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ㅡ ¿a dónde vas? ㅡ indagó casi en un muy bajo murmullo a la pelinegra que se estaba acomodando su camiseta favorita roja a rayas horizontales negra.
sin decir nada, la más alta la miró, casi emitiendo un chasquido con su lengua, en una mueca atravesada entre el cansancio y la frustración.
pasaron exactamente dos semanas desde el incidente en la cafetería de la universidad de la rubia, exactamente catorce días en los que la azabache estaba actuando un tanto... extraño, con ella.
bah, para no ser tan dramáticos, simplemente la taiwanesa estaba demasiado sumida en su trabajo y casi no se daba el tiempo en explicárselo a su novia.
novia la cual, ya comenzaba a tener los cambios de humor repentinos dado al embarazo. Hacia lo posible para no ser tan obvia y que Angélica no lo notará... Vaya que estaba fallando abruptamente con ello.
mucha suerte tenía con que su pareja estuviera absorta en su empleo, de lo contrario ya estaría más que frita.
ㅡ debo ir a trabajar. ㅡ informó en su casual tono apagado, encogiéndose en hombros, volviendo a bostezar. Sasha hizo una mueca.
ㅡ son las 2 de la madrugada... ㅡ quiso cerciorarse de que su novia no sufría algún tipo de fiebre, acercándose un poco para tocarle la frente con una mano. Darcy pegó un ligero salto por lo frío de su piel pálida. ㅡ estás caliente, no irás a ningún lado. Menos así.
ignorando sus protestas, la alemana la llevó de vuelta al cuarto, sosteniendo su temblorosa mano. La sentó sin tanto esfuerzo en el borde de la cama, procediendo a quitarle la camiseta.
ㅡ iré a por los medicamentos en el botiquín del baño, por mientras acuéstate. ㅡ le dijo con suavidad, doblando la prenda y dejándola sobre la mesita de luz.
ㅡ ¿medicamentos? pero si estoy bien...
ㅡ no, cariño, no lo estás. ㅡ fijó que estaba a punto de levantarse y rápidamente le retuvo, con ambas manos sobre sus fuertes hombros. ㅡ quieta.ㅡ reprochó.
requirió de una fuerza enorme de voluntad para no bajar la mirada hacia su abdomen, suspirando, vió como Darcy se removió un tanto incómoda, apretando los puños sobre el edredón.
lo ignoró, soltando su agarre y yéndose sin decir nada hasta el baño de la habitación. A los pocos segundos regreso con una pastilla en mano y con un vaso de agua.
ㅡ ten, te bajará un poco la fiebre.
Darcy miró el vaso con agua con detenimiento, casi como si quisiera saber si el mismo estaba medio lleno o medio vacío.
ㅡ vamos, no tengo toda la noche. ㅡ la apresuró, sentándose a su lado y acercándole la pastilla a los labios para que la ingiriera. ㅡ pareces una niña ... ㅡ sonrió levemente con cierta burla al ver a su pelinegra tomar el medicamento seguido del agua que le mantenía sosteniendo muy cerca de su boca.
