💐capítulo 2💐

47 6 0
                                    

---Cállate Dennis--espeto el rubio.

---Me das jaqueca--se quejo el pelinegro, que al parecer se llama Dennis.

---Me encantaría quedarme, pero debo irme--me levante de la cama. Me empecé a tambalear sin querer y caí arrodillada.

---No es necesario que hagas eso-- dijo Dennis en tono burlón.

---Vete a la mier....---

---¡Ah! Nada de palabrotas en esta casa--me callo el rubio.

Me puse de pie y búsque mis tenis.

Tenis

Dennis.

No tiene gran diferencia.

---Están afuera--dijo el rubio.

---Gracias--encamine hacia la puerta, pero Dennis seguía ahí.

---Contraseña--se paró en la puerta impidiendo el paso.

---13, 06, 2013-- mencione rápido.

---¿Qué?--frunció la ceja.

---¿Eres Army?--pregunto el rubio a mis espaldas.

Me voltee a verlo y estaba sentado sobre la cama mirándome.

---Que te--respondi sin terminar la oración.

---Importa--continuo.

---A vos--finalice.

Me saco la lengua.

---Me agradas--me sonrió dejando ver sus hermosos hoyuelos.

---Lastima que no pueda decir lo mismo---respondi volteandome hacia la puerta---¿Bueno me das permiso?--mire a Dennis.

---Mientras mas rápido te vayas, mejor--dio un paso al costado, dejando libre la salida hacia la sala.

Camine hacia la sala, me detuve a observar todo con detalle. Había un pasillo que deba a la sala, al otro extremo de esta estaba una isla que separaba la cocina de la sala, en dicha sala habían dos sofás grandes blancos y uno individual del mismo color. Una alfombra negra en el centro, el piso color blanco y las paredes del mismo color.

Mi vista busco mis tenis para poder irme de ese lugar. Mire encima del sofa, por el pasillo y ¡Oh!

Ahí están.

Camine hacia esa dirección para irme. Agarre los tenis y me los puse sin esperar más.

---¿Te irás sin despedirte?--escuche al rubio a mis espaldas.

---Ah... Si, tengo que volver a casa--mencione sin darme la vuelta para mirarlo.

---Bueno, entonces no te olvides esto--frunci el entrecejo, me puse de pie ya con los tenis amarrados y puestos y me gire a verlo.

El tenía mi mochila en las manos, y encima de ella un topper celeste.

---¿Y eso?--señale el topper.

---Como no puedes quedarte a cenar, te lo puse para llevar--sonrió de boca cerrada. Su sonrisa era muy cálida y sincera, ¿Cómo puede el vivir con alguien tan insoportable como ese tal Dennis?

---Te lo agradezco--tome la mochila, me la cargue en el hombro y agarre el topper entre mis manos.

---¿No eres alérgica a algún ingrediente?--preguntó preocupado--No desearía verte mal por la comida que prepare.

---No descuida, no tengo ningún tipo de alergia--le regale un sonrisa. No debo ser fría con personas tan calidas como el.

---¿No quieres que llame a algún taxi? Es muy tarde para que camines sola-- su preocupación salió a flote.

ilusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora