capítulo siete

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"-JAMAS te cruces en el camino de un lobo, estos son malos y traicioneros. Parte 2"


Al momento en que Wei Yinn cruzó esa puerta me paralice por completo, ya no había marcha atrás, desde este momento sé cuál es mi destino, lo siento amor mío, te mentí, no voy a estar bien, pero por lo menos sé que estas a salvo.

¡Miren! Se los dije, este monstruo mato a nuestra amada vecina. ¡Debe ser enjuiciado de inmediato! —soltó con odio aquel imbécil hipócrita que está manchando mi nombre por algo que él hizo, jamás se lo perdonare.

Varios de los cazadores de mi aldea estaban mirándome con gran sorpresa mientras que otros murmuraban cosas como "sabía que un día de estos una de estas bestias se iba a ir en contra de nosotros, pero no creí que su primer movimiento seria en contra de una mujer de tal edad, que cobarde" o "nos engañó con esa cara de chico despreocupado, ahora sabemos quién realmente es".

Quería lanzarme sobre ellos y matarlos, pero por obviedad no puedo.

Ahora que hemos visto toda esta grotesca escena de crimen tenemos que aprisionarlo hasta su juicio.

Yo no coloque replica alguna, no tenía prueba de que el verdadero culpable era el mismo que los llamo, eso sería absurdo.

En la mañana fue el juicio, al entrar al tribunal, que era una vieja caseta, vi a Wei Ying a un costado mirándome con preocupación, aparte mi mirada con vergüenza.

El juez comenzó a dictar su usual discurso antes de comenzar el juicio real.

En los últimos meses se han reportado más de 15 casos de ataques a pueblerinos de parte de algún hombre lobo, esto sin contar que también se han presentado asesinatos de hombres lobo hacia otros de su especie, algo insólito a mi parecer —  me llamo la atención eso ultimo... A nosotros no se nos permite siquiera salir de la aldea como para que uno de "los nuestros" ataque a un humano-. Aparte de todo esto tu crimen es imperdonable, saliste de tu aldea sin permiso y luego mataste a una indefensa y vieja humana, esto sin contar el hecho que además se ha comprobado que has sido tú el que ha cometido los crímenes dichos anteriormente.

Todos en la sala exclamaron con horror mientras yo levantaba la cabeza con sorpresa.

¡¿Que?! Pero su señoría como es que tienen pruebas de algo que no paso...

Nuestro gran compañero y servidor nos ha traído pruebas suficientes como para dar mi veredicto final —el juez apunto al mismo hombre que mató a la abuela de Wei Ying Este me sonreía de forma siniestra. Me intente parar de donde estaba, pero las gruesas cadenas que parecían de hielo, que tenía en mis muñecas, tobillos y cuello, me lo impedían — Y mi veredicto final es la orca.

En un rápido parpadeo pude ver en el otro lado de la habitación, con los aldeanos, a A-Ying con una cara de completa tristeza y preocupación, creo que es la primera vez que lo veo tan expresivo. No pude evitar sonreír, al menos pude ver su cara otra vez.

Su martillo hizo un sonido al entrar en contacto con madera resonando, hasta mis tímpanos. Dos cazadores se me acercaron y tomando las cadenas de mi cuello o y manos me arrastraron de nuevo a la oscura habitación. Mire otra vez donde Wei Ying, y este ya no estaba...

~Wuxian~

Al oír la última frase del juez mis piernas fallaron y caí arrodillado en el piso, él me lo prometió, me miro a los ojos y me dijo que todo estaría bien pero no puedo seguir con aquella promesa de quedarme mirando todo y no hacer nada. Me escabullí por entre los aldeanos y vi cómo se lo llevaban a un asqueroso y oscuro calabozo, camine con rapidez entre la espesa nieve a mi casa. Al llegar tome la vieja capucha rasgada y mugrosa de cazador de mi padre y me la puse encima de mi caperuza roja.

Al caer la tarde, una hora antes de... aquello, me fui dejándole una pequeña carta a mi madre sintiendo que no la iba a volver a ver, ella junto a los aldeanos estaban esperando ver la matanza en el centro del poblado donde estaban preparando la orca.

Me acerque a la celda donde estaba esperando Lan Wangji su propia muerte, y como me esperaba habían guardias custodiando al prisionero, respiré hondo y me les acerqué, solo eran dos, sería fácil convencerlos.

Vine a llevar al prisionero a la orca —hice la voz más grave que pude.

Todavía no se ha ocultado el sol —dijo uno de ellos.

No soy yo el que manda, me dijeron que viniera a por el lobo y eso hago.

Mmmm... ¿Tú solo?

¿Insinúas que no puedo?  — Levante un poco la mirada.

Está bien pero antes muéstrame tu marca de cazador — sonreí y con una mano aparte ambas capas Bueno toma. de ropa dejando ver mi marca.

Me entrego las llaves y se fue, yo con velocidad me acerqué y la abrí, con la poca luz que aún se filtraba del sol lo vi, estaba de espaldas a mí pero no tardó mucho en saber que estaba ahí, aun con tanta basura en la celda pudo percibir mi olor.

— ¿Wei Ying? —me miro incrédulo y yo le sonreí.

Lobito — Me acerque y lo abracé, él aun no salía de su asombro.

— ¿Qué haces aquí? — pregunto al fin.

Te vine a rescatar... rápido tenemos que salir de aquí — tiré su brazo pero hizo resistencia.

Pero si te descubren te van a encarcelar por ayudar a un preso.

Por eso es bueno que no nos descubran.

Pero si escapo me tendré que ir de la aldea y no podría volver a verte, prefiero morir —sonreí atontado por sus palabras.

Idiota, ¿no lo entiendes aun? Estoy ayudándote a escapar para irme contigo.

— ¿Y tu madre? — se veía más que nervioso, como si le temiera a todo.

— A estas alturas eso no importa — no me gustaba mucho admitir eso.

La familia es lo primero, no te voy a separar de ella sin sentirme culpable

— ¡Lan zhan no seas idiota y ya vámonos!

Tenga mucho frío y apuesto que el también, ya que no tenía casi nada de ropa.

Pero... — pensó otra escusa pero ya no le salía ninguna ¿Por qué lo dudaba tanto? — O es que... ¿No quieres irte conmigo?
¿Prefieres morir? — en ese momento sentí mas tristeza que frio.

No es eso lindura, pero si nos vamos seremos fugitivos, no viviríamos en paz, no quiero que por mi culpa tengas que vivir con miedo — Se acerco a mí y puso una mano en mi cadera.

No es tu culpa, nada de esto es tu culpa, nada de lo que pase será tu culpa, tonto— empecé a sentir un nudo en mi garganta — ¿Sigues sin entender? Si tu vida acaba la mía también, no quiero verte morir y quedarme con los brazos cruzados como en el juicio. Si te mueres entonces sentiré que no hice los suficiente por el hombre que amo.

Me amas...

Si, y por eso no pienso dejarte aquí.

— Está bien, vámonos, vivamos como fugitivos, pero vivamos juntos.

Caperucita Roja by HariFics2 (adaptación Wangxian) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora