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El timbre sonó anunciando el tercer descanso del día y el cambio a la cuarta clase. Los alumnos empezaron a salir del aula, otros se quedaron sentados hablando o haciendo sus cosas.

—Creo que te asusté un poco —le dijo Riki a Sunghoon de pie a un lado del puesto del mayor, este se encontraba sentado mirando la madera de la mesa; sólo hacía eso.

La verdad es que luego de la anterior conversación Sunghoon había entrado en crisis temiendo por su vida, incluso le había escrito a Sakura que un tal Kim Sunoo quería matarlo, entonces su mejor amiga también se había unido a la crisis y quería salir en su defensa.

Sunghoon alzó su cabeza para ver al chico encontrándolo más alto de lo que creía.

—Solo un poquito —Sunghoon intentó sonreír al decir eso, Riki se rio.

—No es tan terrible como piensas, o sea si es terrible, pero no de la forma que crees —Riki se apoyó a la mesa que estaba a un lado, suspiró— Tal vez te tengo que hablar un poco del instituto y de esos chicos para que logres entender.

La forma en que se refirió a ellos no hizo a Sunghoon estar menos asustado, pero el hecho de que al parecer nadie lo iba a golpear lo alivió un poco.

De la nada a Riki le vino una idea increíble a la mente.

—¡Que sea como en Mean Girls, vamos! —el japonés dijo emocionado y tomó a Sunghoon de la muñeca para hacerlo poner de pie y así salieron del salón con el mayor siendo medio arrastrado.

—Oye oye, más lento —murmuró Sunghoon viendo que sus repentinas acciones atrajeron la atención de algunos que estaban alrededor.

Riki se rio y le devolvió el saludo a un chico que pasó a su lado.

—Comencemos —dijo con una gran sonrisa el japonés en medio del pasillo, a su lado caminaba Sunghoon solo dejándose guiar por el chico— Todos aquí son una mierda.

Los ojos iluminados de felicidad de Riki no parecían concordar con lo que decía.

—Eh ¿No son tus amigos los de la clase? Te vi hablando con algunos... —susurró Sunghoon sin querer que alguien más escuchara sus palabras, metió las manos en los bolsillos de su pantalón sin saber que eso lo hacía ver más atractivo por lo cual más miradas pasaron a estar en él.

Ahí estaba la atención de nuevo, aunque no la quisiera.

—¿Amigos? No, conocidos. Aquí nadie es completamente real, muchos falsos amigos así que es mejor no tenerlos —Riki aún sonreía, volteó a ver a Sunghoon con una mirada feliz— Pero tú te ves como alguien que no es de aquí así que seremos grandes amigos, mi querido Sunghoon.

El brazo de Riki pasó por los hombros de Sunghoon con toda confianza atrayéndolo hacia él, el menor saludó a alguien más alzando su brazo libre.

De alguna forma Sunghoon no sintió extraña o incómoda la confianza que Riki tomó con él, le agradaba el chico, era divertido.

Sunghoon y Riki caminaron por el pasillo unos minutos más, el castaño sin saber a donde iban solo dejándose guiar. El menor le explicaba una que otra cosa a Sunghoon o le decía datos sobre algunos alumnos que se encontraban, en medio de eso siempre había muchos saludos hacía Riki ya que al parecer era bastante conocido.

Si, solo conocidos para él.

—Oh, mira aquí comienza mi momento Mean Girls —dijo Riki fingiendo falsa emoción, su brazo aún rodeaba los hombros de Sunghoon pues había encontrado cómoda la posición. Con su dedo índice señaló de forma muy poco decente hacia un lugar específico, Sunghoon llevó su mirada hacia donde señalaba el contrario encontrándose con un chico guardando unos libros en su casillero— Ese de ahí, es Lee Heeseung.

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⏰ Última actualización: Jun 09, 2023 ⏰

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