◐ chapter thirty seven. ◐

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[Felix]

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[Felix]

Me emborraché. No recordaba haberme emborrachado, pero es que directamente no recordaba nada de lo que había pasado en casa de Jeongin. Tenía lagunas tan grandes que me ahogaba en ellas al intentar rehacer aquella tarde, vislumbrando brevemente a Han Jisung como si fuera la tan reclamada superficie.

Con la mochila de camino a clase, rebotando contra mi asiento con cada bache que daba el autobús, no veía el momento en encontrarme con el platinado. Tenía demasiadas preguntas, demasiadas opciones que podían ser ciertas. ¡Podía haber hecho cualquier cosa en aquellas horas que no recordaba! Me tensé solo de pensarlo, mirando la puerta del autobús tan concentrado que podría haberla hecho explotar. Solo quería verle tras ella, y el tiempo parecía ir más lento que nunca.

Hasta que apareció. Hasta que la brillante cabellera que tanto me estaba impacientando, apareció tras las puertas, las atravesó, introdujo su ticket y comenzó a avanzar hasta los asientos principales, bastante alejados del mío. Negué.

Sin pensarlo dos veces, porque en el caso de haberlo hecho probablemente me hubiera retractado, agarré uno de mis bolígrafos y le saqué impasible la tinta de su interior, dejándolo completamente vacío. Seguidamente arranqué un trozo de página de mi agenda escolar y comencé a arrugarla hasta formar una pequeña bolita.

Luego la disparé, soplando a la nuca del reclamado y manteniendo una perfecta dirección. Iba a darle, probablemente estaba a medio centímetro, cuando con un simple movimiento atrapó la bolita en un puño. Sin girarse. Tan solo alzó la mano y la encerró. Tragué saliva, sintiéndome extrañamente intranquilo.

Entonces se giró, probablemente buscando al tirador, es decir, a mí. Aún con el bolígrafo en la boca, cuando nuestros ojos se encontraron, inspiré hondo, tragándome el plástico y volviéndolo a escupir entre ridículas toses contra el asiento de delante. La persona se giró para comprobar que pasaba, pero ni le presté dos segundos de atención. Estaba demasiado pendiente en la fría mirada que tenía el de pelo platinado en la cara.

Y en cómo cambió al verme.

Suspiró y se puso en pie, comenzando a caminar de mala gana hacia mí. Yo me hice a un lado, dejándole mi asiento libre y ocupando yo el continuo, pegado al cristal. Antes de sentarse, se paró frente a mí y abrió su mano, mostrándome la inofensiva bolita igual o más deformada de lo que ya estaba antes.

- Creo que se te ha caído esto -me la lanzó sin fuerza, haciendo que rebotara sobre mi regazo y seguidamente cayera al suelo. Tragué saliva de nuevo, presionando la mochila contra mis muslos de manera inconsciente. - Como mínimo podrías disculp-

- ¿Qué pasó ayer? - lo pregunté repentinamente, sin siquiera dejarle acabar su frase.

- ¿Ah? -de nuevo su expresión volvió a cambiar, esta vez a una mucho menos confiada. Miró a su alrededor y ocupó inmediatamente el asiento. - ¿De qué estás hablando? -incluso su tono había bajado.

milk fangs ✦ stray kids (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora