Capítulo 3

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Los últimos días han sido sumamente aburridos. Tener que ir todos los días a clases es una completa porquería.

Camino hacia mi siguiente clase y Baji va junto a mí. Ya han pasado algunas semanas desde aquella maldita promesa que me hizo hacer Takemicchi.

— ¿Quieres hacer algo después?.

— No, tengo clase de Aritmancia.

Me mira extrañado.
— ¿Desde cuándo te importan las clases?.

Ignoro la pregunta y sigo caminando hasta que un idiota choca conmigo tirándome los libros al suelo.
Su sonrisa se esfuma al voltear y ver contra quién chocó. Todos miran expectantes de lo que sucederá.

— ¡Lo lamento! —se disculpa de inmediato— ¡No fue mi intención haberlo chocado!.

— ¿Es de primero no?, Pobre chico —murmuran.

— Es de la casa de Hufflepuff....

Baji encara al chico.
— ¿A quién crees que le hablas estúpido? —le pregunta haciéndolo temblar.

Se pone de rodillas y baja la cabeza.
— ¡Por favor, les ruego que me perdonen!. No me fijé, todo es mi culpa.

Baji toma su cabeza y lo inclina más. Al chico solo se le escurren las lágrimas en tanto el resto solo observan y murmuran que tuvo muy mala suerte.

— Primero deberías aprender a disculparte adecuadamente.

Me acerco y el chico termina de inclinarse al suelo.

— Le suplico me disculpe, por favor. No quise chocarlo ni mucho menos tirarle los libros.

— Déjalo ya —le digo a Baji.

Me inclino para recoger mis libros y sigo mi camino a clase.

Todos se quedan asombrados ante mi reacción. Antes ya lo hubiera mandado a la enfermería.

— ¡¿Qué demonios fue eso?! —me alcanza Baji— Era un sangre sucia de Hufflepuff.

— Debo ir a mi siguiente clase —digo cortando el tema.

Me mira como si estuviera loco «tal vez si lo esté»
— Te comportas... de manera extraña últimamente.

Aprieto el agarre de mis libros mientras dejo atrás a Baji.
«Esto es demasiado frustrante»

Cuando al fin termino las clases voy a buscarlo, no tardo en encontrarlo en uno de los pasillos caminando con sus estúpido amigo y aquella asquerosa sangre sucia.

Medio empujo con el hombro a esa impura para pasar enmedio de ambos y hablo bajo de manera que solo Takemicchi escuche.

— Te veo donde siempre, más te vale no hacerme esperar.

Continúo mi camino hacia el baño de prefectos. No pasan ni diez minutos para que él entre.

— ¿Qué fue lo de hace un momento, Manjiro?.

Sin responder a su pregunta lo tomo de los hombros para besarlo. Devoro su boca mientras lo abarco con los brazos.

Ya se ha acostumbrado a mi manera de besar. Antes se contenía mucho siendo muy tierno y suave.

Su respiración y su lengua van al compás de la mía.

Lo arrincono a la pared sin dejar de besarlo.

— Aún no termino con mi última clase.

— Pregúntame.

— ¿Qué?.

— Cuando me ha importado eso.

ຈ⁠ل͜ Sangre sucia ل͜⁠ຈDonde viven las historias. Descúbrelo ahora