Me gustas tú huevón de mierda

Extra I

Extra I

Tiempo después 

— ¿Y bien, arriba o abajo? — preguntó Ron, con la mirada llena de curiosidad, mientras su amigo Harry lo miraba confundido.

— No sé si haya una nueva manera de jugar esto, pero ya te dije que es verdad, Ron — reclamó el auror. Su esposo solo miró con gracia, mientras le susurraba a qué se refería el otro auror.

— Ah, ambos. A veces Draco me mon... — antes de terminar su frase, la serpiente silenció al león.

— Bien, siguiente — la botella giró y apuntó a Hermione, quien escogió reto. — Bien, te reto a decirnos a qué huele tu amortentia actualmente — dijo Harry, pues en el juego no se podía mentir.

— Eso es trampa — se quejó la castaña, pero admitió que su amortentia huele a lavanda, la loción preferida de su exnovia Pansy, quien se había ido a vivir a Canadá, y las cosas no habían funcionado. La botella volvió a girar, y esta vez cayó en dirección a Ron.

— Reto — dijo el pelirrojo, antes que nada.

— De acuerdo, muéstranos el estampado de tus calzoncillos — retó Draco, como venganza de retos anteriores que el auror le había puesto. Aunque olvidaba que su amigo era un desvergonzado que bajó sus pantalones y mostró un estampado de ¿Blaise?

— Mierda, ahora voy a tener un trauma con eso. ¿Acaso planeas hacer agua de calzón? Mira, comadreja, no creo que lo necesites, mi amigo está hasta las patas contigo desde que tengo memoria — exageró Draco, molestando a sus amigos.

— No critiques, Draco, que ya le regalé a Harry dos calzoncillos para que sean los más 'goals' del condado — la mirada perversa de Ron silenció la risa de Malfoy.

— Ash, ya no dejas reír a gusto. Solo porque a caballo regalado no se le mira el diente, me los voy a poner. Espero nos hayan puesto en nuestro mejor ángulo.

— ¿Oigan, y es sano el agua de calzón? ¿O cómo? — interrumpió Harry.

— No sé, yo saqué eso de un programa muggle — contestó Draco.

— No creo que sea sano, pero peores cosas te has comido, dice el dicho — agregó Hermione.

— Aunque para nosotros, una pócima o hechizo basta —

— Harry. ¿No estarás pensando en hacer eso? — preguntó la castaña.

— No, claro que no. Solo me quedé pensando, ¿por qué alguien haría agua de calzón? — se defendió Harry.

— Bueno, dejemos de hablar de calzoncillos y sigamos jugando. Y por favor, cariño, me encanta todo de ti, pero podrías subirte los pantalones — intervino Blaise.

— Lo había olvidado, lo siento — se disculpó Ron, abrazando a su esposo en agradecimiento por recordarle que estaban conversando en calzoncillos.

— Bien, suficiente juego por hoy. Harry y yo tenemos un viaje temprano y ustedes trabajo. Fue lindo hablar los últimos minutos sobre calzoncillos, nos vemos el próximo domingo — es la despedida de Draco al recordar que junto a Harry tenían un largo viaje.