Sendokai "Después De Ese Día"

"El multiverso a tus pies"

– Ven conmigo mi amada, pondré el multiverso a tus pies.

¡ZACK!

¡CLOE!

   
°°°

Desperté con el corazón acelerado, otra vez esa misma pesadilla que me consumía todas las noches desdé hace nueve años.

– Mi señora – Habló una de las sirvientas desde el otro lado de la puerta – ¿Ya a despertado? El Gran Zorn la llama, debemos alistarla enseguida – Seguido de eso, entró con 3 mujeres más que llevaban consigo distintas prendas y accesorios en sus manos.

Cuando terminaron de alistarme, algunos guardias me escoltaron hasta la sala principal, dónde ahí se encontraba Él

Al verme se quitó ese casco tan particular, símbolo de su poder y estatus y me miró con ternura, esa mirada, ese rostro que se convirtió en mi salvación y perdición coexistiendo en un balance perfecto.

– Mi Reina, te ves tan hermosa como el mismo imperio, ven y acerca, tengo un obsequio para ti.

En cuanto estuve lo suficientemente cerca, tomó una de mis manos y dejó un tierno beso en ella, me llevó al trono que ahí se encontraba e hizo que me sentara

– Traiganlo ahora – Ordenó a uno de los sirvientes, que con gran rapidez trajo a nosotros un cofre negro cubierto de incrustaciones de diamante que en el medio se unían creando la figura de un triángulo rojo

– Después de milenios, al fin estamos apunto de hacer que absolutamente todas las dimensiones se sometan ante nuestra sabiduría y poder, creando así el multiverso perfecto, y como la única Reina de éste imperio, debes de tener algo que lo demuestre. – Al abrir el cofre una hermosa corona se mostró en el interior de este, él la tomó en sus manos y con gran delicadeza la colocó sobre mi cabeza para después darme un pequeño beso en la frente – No cabe duda de que eres completamente preciosa, ciertamente me molesta mucho no haber encontrado algo tan perfecto como tú, pero esta corona está hecha de los metales más valiosos del multiverso, cada una de sus gemas simboliza cada dimensión conquistada. Ésto te protegerá si algún día no llego a estar cerca de ti, pero ten por seguro que no permitiré eso, jamás. – Eso más que una promesa parecía una amenaza

Mirando mi reflejo por una de las ventanas, quedé asombrada por la belleza de la misma corona.

– Me encanta, muchas gracias Mi gran señor – Aún que estaba cautivada por el obsequio, lo que realmente me dejó pensando fueron sus palabras "Apunto de que todo el multiverso se someta"

La sorpresa por estas palabras hicieron que me dejara llevar por la curiosidad – Mi señor, ¿Puedo preguntarle algo? – Mis palabras salieron con nervios

– Puedes decirme lo que desees –Dijo acomodando un mechón de mi cabello por atrás de la oreja.

– A que se refiere con "Apunto" ¿Existen universos libres aún? – El me miró con seriedad y se inco ante mí para verme directamente a los ojos

– No tienes por qué preocuparte, son simples insectos escurridizos que tardé o temprano van a ser aplastados

Antes de que pudiera decir algo más un soldado entró sin ninguna advertencia a la habitación muy alterado

– Gran Zorn, perdón por la interrupción pero, tenemos nuevas pistas sobre el paradero de los humanos

Él se levantó y su cuerpo se tensó por completo, volvió a colocarse el casco y fue junto con el soldado

– Quiero que mandes tropas a esa ubicación de inmediato, si esta vez no logran atrapar a esa escoria, tu serás quien pague las consecuencias

– Como ordené – el soldado puso su mano en forma de puño sobre su pecho y exclamó – Zorn- Ur Craden – llendose de la sala con rapidez

–Ángel, me encantaría seguir conversando contigo pero ahora tengo algunos asuntos que resolver,¿por qué no vuelves a tu habitación? ¿sí? Haré que te lleven el desayuno – me ofreció su mano para ponerme de pie y acaricio mi mejilla con gentileza – Prometo que te recompensare más tarde

Seguido de eso, dos guardias entraron y me volvieron a llevar a esa solitaria habitación.

No pude hacer nada más que recostarme en la cama y mirar al techo imaginando por unos instantes que podía volar y disfrutar de todo el multiverso, sin ataduras ni restricciones, solo yo haciendo lo que quisiera

Al sumergirme más en mis pensamientos, me quedé completamente dormida. En mis sueños estaba en un lugar que no recordaba, pero por alguna razón me causaba nostalgia, estaba vestida con ropas particulares, corriendo con lo que parecía ser un Do hacía un lugar en específico, había más personas a mi lado solo que, por más que me acercara me era imposible recordarles, entré ellos estaba alguien en particular, su larga cabellera era lo que más lo destacaba, me sonrió y correó hacia mí.

"¿Te gustaría ir al cine conmigo hoy?"

De pronto todo se puso obscuro y una especie de niebla me envolvió llevándome de nuevo a la pesadilla que me perseguía sin descanso

Ahí está ese chico de nuevo, sentado a mi lado y sumergiéndome en su luz. La paz terminó cuando el lugar en el que estábamos fue destruido por naves, una de ellas me alejó del aura pacifica del chico y me sumergió en su obscuridad, exclamando las mismas palabras que me marcarían para siempre.

"Ven conmigo mi amada, pondré el multiverse a tus pies"