"Estás buenísimo"

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La expresión de sus padres fue horrible. Miraron a Zaku como si hubiera muerto. Eso lo hizo sentir para la mierda.

Su mamá se acercó a él y lo abrazó. Su papá también. Desayunaron en silencio, hasta que se levantó de la mesa para llevar los trastes sucios al fregadero.

— ¿Estarás bien, cariño? — Preguntó Mebuki.

Zaku asintió. — Ya se me ocurrirá algo.

— Debes decirles, — dijo su padre. — Te ayudarán. Necesitarás ayuda, Sakura.

Eso lo molestó. — Mientras esté así, soy Zaku.

Entonces, Kizashi se levantó de la mesa bruscamente, haciendo chirriar la silla al hacerlo. Caminó rápidamente hacia él, lo tomó del hombro y lo obligó a mirarlo. Se veía preocupado, asustado. — Tu eres Sakura. Mi hija. Eres una mujer. Nunca olvides quien eres en realidad. Si lo haces, ya no habrá vuelta atrás.

Zaku frunció el ceño. — ¿De qué hablas?

— He escuchado acerca de algunos casos en el clan Haruno en los que las personas sufren una… división.

— ¿División? ¿División de qué?

— ¿Kizashi? — habló está vez Mebuki, mirando a su esposo alarmada. — ¿De qué estás hablando? No dijiste nada sobre esto.

Kizashi suspiró. — Cuando se produce el cambio, la persona cambia de género tanto en su cuerpo como en su mente. Eso a veces causa que los gustos y pensamientos de la "versión contraria" difieran del original.

— Y así se forma una división de personalidades, — completó Zaku. — ¿Cierto?

Su padre asintió. — El hecho de que quieras cambiar tu nombre es una señal de que está comenzando.

Zaku suspiró hastiado. — No va a pasar. No olvido quien soy, jamás lo haré.

— ¿Entonces por qué quieres que te llame por un nombre que no es el tuyo?

— Por qué es un nombre de niña… y en este momento no lo soy.

Kizashi frunció su rostro en una expresión de tristeza, llevó su mano a su frente y miró a Zaku con los ojos vidriosos. — Es señal suficiente.

— Estás exagerando.

— Eres mi hija, — dijo. — Eres Sakura Haruno. No eres un hombre. No eres "Zaku". Recuerda eso, por favor.

La mente de Zaku estaba hecha un lío. Él era un hombre, no había nadie que pueda negarle eso, ni siquiera su padre. Sería Sakura en unas horas, cuando el sol se ponga, sería una mujer de nuevo. Pero, en este momento, no lo era. Era fiel a si mismo en eso. Aún así, para tranquilizar a su padre, le dió la razón.

— Lo se, tranquilo. Soy Sakura. Y lo seré siempre.

Kizashi asintió y su rostro pareció relajarse. Zaku miró a su madre de reojo y vio la preocupación impregnada en su mirada.

Esa mañana fue una mierda.

◼️◾▪️◾◼️

— Wow.

Zaku estaba esperando en el puesto de takoyakis para que le den el que ordenó, cuando escuchó la voz de Naruto detrás suyo.

Se volvió a mirarlo y le sorprendió que sea más alto que el rubio, sonrió satisfecho.

— Sakura-chan… — dijo sorprendido. — ¡Ese es el mejor jutsu sexy que te he visto hacer!

El pelirosa levantó una ceja. — Nunca he hecho ese jutsu antes.

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