Harry suspiró aliviado, pero luego volvió a endurecer el tono. -¿A qué estás jugando, Malfoy? ¿Por qué tenés una bebita? ¿Y por qué estás acá?
-No tengo tiempo para explicar todo... necesito que te encargues de ella y la mantengas segura. Probablemente ya habrán matado a toda su familia. Pude apañármelas para sacarla de allí... pero se van a dar cuenta de que no estoy si no vuelvo pronto.
Harry no recordaba haberlo visto nunca tan nervioso, prácticamente se estaba cayendo a pedazos.
-Vamos, Potter, vení a buscarla. -lo urgió con ansiedad extrema- Yo no puedo atravesar las barreras.
-¿Qué le pasa? -preguntó Harry desconfiado.
Malfoy bajó los ojos para mirarla. -Tuve que ponerle un encantamiento de silencio alrededor, por si se ponía a llorar... pero por lo demás creo que está bien... eso espero al menos. -concluyó con voz apenas audible.
Harry sacudió violentamente la cabeza... ¡esto tiene que ser un sueño! Malfoy sacó la varita y Harry de inmediato sacó la suya. Pero Malfoy sólo la usó para neutralizar el encantamiento de silencio y luego volvió a guardarla en un bolsillo. Los gritos de la beba sonaron estridentes en la calma nocturna. -¡Potter, ayudame! -rogó.
-Yo no sé cómo cuidar a un bebé. -dijo Harry nervioso.
-Yo tampoco... pero vos tenés que quedártela. -suplicó Malfoy- ¡No tengo adonde llevarla... y ya tengo que irme, Potter!
Harry gruñó y luego caminó hasta Malfoy y tomó a la bebita en sus brazos.
Malfoy suspiró aliviado. -Voy a tratar de volver mañana. Para entonces va a ser más seguro. No le digas nada a nadie... vendrían a matarla... -y dicho eso desaparicionó con un "pop".
Oyó un grito que venía del interior de la casa y corrió de vuelta.
-¡Oíme, mocoso! -aulló tío Vernon apenas Harry cruzó el umbral- ¿Qué significa todo esto!
-¡No sé! -replicó Harry cortante, no estaba de humor para lidiar con sus parientes. Dudley y tía Petunia estaban observándolo con asombro desde la escalera.
-¡No sabés? -escupió tío Vernon con un tono que sonaba muy peligroso- No me digas que nos dejaron a otro anormal como vos en la puerta... no vamos a aceptarlo de ningún modo.
-No te preocupes, -gritó Harry- ¡No se la dejaría a ustedes ni aunque estuvieran dispuestos a aceptarla! -la bebita retomó el llanto con renovado entusiasmo.
-¡Hacé callar a esa cosa! -chilló tío Vernon furioso.
-¡No sé cómo! -gritó Harry
Se puso a la bebita sobre el hombro y empezó a hamacarla suavemente como había visto que hacían a veces. Tío Vernon seguía regañándolo y la beba seguía llorando. Vio que tía Petunia entraba en la cocina y momentos después la vio salir trayendo una mamadera con leche. Les pidió a Dudley y a su marido que volvieran a subir, rezongaron bastante pero finalmente le hicieron caso.
Tía Petunia miró a la beba con asco pero le indicó a Harry que se sentara en una silla y le explicó cómo debía sostenerla para darle de comer. Poco después volvió la tranquilidad, sólo se escuchaban los tenues sonidos de la bebita tomando la leche.
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secretos
RomanceEl verano posterior a sexto año un visitante inesperado aparece en Privet Drive. A partir de allí van a ir suscitándose situaciones que deberán permanecer secretas. Sólo hay un estratega que conoce todos los hechos y que se ocupará de mover las piez...