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El sonido del cuartel como siempre es estruendoso, todas las versiones de ellos mismos se encontraban en diferentes lugares, un día más en la vida de cada unos reclutas.

Mientras ellos tenían su vida a parte de atender el cuartel, cada uno su universo...

Pero para Miguel, es lo único que tenía, ya no le quedaba nada más, con un mirar perdido mirando los scanners que iluminaban en grande los vídeos de su universo donde fue felíz, verse con una gran sonrisa abrazando a su hija fue una de sus grandes memorias más preciadas, fue en ese lugar donde él siempre fue felíz.

Nadie podría comprender el como lo que más anhelaste y quisiste con toda tu alma desaparece ente tus brazos, como todo el mundo a tu alrededor que quisiste más que tu propio universo, se desvanecía en tu mirada, llena de decepción y tristeza, convirtiendo te en sólo un cascarón vacío de lo que tiene que soportar.

Un suspiro dolido broto de su pecho, aunque en su rostro ya no tenía ninguna expresión, el se decidió el no demostrar más lo que sentía, todos los hombres arañas son demostrativos y demasiados alegres, en comparación con él, ¿El porqué tendría que ser feliz cuando no tiene algo de lo que sentirse feliz?

Ha estado siendo fuerte con todos  y todo, y está procurando que otros no cometan sus mismos errores, quiere proteger a los demás que al menos, ellos tienen qué proteger.

Por suerte no han sucedido más anomalías, u agujeros negros intermedio de las redes de todos los spiderman.

Un día más, un día menos.

Con un suspiro exhausto se dejó caer en esa silla, ya no queriendo ver esa secuencia de imágenes que solo le hacían doler más su duro corazón, está vez solo quería descansar de todo ese peso en sus hombros, ese dolor ofuscante que simplemente no podía dejar de decirle, que todo su sufrimiento y que millones de gente falleciera por culpa suya.

— esto es tan cansado...

Fue lo que mencionó desviando su mirar lejos de esas imágenes, estaba cansado de estar lamentándose, pero no podía.

Sus manos fueron a su frente, estresado, queriendo calmarse, suspirando con mucha fuerza, pero al tener su mirar cubierto, solo escucho la voz de Lyla.

— ¿De nuevo recordando? —el holograma de la mujer estaba cerca del hombro de Miguel, está vez el hombre no se descubrió el rostro, simplemente suspiraba queriendo descansar el pesar. Lyla comprendía en parte su tristeza y pesar, que aunque fuera un holograma, quiso dar sus condolencias.

— déjame en paz, Lyla —su voz monótona y fría de siempre le contestó, destapando sus ojos, ojos llenos de cansancios, sus pupilas dirigieron al holograma de la mujer, quien simplemente mostró una mueca aunque lo soportó por su compañero, Miguel se acomodó en el asiento, por suerte ningún otro hombre araña se encontraba en su lugar de comando, odiaba que lo interrumpieran, el suspiro con exhausto brotó.

— no te preocupes... Está vez no vengo a burlarme ni a pedirte nada... Sabes, todo el trabajo de cuidar las líneas del multiverso te está tomando mucho, Miguel... Y, sabés, aún no... Logras superar con exactitud... Lo que pasó contigo —Lyla simplemente desvío su vista con tristeza, sabiendo lo que su compañero tuvo que pasar, y lo peor de todo, dos veces.

Dos veces el dolor.

Dos veces el perder lo que más amaba, fue por ello que también Miguel perdió lo poco que le quedaba de su voluntad.

Está vez su vista fue al holograma, viendo como Lyla decía la verdad, se mostraba que le quería dar consuelo, no pudo evitarlo, aunque quisiera sonreír, su rostro estoico no podía motivarse en levantar un ceño, una rosa marchita en su pliego más triste, marchito y pisoteado.

Lo único que deseaba es volver a tener al menos algo de lo que más amó.

— te creo... Se nota que todos están descansando al no presentarse anomalías tan graves, y errores de las líneas —cerro sus ojos no queriendo ver ese rostro de su amiga, odiaba los gestos así, débiles, que le mirarán con pena.

El lo estaba intentando, estaba intentando de enmendar sus propios errores para que a nadie logrará pasarle.

— si, pero sabes, si quieres no sufrir... Lo único que no debes de tener es la reminiscencia, Miguel, porque eso lentamente aunque tú no lo comprendas, te está llevando a un lugar donde se hará una perdición, ni siendo un spiderman puedes evadir los sufrimientos de gente normal —susurro la holograma con pesar al no poder decir nada más con su amigo.

No podrá hacer nada más.

— por primera vez... Te daré la razón, Lyla, la tienes... Estoy cansado, pero saber que ellos pueden ser felices a pesar de haber pasado por sus eventos, ellos al menos tienen gente que los ama, si es lo que puedo proteger... Tendré que hacerlo —se dejo caer en el respaldo de la silla, sabiendo que ese era su consuelo.

Lyla lo único que hizo fue desviar su mirar, sabiendo que Miguel era firme en sus pensamientos, y con ello, desapareció el holograma.
















𝚁𝚎𝚖𝚒𝚗𝚒𝚜𝚌𝚎𝚗𝚌𝚒𝚊┆ 🅜🅘🅖🅤🅔🅛 🅞'🅗🅐🅡🅐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora