"¿Brisa?"
"Hola, mamá..." La joven castaña dejó cuidadosamente las llaves sobre la mesita del impecable recibidor, y caminó lentamente hacia la sala del té en la cual su madre pasó los setenta por ciento de su tiempo.
"A que no sabes quién acaba de pasar por aquí." Comentó su madre con voz estridente, sin despegar la vista de la ventana.
En la habitación no había televisores. En toda la casa no había televisores, pues los televisores eran otro invento más del diablo para presentarles, por supuesto.
"¿Quién?" Preguntó Brisa mucho, pues sabía quién había sido.
Hacía ya tres horas y media que había salido de su casa, y algo así como dos horas y media desde que era novia de Angie Velasco. Luego de su inesperada declaración, Angie la había llevado a por un helado, algo gracioso, pues el tipo de salida que ella preferiría era a por una cerveza. Pero ella conocía bien a la castaña, y Bri seguramente arrugaría su pequeña nariz y la miraría con desconfianza apenas sintiera el olor a alcohol que impregnaba la barra al cual solía ir.
"La señora Sofia. ¿Quieres saber qué me dijo?" Jimena gignone, por fin se dignó a mirar a su hija, recorriéndola de arriba a abajo con la mirada, llena de reproche. "Que tú andabas besuqueándote con Angie Velasco cerca de ese bar horrible en el que trabaja". Respondió sin esperar respuesta de su hija, que pasó el peso de un pie al otro, incómoda, parada bajo el marco de la puerta. "Le dije que era mentira, que estaba delirando. ¡Mi hija no anda besuqueándose, y mucho menos con Angie Velasco, por todos los cielos!"
"Mamá-
"Pero insistí tanto en que era verdad que tuve que creerle. Ahora quiero que tú seas sincera conmigo, Brisa. ¿Es verdad?"
La castaña bufó, cruzándose de brazos y desviando la mirada.
"Si."
Jimena gignone, una mujer sumamente infeliz y sexualmente frustrada, escondió el rostro entre sus manos, sintiendo como la humillación se cernía sobre ella.
¿Qué diría su esposo? ¿Sus amigas? ¿El pueblo? ¿Por qué su hija le hizo esto?
"¿Por qué me haces esto, brisa? ¿Es para castigarnos por no haberte comprado esa computadora?"
La muchacha alzó ambas manos al cielo, y bufó con más fuerza.
"¡Por supuesto que no, mamá! ¡No tiene nada que ver con eso!"
"¿Entonces por qué? ¿Acaso fui una mala madre?" Preguntó a la mujer, poniéndose de pie y mirando a su hija, a la superó cualba por unos cuantos centímetros, de frente.
"No tiene nada que ver contigo, mamá".
"¿¡Entonces qué sucede!?"
"¡Sucede que estoy enamorada!" Y por primera vez en su vida, Brisa Domínguez le gritó a su madre. Le gritó con fuerza, descargando la frustración que sintió debido a las actitudes extremistas que Jimena había tenido para con ella todos esos años. "¡Me enamoré, mamá!"
"¿E-Enamorada?"
"Sí, mamá. Enamorada. Pero seguramente tú no sabes lo que es eso, ¿Verdad? Claro que no." Bri sabía que entre sus padres podría haber respeto, quizás algo de cariño, pero nunca, nunca amor.
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The Tattoo. | Brangie G!P Adaptación.
Fanfiction- ¿Un tatuaje? - ¿Acaso estás loca, Domínguez? Espera, ya sé, Satán te ha poseído, no eres tú mismo en este momento, ¿Verdad? - ¿Sabes qué, Velasco? Vete a la mierda. Angie perdió su precioso trasero alejarse de ella. Brisa Domínguez nunca, pero nun...