Armagedón | Miguel O'hara x (t/n)

Prólogo

El multiverso de Spiderman es un inmenso telar en forma de telaraña, el trabajo textil más impecable del cual se podría tener recuento. Pero como toda textilería, alguien debe confeccionarla con sumo cuidado; sin mencionar darle su debido mantenimiento.

Ese alguien eras tú: La tejedora, guardiana de La Gran Telaraña.

Tal como tu noble título indica, cumples con la sustancial labor de mantener el Spiderverso en orden, literal y metafóricamente.

Por supuesto, no te encargas de las anomalías que surgen dentro del lienzo, en su lugar, dedicas tu vida a su cuidado desde el exterior de él: Reparar cada puntada, tejer cada conexión, hilar cada historia, entrelazar el espacio tiempo, entre otros. La lista sigue y sigue, pero no podrías tomarte la molestia de repasar cada una de tus labores en una lista mental ¿Con qué propósito? Llevas realizándolas al pie de la letra por centenares de eones; tanto así, que serías capaz de jactarte con orgullo de la rutinaria naturaleza que implicaba una responsabilidad tan grande como la tuya.

Si no fuese por el arduo esmero con el que ejerces tu oficio, la Gran Telaraña y quienes habitan en ella se irían al carajo en cuestión de segundos.

El único problema era que nadie, pero absolutamente nadie reconocía tus esfuerzos.

Siempre fuiste la única persona en el Exoespacio, es decir, fuera del telar o Endoespacio (mejor conocido como Spiderverso). Nadie era consciente de tu existencia; siempre espectadora.. nunca protagonista.

Antes eso no te importaba en lo más mínimo, ni siquiera te molestaste en observar desde lo alto a las vidas que se desarrollaban en las hebras del lienzo. Nada que tejer un par de granny square's sentada en una silla mecedora mientras tomabas tu café favorito no pudiera arreglar.

O así era.. hasta que él apareció.

Recuerdas cada detalle a la perfección, fue pocos meses después de bordar a la tierra 928 dentro del Spiderverso cuando comenzaste a notarlo: Pequeñas incisiones comenzaron a aparecer sobre el material de la tela, cortes lo suficientemente superficiales como para rasgar las fibras superiores, dejando libre de riesgo inminente la integridad del telar en cuestión. Un verdadero alivio considerando el pequeño paro cardiaco que sufriste la primera vez que ocurrió.

Lo primero que hiciste en aquel entonces fue reparar las áreas rasgadas con aguja e hilo, asegurándote de dejarlo como si el pequeño incidente nunca hubiese ocurrido. Por otro lado, decidiste averiguar qué o quién había sido el responsable de ello.

Ayudándote a ver con una lupa de bordado especial, enfocaste tu atención sobre el área de tela recién enmendada, pues allí se concentraron las anomalías antes que intervinieras para darles mantención.

Tras una meticulosa pero breve inspección lograste hallar al culpable: Spiderman 2099.

Tuviste suerte de tener el autocontrol suficiente para no escupir el café que estabas bebiendo allí mismo; el tipo estaba BUENÍSIMO como MÍNIMO. Por unos momentos te diste la libertad de olvidar el motivo de tu búsqueda, ocupándote únicamente de devorar al hombre con la mirada mientras grababas cada detalle del adonis en tu memoria.

Hombros anchos, espalda ancha, una cintura criminalmente estrecha y una retaguardia que estaba para morirse; sin mencionar que el traje de superhéroe se adhería a su complexión mesomorfa bien trabajada de manera exquisita. Maldijiste en voz alta, el hombre era toda una máquina y tú estabas más que dispuesta a ofrecerte como su mecánica personal.

Salir del trance te tomó más tiempo del que te atreves a admitir, pero fuiste capaz de recobrar las riendas de tu línea de pensamiento hormonal cuando viste lo que ocurrió a continuación. Un portal interdimensional se abrió frente al hombre tras presionar un botón en su muñeca- en la pulsera que llevaba puesta en la muñeca, te corregiste. Justo en dicho momento, un hilo del telar se rasgó en la forma de un pequeño corte; esto te entregó toda la información que necesitabas, decidiendo alejarte del telar (y el estúpido y sensual spiderman) de mala gana.

De alguna manera, este Spiderman se las había ingeniado para descubrir una pequeña fracción de la naturaleza del multiverso, logrando con ello adquirir el conocimiento para crear aberturas en el espacio tiempo del Endoespacio.

El único y gran problema era que estos portales no se cerraban solos, tampoco se cerraban con el simple acto de presionar de nuevo el mismo botón usado para crearlos. Si el Spiderverso era un telar y cada parche de universo estaba conectado a otro por incontables hilos, el hecho de crear un portal para ir de un universo a otro implicaba tener que rasgar los hilos conectores para crear dichas aberturas ¡Las cuales debías cerrar cosiéndolas manualmente!

Te quejaste ante la idea de ir con aguja e hilo de un lado a otro cerrando portales, pero eras consciente de que si no lo hacías, nadie más lo haría; de lo contrario los múltiples micro cortes terminarían por rasgar la conexión entre parches por completo.

Así fue como tu carga laboral fue creciendo conforme pasaba el tiempo. No tuviste quejas cuando el único capaz de viajar entre dimensiones era Spiderman 2099, pero los problemas comenzaron cuando este último fue reclutando a otros Spiderman de diferentes dimensiones, entregándoles un aparato con la misma habilidad de crear portales a cada uno. Desde ese entonces en adelante ya no conocías lo que era un merecido descanso, los días iban y venían mientras tú seguías sin poder alejarte del telar a causa de la absurda cantidad de Spidermans que abrían portales al mismo tiempo.

¡Era el colmo! Tus esfuerzos parecían ser inútiles, pues por cada portal que cerrabas aparecían otros seis. Los desgraciados te hicieron llegar al límite el día en que ni siquiera pudiste detenerte a tomar un puto café, cuando el multiverso entero estaba persiguiendo a un tal Miles Morales, quien se ganó la atención del estúpido y sensual Spiderman 2099 en cuestión de MINUTOS mientras tu existencia era desconocida a pesar de arreglar el constante daño que le hacían a la Gran Telaraña.

Ese día.. fue el día en que se te zafó un tornillo, porque en ese mismo día llegaste a la siguiente conclusión: Si querías que tu esfuerzo, tu existencia y tu labor fueran reconocidas, el Endoespacio tendría que arreglárselas sin tu presencia para arreglar sus cagadas; matarías dos pájaros de un tiro, pues finalmente tendrías la oportunidad de ser perseguida por el mismísimo Spiderman 2099.

Así fue como guardaste tu confiable kit de costura en el morral cruzado que llevabas puesto, aprovechando de dejar una pequeña nota que tenía en ella escrito un mensaje por si la TVA decidía meterse donde no la llamaban.

" Salí a pescar. Atte- (t/n) "

Lo último que hiciste fue tomar las tijeras especiales que te entregaron cuando fuiste asignada como tejedora; con ellas podías cortar el espacio tiempo a tu antojo como papel, una herramienta que sin lugar a duda necesitarías con frecuencia en el futuro por venir.

Soltaste un suspiro que no supiste que tenías guardado, te armaste de valor y cortaste un agujero de considerable tamaño en el telar antes de atravesar el portal.

Estas vacaciones las ibas a gozar como no te lo puedes imaginar.