𝑫𝒊𝒎𝒑𝒍𝒆𝒔 𝒔𝒘𝒆𝒆𝒕 𝒍𝒊𝒌𝒆 𝒉𝒐𝒏𝒆𝒚 [𝐇𝐚𝐢𝐊𝐚𝐯𝐞𝐡]

𝗗𝗶𝗺𝗽𝗹𝗲𝘀 𝘀𝘄𝗲𝗲𝘁 𝗹𝗶𝗸𝗲 𝗵𝗼𝗻𝗲𝘆

Para gran sorpresa y consternación de Kaveh, nadie más parecía saber que Alhaitham tenía hoyuelos, excepto él.

Se dio cuenta de esto en una intrascendente cena con Tighnari y el General Mahamatra. Había sido invitado por Tighnari y aprovechó la oportunidad de escapar de la vivienda que compartía con Alhaitham, inmediatamente abrió la puerta y corrió como un loco por el camino hacia Avidya Forest. Mientras viajaba, pensó que si tenía suerte y se emborrachaba lo suficiente y quizás Tighnari se apiadaría de él y lo dejaría pasar la noche en una cabaña libre para que pudiera evitar a Alhaitham hasta la mañana siguiente.

La conversación de la cena progresó como siempre: Collei hablando acerca de sus progresos en los estudios ( o mejor dicho, Tighnari y Cyno insistiéndole a la menor a hablar sobre ello, Collei sonrojándose y accediendo a hablar tímidamente). Tighnari quejándose de los desafortunados viajeros que comían los hongos equivocados mientras se abrían paso por el bosque. Cyno hablando acerca de las nuevas cartas que había adquirido del juego de Invocación de los Sabios, y finalmente Kaveh, después de algunas cuantas copas de vino, el rubio había comenzado hablar acerca de sus problemas financieros, también sobre sus discusiones y problemas con su compañero de cuarto, básicamente Kaveh hablaba de todos los problemas que habían en su vida.

De alguna manera, la conversación dio un giro inesperados y Kaveh comenzó a hablar sobre el rostro de Alhaitham. O más bien, de sus expresiones faciales, cuán minúsculas eran, el rubio llego a la conclusión de que eran casi inexistentes. Fue solo después de conocerlo por unos cuantos años que el rubio pudo notar la diferencia entre el surco de la ceja #1 y el surco de la ceja #6. ¡El hombre nunca mostraba sus emociones! No sonreía a más de dos grados de curvatura, lo cual era una pena porque sus hoyuelos nunca aparecían.

Cyno hizo una pausa, su cuchara quedó congelada en el aire. ──¿Alhaitham tiene hoyuelos?

Kaveh parpadeó. ──Por supuesto que tiene hoyuelos.

──¿Qué quieres decir con 'por supuesto'? ──Tighnari levantó una ceja. ──¿Cómo lo sabríamos? Casi nunca sonríe, tú mismo lo dijiste.

Kaveh se detuvo. ──¿Cómo no sabes que tiene hoyuelos?

──¿Cómo sabes que tiene hoyuelos?

──Bueno... ──Su cerebro se quedó en blanco. ──Quiero decir, los he visto antes. ¡Están en su cara! ──dijo lo obvio el rubio. ──Apenas sonríe, pero eso no significa que nunca lo haga. Quiero decir, Collei, ¿sabías que tenía hoyuelos?

Collei levantó la cabeza de su plato. Sus ojos estaban muy abiertos como si no hubiera esperado ser importante en la conversación. ──Yo... no, no sabía eso. Lo siento, señor Kaveh.

──No, no, no tienes porque disculparte. ──frunció el ceño, ¿era realmente el único en la habitación que sabía que Alhaitham tenía hoyuelos?

──Les haré una pregunta. ──dijo Tighnari. ──¿Cuándo fue la última vez que vieron sonreír a Alhaitham? ──su mirada se dirigió a sus tres amigos. ──A todos ustedes.

──El domingo pasado. ──respondió Kaveh.

──Hace cinco años. ──dijo Cyno.

──Nunca. ──contestó Collei.

──¿Qué? ──exclamó Kaveh, casi sale disparado de su asiento. ──¿Cómo?

──Pregúntate eso tú mismo. ──dijo Cyno. ──Porque él apenas sonríe. Excepto a tu alrededor, al parecer.

──Solo lo veo sonreír porque vivo con él. ──se justificó Kaveh, suspiró con cansancio. ──Esto es ridículo.