Capítulo 16

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SHIN HYE los recibió en la puerta con una enorme sonrisa.

—Somin ya se tomó su biberón hace una hora y se volvió a dormir.

—Genial —dijo Jimin—. Gracias por cuidar de ella.

—A tus órdenes.

—Saluda a mi mamá de mi parte el domingo —pidió Jimin.

—Deberías venir a verla —lo regañó Shin Hye—. Te extraña.

Jimin sacudió la cabeza.

—Sabes que no se siente cómoda conmigo, es más fácil para todos si no me acerco.

Shin Hye le dio un golpe amistoso en la cabeza.

—No has estado con ella por tanto tiempo que no sabes con lo que se siente cómoda. Estaba impactada, todos lo estábamos, pero te ama al igual que todos y hemos hecho elecciones que ella preferiría que no hiciéramos.

—No fue una elección, Shin Hye, soy quien soy —le recordó Jimin.

—Mayor razón para darle una oportunidad de demostrarte que ahora es mejor — insistió Shin Hye.

Jimin frunció el ceño. Shin Hye levantó las manos en derrota.

—Bien, me voy, solo promete que lo pensarás.

Jimin asintió para apaciguarla y cerró la puerta.

—¿Todo bien? —preguntó Jungkook, quitándose los zapatos en la puerta y abrazando la cintura de Jimin por detrás. Comprendía un poco la situación, pero no lo suficiente para entender la conversación entre los hermanos—. No parecía estar muy contenta contigo.

—Quiere que vaya a visitar a mi madre —explicó Jimin—. No la he visto desde que le dije que soy gay, a excepción de Navidad y Pascua. No me echó de la casa, pero obviamente le molestó. Es más fácil para todos si no estoy cerca.

Jungkook no sabía cómo responderle, el haber elegido no hablar a su familia acerca de su orientación sexual no le daba la capacidad para aconsejar a Jimin. Trató de cambiar de tema acariciando la nuca de Jimin.

—No te preocupes por eso esta noche. Mejor aprovechemos el hecho de que Somin está dormida.

Jimin asintió, se recostó contra los brazos de Jungkook, contento de tener un momento para ser consolado en vez de ser el que reconfortaba. Las relaciones eran así, se recordó a sí mismo. Apoyarse en la pareja cuando se estaba a punto de caer y apoyar al otro cuando lo necesitaba. Había pasado los últimos meses apoyando a Jungkook para que se adaptara a la vida con Somin. No sabía mal recibir ese trato ahora. Se giró en los brazos de Jungkook y acarició su mandíbula.

—Creo que esa es una idea maravillosa. Quiero que hagamos el amor. Era la mejor idea que Jungkook había escuchado en meses.

—¿Qué estamos esperando? —bromeó. Soltó a Jimin y le tomó de la mano para subir por las escaleras. Tendrían que ser silenciosos allá arriba para no molestar a Somin, pero no le importaba. Quería que la primera vez que hicieran el amor fuera en su cama, no en la sala de juegos extra.

—Dime tú qué esperamos... —dijo Jimin mientras lo seguía. Su mente ya había comenzado a imaginar todas las cosas que haría con Jungkook. Comenzando por quitarle esa camisa.

—No esperamos nada —respondió Jungkook, guiando a Jimin a su dormitorio y abrazándolo nuevamente—. Absolutamente nada. —Le quitó la chaqueta, para así poder quitarle la camisa y entrar en contacto con su piel.

Jimin se quitó la prenda de lino, dejándola caer al suelo. Ya la recogería más tarde.

Ahora, solo quería enfocarse en una cosa: desnudarlos a ambos lo más pronto posible.

Una bebé y dos solterosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora