado en Barcelona más de dos días y es como si el tiempo no hubiese pasado para mí.