❝𝐅𝐑𝐄𝐀𝐊 𝐒𝐇𝐎𝐖❞ |¦ El mayor error de Missa fue dejarse llevar por las maravilla de las que alardeaban los demás en ese circo del sueño. Creía que sería algo imposible llegar ha entrar en él, pero nunca esperó que terminaría perteneciendo a un...
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Había una vez... Un pequeño circo formado en el oscuro bosque, lleno de arboles gigantes que creaban una enorme sombra en el lugar, siendo eliminada la oscuridad con farolas que apenas e iluminaban el circo, aunque esto no quitaba lo famoso y deslumbrante que era; sus atracciones hacían que los niños saltaran de emoción, las golosinas que se repartían era un deleite para sus papilas gustativas, y sobre todo... la fantasía sobre un increíble show, un espectáculo de fenómenos que disgustaba pero despertaba la curiosidad de cada persona, alimentado por las horribles tragedias que sucedían en las presentaciones, haciendo crecer el nefasto morbo en la gente que buscaba el sufrimiento de las otras personas y divirtiéndose a partir de eso.
Cuando era un niño creía que el circo era un mundo nuevo y hermoso, al cual no podía acceder tan fácilmente debido a mi situación económica, teniendo que pasar de ella tan rápido al verla, sintiéndome celoso de los niños que entraba al lugar, alardeando de lo felices que estaban de ir con sus padres, mientras que yo tenía que disponerme a trabajar día y noche por algo de comer para mí y mi madre. Teniendo que revolcarme en la tierra en busca de unas simples monedas para lograr subsistir.
Recuerdo las múltiples veces en las que mi madre me avisaba sobre el peligro que conllevaba ir a ese lugar, que no era tan pintoresco como se dejaba ver, que no solo eran risas en un lugar de ensueño, sino burlas entre montones de gritos de agonía. No podía creer que un lugar así fuera tan horrible, pero a pesar de los avisos de mi madre fue un idiota por creer que todo iría bien, que simplemente eran tonterías de una mujer para no dejar ver la felicidad a su hijo.
Me escabullí cuando la luna había llegado a su punto, pasando desapercibido entre las figuras altas que casi pisaban mi pequeño cuerpo desnutrido. Mis pasos eran suaves y ligeros por lo que al pisar la tierra lo único que se escuchaba era mi respiración pesada por el aire frío difícil de respirar. Rodeé con mis brazos mi torso tratando de darme calor mientras me acercaba más a la enorme carpa con un letrero colorido y de luces: El Show de Fenómenos.
Las comisuras de mis labios se elevaron con emoción al presenciar lo que jamás creí que haría. Fui tan iluso de creer que todo iba perfecto.
Entre toda la oscuridad, las risas y los pasos de las criaturas extremadamente altas a lo lejos, unos ojos brillantes se asomaron por encima de la carpa; aunque el miedo que sentí me hizo retroceder unos cuantos pasos, mi curiosidad se robó el protagonismo, por lo que seguí decidido, acercándome donde un pequeño hoyo en la carpa. Cuando vi a través de este, no pude evitar sentir un poco de intriga en lo que estaba en el centro de todo.
