Part 21

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Misterios hablaba enserió, esta clase de música de salón le daban ganas de irse a dormir. Como una persona moderna, esperaba poder enseñarles a estos dioses pasados de moda un poco de cultura.

—Creo que puedo estar de acuerdo contigo, cada cierto tiempo los mortales crean nuevas melodías, pero no parecen innovar lo suficiente.

—En mi próxima subasta debería ser capaz de enseñarte algo interesante entonces.

—¿Me estas invitando?

—Por supuesto, trae a todos tus amigos.

Misterios sintió un dolor en su pie.

—Perdón.

Freya lo había pisado. Por alguna razón, Misterios empezó a creer que no le agradaba mucho a esta mujer.

—No hay problema.

Los dos dieron una vuelta más y la cara de Freya se puso fea.

—Lo siento.

Misterio le había pisado el pie.

—Es normal equivocarse ya que estas aprendiendo.

Los dos continuaron, y Misterios recibió otro pisotón.

—Lo lamento.

—Esta bien.

Ambos siguieron bailando, pero de vez en cuando se escuchaba un golpe, seguido de una disculpa.

Al final los dos solo se estaban pisando.

Freya escuchó una tos familiar y volteo en esa dirección, mirando afuera de la pista, ahí estaba Ottar queriendo llamar su atención. En algún momento la música había terminado y solo ella y Misterios habían continuado con lo suyo.

Que vergüenza, eso fue lo primero que pensó Freya, luego volteo hacía Misterios, solo para descubrir que ya no estaba, el hombre se había escapado cuando ella se distrajo.

Solo pudo caminar hacía Ottar con la cabeza baja, Se sentía avergonzada y agraviada. Nunca la habían tratado tan mal, y sin darse cuenta también sentía otro tipo de emoción.

—Esos dioses son realmente molestos.

Misterios lo sentía por Freya, pero tratar con todos sus admiradores habría sido realmente molesto.

Se había alejado del centro de todo, hasta llegar a una de las mesas en la esquina. Por suerte era un dios, si fuera un aventurero probablemente habría perdido se castidad esta noche.

Cuando Misterios consideraba sí aprovechar la oportunidad e irse del lugar. Al ver una mesa de comida cerca suyo, logró notar algo interesante. Una mano salía debajo de la mesa y tomaba pequeñas porciones de comida. Él solo observo como se llevaba este proceso varias veces. Y cuando sintió que había visto lo suficiente, decidió acercarse a comprobar.

Misterios se puso en cuclillas y miró debajo de la mesa. Cuando recorrió el mantel, encontró lo que parecía una niña Hámster.

La niña tenía ojos verdes, cabello largo y negro que cubre uno de sus ojos. Llevaba un vestido verde con decoraciones de flores. Además de sus mejillas llenas con comida.

Misterios busco en sus recuerdos más profundos hasta reconocer a esta niña.

—¿Eres Dia?

La niña continuó masticando su comida, pero asintió con la cabeza.

Pero qué sorpresa, Dia es la diosa de uno de los juegos pertenecientes a la saga, desde que vio a Aphrodite en el banquete, ya sabía que la historia no sería para nada como se recordaba. Ya que a él no le importaba en absoluto seguir la línea del tiempo, no había mayores problemas, que el mundo fuera más confuso solo le daban más oportunidades para hacer lo suyo.

—Y... ¿qué haces debajo de la mesa?

Una vez Dia terminó de masticar hablo.

—Estoy comiendo.

—Eso puedo ver, ¿pero porque debajo de la mesa?

Misterios vio como Dia dudaba en responder, así que decidió meterse debajo de la mesa también.

—Puedes confiar en mi.

Luego de tal gesto Dia no podía seguir negándose.

—Me estoy escondiendo de los demás dioses.

—Oh qué coincidencia, yo también me estoy escondiendo.

La diosa Dia abrió su boca en forma de "o" haciendo un gesto sorprendido, no pensó encontrarse con otro dios con los mismos problemas.

—¿De verdad te estas ocultando?

—Si, esos dioses son muy molestos, por eso vine a esta esquina.

—Verdad que sí, es mejor comer solo en este lugar.

Dia estiro su mano hacía la mesa trayendo otro platillo diferente y se lo entrego a Misterios.

—Aquí.

—Gracias.

Misterios se preguntó si Dia tenía un radar de comida o algo, para escoger los platos sin mirar con tal habilidad.

Con este intercambió los dos pudieron charlar de forma amena.

—¡Oh, entonces eres ese dios Misterios del que todos hablan!

Dia estuvo todo el tiempo debajo de la mesa, así que no había visto a Misterios.

—No es tan exagerado, simplemente hice algo que no todos habían pensado y salió bien.

—No, no, es bastante increíble.

Una vez Dia gano confianza, empezó ha hablar de forma más animada.

—Apropósito Dia no recuerdo haberte visto en Orario.

Cuando Dia escucho ese comentario, pareció perder los ánimos.

—Eso es normal.

Luego de eso, Dia empezó a contarle el porqué de todo. Resultó que Dia había llegado a Orario hace pocos días, no tenía miembros de la familia, ni ningún amigo al cual pedirle ayuda.

Había estado muriéndose de hambre y viviendo en las calles. Por eso, cuando supo que habría una fiesta, se coló en el lugar sin decirle a nadie, tenía mucha vergüenza de que alguien la viera. Por esta razón permaneció debajo de la mesa comiendo todo lo que podía, esperando que nadie la notara.

—Ya veo, pero no es necesario que te escondas por esta razón Dia. Todos los dioses son iguales al principio, la razón por la que me ha ido mejor es por pura suerte y gracias a la ayuda de Loki.

Dia hizo una expresión extraña luego de escucharme.

—Bueno, ya sabes, hace más de un año que descendí.

Misterios se quedó en silencio, resulta que hay un dios más inútil que Hestia en este lugar.

—Vivía en una pequeña ciudad más al este. Pero luego de todo este tiempo, no fui capaz de mantener una familia estable. Luego de pensarlo mucho, decidí venir a Orario a buscar suerte.

Dia no pareció notar nada raro y continuó contando su historia.

—Entiendo, parece que la has tenido difícil.

Misterios lanzó su sonrisa más soleada.

—Dia creo que es el destino que nos reunamos.

—¿Tú crees?

—Completamente, ¿te gustaría trabajar conmigo?

Las miradas de Misterios y Dia se cruzaron, y este día, debajo de esa pequeña mesa, se formó una profunda amistad¿?

Danmachi sistema de dios bidimensionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora