Capítulo dos Catherine Jones

139 15 39
                                    

Capítulo dos

Catherine Jones

Muchas veces Harry se quejaba de su trabajo, pero la verdad es que desde Voldemort no lidiaban con un mago tenebroso ni oscuro. Había lidiado con magos y brujas que se creían lo suficientemente para trabajar con las artes oscuras. Le faltaban los dedos para contarlos. Pese a que muchas veces eran amateurs, Harry tendía a resultar herido. Por ejemplo, una vez, una bruja un poco torpe pensó que tener un cuchillo usado por una bruja asesina de magos en 1800 y hechizado por la cantidad de sangre que absorbió era buena idea. Él, el Chico que vivió, el Elegido, recibió una herida. Afortunadamente, el dichoso cuchillo que se volvía sedienta de sangre de mago reaccionó al acercarse, no tenía la hoja con veneno y la herida se pudo cerrar.

Hoy Harry tuvo un caso casi similar, con la diferencia que no salió herido (un milagro). El señor Kim había ido al callejón Knockturn a comprar algo con qué defenderse de los mortífagos y alguien le ofreció una máquina de escribir que según le dijeron podía materializar lo que escribía en ella. Pensando que había obtenido un gran poder, el hombre intentó escribir "matar a todos los mortífagos". Resultó que Kim apenas sabía escribir, por lo que, cuando terminó, firmó la hoja con su nombre. Apenas apartó su pluma, la máquina lo empezó a seguir, escribiendo y proyectando diferentes armas para asesinarlo

Afortunadamente, la máquina fue confiscada. Actualmente, ya se encontraba en manos de los Inefables y el señor Kim está estable en su casa. Una lastima que el señor Kim no le creyera cuando intentó explicarle que no había mortífagos y que quienes tenían la marca en sus brazos eran desertores, gente que jamás quiso estar en el lado oscuro y algunos eran tal vez solo doble agentes. Una lástima también era que el señor Kim le escupiera a los pies pese a haberlo salvado porque protegía, según él, a los Malfoy.

—Algún día te darás cuenta, Harry Potter —le escupió el señor Kim—. Algún día te darás cuenta lo mal que haces en dejar que tu hijo se junte con ese mini mortifago que podría ser el Hijo de Voldemort. Ese día, será demasiado tarde y te acordarás de mi, Harry Potter.

Harry suspiró con pesar cuando llegó a la oficina. Los rumores de que los mortífagos estaban poniéndose en movimiento para traer de regreso las ideas de Voldemort se habían propagado como agua. Apenas podía creer que la gente de verdad pareciera creer semejantes disparates. Harry se acordó quién era la culpable. Este grupo que creía semejantes rumores tenía una líder, una voz cantora que predicaba todos los días en los pasillos del mismo Ministerio de Magia y Hechicería.

¡Cuánto deseaba poder sacarlos de allí! Pero Kingsley no quería arriesgarse a perder más su imagen de Ministro, la cual caía en picada todos los días un poco más.

—Maldita política —susurró cuando una Hermione roja del coraje entró a su oficina. De solo verla supo que eran malas noticias—. Esa mujer está aquí otra vez ¿no?

—Sí. Y no está sola, Harry. Hay un grupo de magos y brujas con ella. Más grande que el de ayer.

Este grupo tenía un lema aterrador, promocionan la campaña "Muerte a los Mortífagos". Y la líder se llamaba Catherine Jones.

Harry se puso de pie y caminó con Hermione hasta la sala del Ministerio. Allí estaba Kingsley.

—Harry.

—Ministro —se saludaron y se concentraron en la mujer.

Era alta, de cabellera espesa y algo descuidada, nariz prominente, mentón cuadrado y grandes y largos labios. Era la hermana del marido de Lavander Brown, quien se había reincorporado a su trabajo. De hecho, Harry la vio acercándose, con las mejillas rojas y mordiéndose el labio.

Legado de Potter #2:  La maldición de los Malfoy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora