Tan solo una estrella

LA FIESTA

                       CAPITULO 5

Después de estar pensando en si aceptar o no la invitación de Alex al cumpleaños de su padre.

Después de considerar la reacción de mi madre a dicho hecho.

Después de analizar los pros y contras de ir a esa casa luego de tanto tiempo.

Después de darme largas duchas frías reflexivas.

He decidido no ir. Después de todo, no soportaría tanta presión. ¿O sí?

A quien engaño, justo ahora me encontraba colocándome los tacones más lindos que encontré en mi closet.

Intenté verme lo suficientemente decente para no dejar una mala impresión. No sabía cómo reaccionarían al verme. Estaba nerviosa.

Retoqué mi maquillaje antes de posicionarme frente a mi espejo y examinarme de pies a cabeza.

Tenía puesto un conjunto lila, la parte de arriba tenía un blazer bastante ligero y debajo una blusa blanca, abroché cada botón con mucho cuidado para que ninguno de ellos quedara sin abotonar.
La parte de abajo era un pantalón bastante formal ajustado a mi cintura y con pliegues en los bolsillos que hacía resaltar mi figura bastante bien.

Llevaba el cabello suelto, por eso no me preocupé mucho debido a que era bastante manejable, solo necesitaba una buena peinada y mi cabellera rojiza estaría decente. En cuanto al maquillaje, me esforcé, sabía lo suficiente sobre el tema como para hacer un look bastante elegante pero no muy recargado Me gustaba

Por último, mi cartera de mano a conjunto y unos zapatos de tacón negros sencillos.

Me veía bien. Muy bien.
Eché unas cuantas miradas más al reflejo del espejo, suspiré y tomé la manilla de la puerta para salir de mi cuarto, de mi espacio seguro.

Bajando las escaleras me encontré a mi mamá.
- Creí que no irías. – Dijo mientras me miraba de arriba abajo con el ceño un poco fruncido.

- ¿No te gusta?

- En realidad, te ves asombrosa, hija. Sorprenderás a tus ex suegros después de tanto tiempo.

- Bueno, tengo que dar una buena primera/segunda impresión.

- Solo recuerda que, si necesitas que te saqué de ahí, toma el teléfono y llámame. Iré enseguida.

- Gracias, mamá. Pero puedo conducir de ida y vuelta. De verdad estoy bien, ¿sí?

Suspiró notoriamente cerrando los ojos para luego abrirlos y mirarme con esos ojos color café, iguales a los míos, en donde solo destellaba la preocupación y nostalgia.

- Estoy bien. – Re afirmé para calmarla. La verdad si estaba muy nerviosa, tanto que sentía que apenas pusiera un pie en esa casa, no podría seguir caminando y mis piernas me fallarían hasta desplomarme Pero no se lo diría.

- Siempre lo estas. – Respondió finalmente, con una sonrisa que no llegó a sus ojos.

Me despedí de ella con un beso en la mejilla y salí de la casa, camino al auto, iba pensando mil cosas. Solo estaba haciendo esto porque no quería ser grosera con Alex,  rechazar su invitación tal vez se sentiría mal, y el no estará en el país mucho tiempo, solo está de visita a sus padres, así que, sacrificaría unas cuantas horas solo para saber cómo estaban ellos, después de todo, fueron mi familia también.

Estaba demasiado hundida en mis pensamientos mientras conducía, tanto que ni siquiera me di cuenta de que faltaba poco para llegar a la residencia en donde viven los padres de Alex y Fhlin, no hasta que vi las enormes puertas blancas rodeadas de arbustos muy bien podados con flores de todos los colores que marcaban la entrada de la residencia.

Detuve el auto justo en frente y bajé la intensidad de las luces delanteras para poder visualizar al guardia de seguridad que se acercaba a mi ventana.
En lo que estuvo suficientemente cerca, bajé el vidrio.

- Buenas noches, señorita, su identificación por favor. – Habló con seriedad y un tono de voz bastante demandante.

- Buenas noches, señor, deme un momento. – Le respondí con toda estabilidad que pude reunir dentro de mí.

en lo que me giraba hacia el asiento del copiloto, tomando mi bolso y sacando mi tarjeta de identificación con mi foto.

En la cual salía muy mal, tengo que renovarla pronto.

Se la extendí y la revisó meticulosamente, cerciorándose de que en verdad fuera yo, no lo juzgaría si no lo creyera, cuando digo que salgo mal, de verdad es muy mal.

- Voy hacia la casa de los Morgan. – Mencioné luego de unos cuantos segundos de total silencio.

- De acuerdo, puede pasar. – Finalmente decidió que era digna de atravesar las enormes puertas que se abrían ante mis ojos
subí el vidrio nuevamente y retomé mi camino con cautela.

Unos cuantos minutos después, ya me encontraba estacionando el auto justo en frente de la acera de la casa de mis ex suegros.

Sin pensarlo dos veces, respiré hondo y salí del auto. Empecé a caminar con pasos seguros hacia la entrada, todas las luces estaban encendidas y se escuchaba una ligera música instrumental que provenía de adentro de la vivienda.

No recordaba lo bonita que era, todo el patio delantero estaba adornado con luces cálidas y algunas plantas, pero manteniendo un toque moderno.
Tomé la décima respiración profunda de la noche, y toqué el timbre.

- ¡Hola, linda! Pensé que no vendrías. – Me recibió con una gran sonrisa en su rostro.

Y yo ya sentía como empezaba a sentir mis piernas temblar.
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Nota de la autora:
un capítulo corto pero muy esperado :))) prometo actualizar más seguido maukk