⚠︎ tw: sobreestimulación, asfixia, dacryphilia, dom connie
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Apenas estabas gimiendo en este punto, eras simplemente un lío de lloriqueos. Connie se acostó sobre su estómago, con la cabeza entre tus piernas, su lengua entraba y salía de ti. Él estuvo allí durante lo que parecieron horas, y tú estuviste follando durante lo que parecieron días. No estás tan seguro de lo que le pasó a Connie, llegar a casa y cerrar la puerta de un portazo. no te quejaste cuando te agarró de los tobillos y te arrastró hacia un lado de la cama, se tiró de rodillas y presionó su rostro contra tu coño vestido.
"¡C-Connie!" gritabas, alcanzando instintivamente para apartar su cabeza de ti. "¿qué está sucediendo?" apenas fue una pregunta, más bien una exclamación. no te prestó atención, besando tu montículo y tus muslos respirando profundamente. tu cara se puso roja de vergüenza, apoyándote en tus codos para ver al hombre enterrarse entre tus muslos. ajustando, estiras una mano para pasar tus dedos por su cabello. una sonrisa torcida encontró su camino en su cara.
"¿Me extrañaste bebé?" preguntas, ganándote un gruñido de tu amante. sus dientes mordían los bordes de tu ropa interior, le encantaba la forma en que usabas nada más que eso y su camisa. Olías a él, una hermosa mezcla de vainilla y su almizcle rezumando de tu piel. "Déjame comerte, cariño", eso tampoco era una pregunta.
Avance rápido hasta ahora, tus muslos se contraían alrededor de su cabeza cada vez que pasaba la lengua por tu sensible manojo de nervios. los sonidos que salían de entre tus piernas eran obscenos, los sorbos, los chupetes, los escupitajos. apenas podías formar las palabras para pedir un segundo rápido, pero incluso después de tres orgasmos no estabas tan seguro de estar listo para decirlo. las pocas veces que salió de entre tus piernas fue para empujar su polla dentro de ti, provocándote con movimientos suaves y lentos, acunando suavemente tu mejilla en su palma y mirándote a los ojos.
después del segundo orgasmo, te resultaba difícil mantener los ojos abiertos. tu cabeza rodaba hacia atrás en las almohadas, los ojos apretados. A Connie no le gustó esto, no, no. Te preguntó amablemente la primera vez, “mírame bebé, déjame ver qué te hace esta polla”, y lo intentaste, pero no lo suficiente. La segunda vez no estaba preguntando, embistiendo su polla dentro de ti y envolviendo sus delgados dedos alrededor de tu cuello para sacar tu cara de las almohadas hundidas.
"¿Ya estás jodidamente tonto?" se burló de ti con una sonrisa. “C-connie, ¡es demasiado!” te quejaste frunciendo el ceño. su ritmo era implacable, se clavaba en ti, duros golpes ascendentes que sabía que tenía en el ángulo correcto.
"¡Joder, joder, joder!" te quejas, sintiéndolo retirarse. la sensación del frío duró poco, y sus labios se envolvieron alrededor de su capullo de nuevo.
"¡C-Connie!"
tus caderas se movieron involuntariamente hacia su boca mientras él ahuecaba sus mejillas alrededor de tu clítoris, haciendo retroceder tus ojos a la parte posterior de tu cabeza. No importaba cuánto te movieras, Connie simplemente siguió tu coño a donde fuera hasta que terminaste con la cabeza colgando del borde del colchón.
"¿De qué estás huyendo, bebé?" él murmuraría contra tus labios, sin escuchar una sola respuesta cohesiva. "Solo una puta tonta, a la que le encanta actuar como la persona más inteligente de la habitación". él sabe que está hablando solo en este momento, pero la forma en que apretaste sus dedos le hizo saber que estabas escuchando. él curva sus dedos hacia ti, otro grito escapando de tus labios.
podías sentir las lágrimas brotar de tus ojos, abrumados por sensaciones de placer. no había ni un solo pensamiento dentro de tu lindo y pequeño cerebro. el sudor le corría por la frente, la piel enrojecida y caliente al tacto. tenías que recordarte a ti mismo respirar constantemente, ahogándote con tu propia respiración entrecortada y tu saliva. pensaste que estabas en tu límite, pero el nudo en tu estómago te dijo lo contrario.
"Puedes darle a papi uno más, ¿verdad, bebé?" tu cerebro apenas podía pronunciar palabras, encontrando fuerzas para levantar la cabeza y vislumbrar a Connie mirando tu rostro surcado por lágrimas. Esa mirada fue suficiente para que Connie entendiera, bajando la cara para succionar tus labios una última vez antes de empujarse de nuevo dentro de ti, enganchando sus brazos debajo de tus rodillas y empujándolas hacia atrás, tu pequeño cuerpo le da espacio más que suficiente para entrelazar sus dedos detrás de tu cuello, sosteniéndote.
sus embestidas fueron lentas esta vez, clavándose en las partes más profundas de ti, su polla besando tu cuello uterino con cada movimiento de sus caderas. tus lágrimas no dejaban de correr por tus mejillas, ¿era una locura que Connie lo encontrara caliente? ¿Que te haya follado mudo en su polla, llorando porque se siente tan bien?
una sonrisa divide sus labios cuando siente que tus caderas se contraen y giran bajo su agarre, incapaz de apartar los ojos de las lágrimas que se deslizan por tu rostro feliz. "Este coño es mío, ¿verdad?" pregunta, sabiendo ya la respuesta.
“Yo-¡oh! ¡Es tuyo papi, es todo tuyo!”
"Sí, cariño, lo sé, lo sé". Te calma, salpicando besos a un lado de tu boca. "Tomas esta polla tan jodidamente bien, di que te encanta".
"Yo", te ahogas, obligándote a abrir los ojos. "¡Lo amo tanto! ¡Te amo! mierda-” tu visión estaba borrosa por las lágrimas que llenaron tus ojos, parpadeando para alejarlas. encontraste que ese nudo en tu estómago explotaba, y por un segundo tu visión se desvaneció. Parpadeando para alejar la oscuridad, caíste inerte en los brazos de tu novio, dejándolo para que te sostuviera.
Connie se inclinó para besarte suavemente, en tus labios, tu frente, tu barbilla. arrastra su lengua por tus mejillas, murmurando palabras dulces mientras pasa por tus oídos. lamió una larga raya desde la comisura de tus labios hasta tus ojos, saboreando el agua salada que corría por ellos.
"Sabes, nunca quisiera verte así...", murmura y los empujones se vuelven descuidados. "pero te ves tan bonita llorando alrededor de mi polla".
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