milk fangs ✦ stray kids (pausada)

◐ chapter twenty-three. ◐

[Jeongin]

Había estado encima del otro chico, y nada. Incluso rocé su cuello con mi nariz. Fue solo un instante, pero hubo contacto, y aun así no sentí ese común descontrol que me incitaba a desgarrar la garganta de cualquier humano.

Por algún motivo, cuando tenía a Hyunjin cerca, no podía ni pensar en probar otro tipo de sangre que no fuera la suya.

Aunque eso terminara dando un giro de ciento ochenta grados en el momento que se alejaba,y más que su olor me quedaba el recuerdo de este. En ese momento, podía arrasar con casi toda vida animal que residiera en cincuenta metros cuadrados del bosque. Animal o humana, pero teniendo en cuenta las millones de veces que Jin me torturaría si provoco otra mudanza por haberme comido a la mitad del pueblo, me inclinaba más por la sangre animal.

— ¿Y a ti te gusta jugar a esas cosas? —solté mientras caminábamos tranquilamente por la acera. Hyunjin iba con las manos en los bolsillos, y yo pateaba de vez en cuando a una pequeña piedrecita que nos llevaba acompañando desde hacía varios metros. — Con tantos botones y palancas... ya sabes, no es divertido...

— Tienes razón. No lo es.

— ¿Y te gusta?

— No realmente —sonrió y se encogió de hombros. — Es entretenido, pero prefiero hacer otras cosas.

— ¿Otras cosas?

— Otras cosas.

— ¿Cosas como qué? —di otra pequeña patada a la piedrecita, la cual se desvió, terminando frente a los pies de Hyunjin. Le miré, quedándome quieto, y tras sonreírme, me la devolvió con el pie, haciendo que quedara de nuevo en mi carril.

— Cosas como correr. O bailar. O leer.

— A mí no me gusta leer —otra patada y la piedra avanzaba unos metros. — Pero a veces bailo, y aunque Jisung sea mejor que yo corriendo, también me gusta correr —sonreí contento por mis palabras. — Sí, correr es divertido.

— Mh —sonrió de nuevo, mostrando todos sus perfectos dientes. Era más bonitos incluso que los de cualquier vampiro, y eso que la dentadura de los vampiros es algo destacable. Quizás por lo bonito que era al sonreír, Jin me dejaría quedármelo como mascota. — ¿Y que más cosas te gusta hacer?

— ¿A mí? —asintió y yo fruncí los labios, pensativo, mientras me acercaba rápidamente a la pequeña piedrecita para patearla de nuevo. — Creo que cualquier cosa mientras no dure mucho. Minho dice que tengo la concentración de un feto.

— Oh, entiendo.

— Yo no —me encogí de hombros, restándole importancia. — No sé qué es un feto, pero tampoco me importa mucho, la verdad.

— ¿No sabes lo que es un feto? —me miró alzando una ceja y yo negué, haciendo que mi flequillo se balancease y tapase brevemente mi campo de visión. Veía a Hyunjin entre mis mechones, y en ese momento me di cuenta de que iba siendo hora de un corte.