Es Sagrado. Está Maldito. (Satoru Gojo X Lectora)

五 Beatitud

-Entonces fue ¿Una caja de música?

-Verás; luego de separarnos comencé por uno de los rastros de energía mas fuerte en el primer salón, pero justo después llamó mi atención otra cosa, sentí algo extraño aunque mas bien, era era mucha curiosidad... provenía de esa caja, la abrí y comenzó a sonar una melodía...

T/n acababa de despertar, era el día siguiente al incidente. Estaban en la habitación de Satoru, él se había quedado toda la noche a su lado en una silla junto a la cama.

-¿Un objeto maldito? Yo... yo no vi nada cuando estuve allí. -Satoru lucia un poco desconcertado pero por sobre todo estaba apenado; era supuesto que con sus seis ojos era capaz de verlo todo ¿Porqué no vio que algo tan riesgoso se contenía allí?

-Oye, no pienses que fallaste de alguna forma... si pensé que podría haber algo en esa caja, yo no debí haberla abierto.

Pero él negó ante sus palabras -No debí dejarte sola, se suponía que yo era tu escolta... -el semblante de Satoru tenía un dejo de tristeza y parecía que apenas se atrevía a verla a sus ojos púrpura.

Una de sus amplias manos se posó sobre la de ella, aun parecía no atreverse a mirarla. -T/n, Perdóname.

Ella tragó seco, sintiendo como el agarre y el tono que usó Gojo parecían un ruego.

De súbito, T/n retiró su mano rompiendo la conexión.- No. -habló muy seria.

Él levantó la mirada sorprendido.

-Satoru, no fue culpa tuya. Y no me veas como si fuera a morir, ¡Mírame! estoy bien -T/n, que estaba sentada sobre la cama, avanzó hasta la orilla para bajar y ponerse de pie frente a él. -¿Ves?... -puso sus manos hechas puño sobre su cintura en una pose de determinación.

... Fue una mala idea: tan pronto terminó aquella pose se mareó profundamente y sus rodillas fallaron... de no ser por Satoru hubiera encontrado el suelo; él la envolvió en sus brazos firmemente para detenerla y luego para guiarla de nuevo hacia la cama.

-Ten cuidado...

-...te juro que estaré bien - dijo T/n algo avergonzada mientras Gojo aun la tenía entre sus brazos.

-Sé que sí... - él contestó muy cerca de ella mientras la depositaba de nuevo sobre el colchón.

Luego de eso ninguno estuvo muy seguro sobre que decir. Ella fue quien decidió hablar.

-Gracias por quedarte aquí conmigo toda la noche... no tenías que hacerlo... quiero decir, -T/n miró hacia la cama que ocupaba, era de las mas grandes -esta cama es enorme, aquí podríamos caber ambos con un brazo de distancia. -ella rió por lo bajo tras realizar el inocente comentario.

Satoru rasco su nuca sintiendo un poco de pena al imaginarse en la misma cama con ella y se agitó un poco.

-Ahh, ehh, bueno... es que si la cama no es de este tamaño, me cuelgan los pies. -él también río -pero no tienes que preocuparte por eso, hay mas habitaciones, hoy usaré alguna de esas.

T/n había olvidado que Gojo vivía en una casa tan grande como las de un feudal rico, de seguro tenía otras cinco o seis para elegir.

-En ese caso déjame ocupar una de esas habitaciones, esta es la tuya después de todo... no voy a dejar que me digas que no. -la joven le veía con una mirada pasiva pero firme, eso le encantaba de ella.

Él no hizo mas que asentir y sonreír de vuelta.

T/n continuó -Mañana seré yo quien te despierte y....

De pronto, Satoru dejó de sonreír y abrió los ojos en sorpresa, el comentario pareció haberlo hecho caer en cuenta de algo demasiado importante... aquello sorprendió a T/n y le impidió terminar de hablar.