El orfanato MANJIRO SANO [Completa✓]

Donas desperdiciadas

Todo parece sin color para el peliblanco. Los días se sienten tan lentos y las emociones día a día parecen desaparecer y reaparecer después con fuerza haciéndole perder el juicio. Había renunciado a todo. Después de la muerte de su hermana se dió cuenta que la única razón por la cual todos tendrían un futuro horrible es el; el es el cáncer que destroza felicidades, entonces lo decidió; alejar a los que más ama para que ellos sean felices, alejados de las pandillas y el crimen, pero el destino tiene que emparejar la balanza y Manjiro lo sabe muy bien, por eso había creado Bonten, era como estar ofreciendo su alma a cambio de la de sus amigos; así funciona el mundo, Manjiro piensa que, todo en este mundo se trata de trueque; el intercambio su felicidad por la de sus amigos y a veces piensa que fue un precio muy bajo, claro que eso no significa que no los vigile para su seguridad, así fue como se enteró de la boda de Takemichi con Hinata, de como Draken ahora tiene una empresa de motos reconocida y demás acontecimientos en la vida de cada uno de ellos. Suspira; de nuevo su mente comienza a pensar ¿Habrían Sido diferentes las cosas si el hubiese tomado otras decisiones? No lo sabe, no, claro que lo sabe; habría Sido el padrino de bodas de Takemichi y el socio de negocios de Draken, habría conocido una chica linda y habría formado una familia, el problema es que no le gusta pensar en lo que hubiera sido porque el hubiera no existe y duele, tanto que prefiere hacerse el ignorante para ignorar que si el hubiese tomado otra decisión; habría Sido inmensamente feliz. Sus pensamientos sádicos se ven interrumpidos cuando su cuerpo choca contra algo, o más bien alguien. Todo pasa demasiado rápido, tanto que no puede razonar. Una enorme cantidad de cajas cae al suelo, abriéndose en el proceso y tirando una infinidad de donas coloridas al suelo, seguido de un grito femenino. Manjiro no presta total atención al humano que le ha chocado, sino a los postres que han quedado tirados por todos lados y como la gente los pisa incluso antes la petición desesperada de la chica. Manjiro simplemente se da la vuelta sin lanzarle siquiera una mirada a la persona que chocó. Sin embargo su andar se detiene por una calidez desbordante, la causa; una mano que se había aferrado a su brazo.

-. Espera. - escucha una voz suave, casi como terciopelo. Manjiro se voltea soltandose de su agarre, dispuesto a gritarle por haberse atrevido a tocarlo. Pero al hacerlo se queda, por segunda vez, petrificado. Unos enormes ojos avellana le miran con desesperanza, con lágrimas a punto de brotar y un ceño fruncido. Rasgos extraños, eso fue lo primero que pensó, ojos grandes enmarcados en pestañas rizadas negras, al igual que sus bien formadas cejas, piel canela clara, mejillas sonrojadas y labios gruesos, carnosos. No, el primer pensamiento que atravesó su mente; una extranjera. Se estreso al imaginar que la chica no hablaba el idioma y quiso alejarse incluso con más rapidez. El levanta una ceja de manera interrogativas. Ella mira las donas en el suelo y levanta la vista hacia el.

-. Usted me hizo botar mis donas. - dice ella. El se sorprende; habla el idioma a la perfección. Frunce el entrecejo.

-. Fuiste tú la que chocó conmigo y se cayó por falta de equilibrio. - dijo el sin interés. Ella se molestó. Cruzo sus brazos y su ceño se frunció más pronunciadamente.

-. Si claro. ¿Sabes cuántas horas me tomo hacer esas donas? No dormí horneado cada una de ellas. Son importantes y la culpa es tuya, claro está ¡Quien mierda anda caminando por las calles sin mirar al frente! Yo iba cargada con cajas y no podía ver en absoluto pero tú ¡Tu podías verme y por distraído me chocaste! Vas a ir conmigo a ese centro comercial y me comprarás las casi treinta donas que se cayeron por tu culpa. - dijo ella con furia. Manjiro se sorprende al escucharla. Nunca había conocido una chica tan volátil; hace unos segundos estaba triste y llorando y ahora parece un torrente de furia interminable. Ella obviamente no sabe con quién se está metiendo, pero recordó sus lágrimas "son importantes" dijo. El es un demonio sin emociones, o eso quiere aparentar, sabe que fue su culpa y no sabe el motivo por el cual ella llevaba tantas donas, pero parece realmente afectada por el tema. Finalmente suspira; se hará cargo y ya, saldrá de los compromisos con la extraña mujer.