—¿Sabes por qué te he invitado hoy, Zou?
Susurró sobre su oído, Heizou tembló ante la manera en la cual salió su nombre y bajo la caliente ráfaga de aire caliente que entraba en su oreja derecha.La situación era comprometedora, debido al ardiente sol de verano, la superficie era completamente visible sin tener que encender la luz... Pero retornemos a cuando el Sol seguía en lo alto del cielo.
Era un caluroso viernes sobre las 2 de las tarde y después de clase, Kunikuzushi invitó a Heizou a pasar la tarde jugando a algún juego en la Play.
Como de costumbre, su novio aceptó casi inmediatamente y el pelimorado se apresuró a llamar a su madre para poder ir con ella a casa en coche.La pareja se aproximó a los parkings de la universidad encontrando allí el coche aparcado de Ei y a esta misma esperando dentro.
—Hola, mamá— saludó Kunikuzushi abriendo una de las puertas del automovil —gracias por llevarnos...— Añade bastante inseguro por la respuesta que recibiría de su madre. Esta última se puso a ajustar el retrovisor interior con una mirada serena:
—Sólo estoy llevando a Heizou, ya sabes que los viernes no estoy dispuesta a aguantar a todas las personas que traes siem-
—Sí, sí; gracias de todos modos por llevar a Hei.— Interrumpió sentándose en los asientos traseros, Shikanoin se quedó de pie ante la tensión familiar sin saber qué comentar o hacer.
—No seas tímido y entra, Shikanoin— diría la mayor sonriendo amigablemente.
—Sí, profe- señorita- señora Raiden... Gracias.— Dijo antes de tomar asiento detrás del asiento de Raiden. El pelirrojo no lo sabía pero Scara quería que se sentase ahí a posta, y vaya que sucedió.
—De nada.— Murmuró nuevamente Ei, arrancando el motor del vehículo y comenzando el recorrido en cuanto todos tuvieron puesto el cinturón de seguridad.
Los primeros minutos de silencio no fueron nada incómodos, Heizou navegaba por las redes sociales mientras que Ei navegaba por las carreteras de la sociedad.
Kunikuzushi miraba de reojo a su pareja y a su madre. Esta última lo notó.
—¿Tienes algo que contarme?— Demanda la mujer.
—Nop, me preguntaba si hoy también ibas a salir con Miko— dijo casualmente, Ei lo miró a través del retrovisor antes de preguntar.
—¿Por qué? ¿Acaso quieres la casa sola?— Dijo con una pícara mirada, Heizou dejó discretamente el móvil para concentrarse algo más en la novedosa y misteriosa conversación.
—No, era para saber si tendría que cocinar algo para Heizou.
—Hm, pues pensábamos ir a un restaurante hoy, así que puedes utilizar lo que quieras del frigorífico y prepararle algo digno a Shikanoin. ¿Te vas a quedar a dormir, cielo?— Preguntó dirigiéndose al no-perteneciente de aquella familia.
—No tengo nada preparado...— Habló con algo timidez, pues Kunikuzushi se la había acercado repentinamente.
—No es nada, tengo pijamas de sobra— Comentó entonces Kuni, sus manos se colocaron sobre los hombros ajenos y obligó a Heizou a girarse hacia él.
—Si él quiere, puede quedarse— dijo Ei deteniendo el coche por el semáforo en rojo, sus ojos repasaron el coche por el retrovisor viendo a su hijo invadir el espacio personal de Heizou; ella sólo suspiró antes de comenzar a escuchar los picos que regalaba Kunikuzushi a Heizou.
"Mua, mua, mua..." Sonaba repetitivamente, el semáforo pasó de ámbar a verde y Raiden arrancó detuviendo momentáneamente los besos gracias al bache posterior al paso de zebra.
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₊⿻゚𝗨𝗻 𝘃𝗲𝗰𝗶𝗻𝗼 𝗿𝘂𝗶𝗱𝗼𝘀𝗼 ↳𝗫𝗶𝗮𝗼𝘇𝘂
Fanfiction──★ ────★ ₊❏❜⋮ Cuando Kazuha consigue independizarse completamente de sus madres, alquila un apartamento cerca de su universidad. Cuando sus sensibles oídos son perturbados por la música del residente de al lado, va a quejarse pacíficamente. ╰┈➤ **s...