Estoy trabajando durante las noches en el aeropuerto como guardia de seguridad y durante el día tengo otro trabajo por la mañana en un restaurante también me la paso escribiendo mi tesis, ya tomó más tiempo del esperado, pero agradezco tener empleo que pueda ayudarme a mantenerme ahora que vivo sola.
La verdad es que no tengo muchos lujos, pero vivo bien no me falta nada y tampoco debo nada.Tú: Otra vez aquí, aburrida por las madrugadas, los vuelos no son tan seguidos como lo son en el día, pero que más da, trabajo es trabajo-dije mientras me ponía los audifonos después de hablar con el supervisor-
"Hoy estoy raro y no entiendo por qué, si nada extraño me tuvo a mal traer, hoy estoy raro y no sé lo qué hacer...".
Escuchaba atentamente la voz de Roberto.
Tú: Ahhhhhhh si tan solo lo tuviera delante le agradecería por todo lo que arregló en mi vida solo con su música, bueno de él y del grupo completo.
*Próximo vuelo aterriza en 10 minutos, por favor prepárense para recibir a los pasajeros*
El aviso me saca de mis pensamientos en voz alta y como siempre me dirijo a la salida que me toca para orientar a los visitantes y ver que todo se encuentre en orden mientras guardo los audifonos en el bolsillo del pantalón.
X: ¿Y vos crees que no es una linda ciudad? Mira nada más esa vista-dijo una persona mientras descendía la rampa hacia la salida-
Escuche un acento y voz conocidos que hace unos minutos estaba escuchando por los audifonos, por un momento creí que los seguía teniendo puestos, comprobé tocando mis orejas y de nuevo escuche la voz.
X: Verás que la gente que llegue a nuestro concierto está vez será más que las veces anteriores.
Me gire rápidamente hacia el lugar de donde provenía la voz y ahí estaba, la persona que hace un momento estaba cantando en mis oídos ahora estaba parada solo a unos pocos centímetros de mí.
Tú: ¡Ro-Ro-Roberto!-grite y me tape la boca al ver que las personas se me quedaron viendo-
R: ¡Hola! ¿Me conocés?-sonrió-
Tú: ¡Pero claro!-saque mi celular y le mostré lo que se estaba reproduciendo anteriormente-
R: ¡Vaya!, que coincidencia.
Muy nerviosa le pregunté si nos podíamos tomar una foto, se sentía extrañamente familiar y fue como si hubiéramos conectado en ese momento.
Tú: ¿Disculpa, crees que podamos tomarnos una foto?
R: ¡Que dices, pero claro! - dijo y me rodeo por los hombros con su brazo-
Tomé la foto y le agradecí tomando su mano lo que hizo que quedara al descubierto mi tatuaje, el coro de la canción "No llora".
R: ¿Dice lo que creo que dice?
Tú: ¡Ah! Si, mis padres fallecieron en un accidente cuando recién cumplí 16, vivía con mi hermano, pero nunca nos llevamos bien así que me salí de casa y empecé a trabajar. Encontré tu banda y fue lo que me ayudo a soportar los malos ratos y me levanto cuando no encontré motivo para seguir, sobre todo la canción de "No llora", siempre que la escucho siento que es para mí y que no debería dejarme vencer por nada. Siempre puedo mirar a tus ojos y encontrar la respuesta a mis miedos, por eso el fondo de pantalla-dije y me sonroje-
R: Vaya, lo lamento mucho. Agradezco que me digas todo esto-sonrió y se quedó mirándome en silencio-Espero volvernos a encontrar.
Tú: Sería un gusto, trate de conseguir boletos para el próximo concierto pero solo conseguí hasta atrás, la verdad es que los gastos y el trabajo no me permitieron poder conseguir uno hasta delante, pero con haberte conocido hoy estoy más que feliz-sonreí y unas lágrimas rodaron por mis mejillas-
R: Pero no llores - dijo mientras limpiaba las lágrimas con sus pulgares sosteniendo mis mejillas- Tengo una idea, dame tu número de celu.
Tú: ¿Qué? - me sobresalte-¿E-en serio?
R: ¡Claro!, me agradaste mucho y te voy a mandar una sorpresa-sonrió-
Le dicte el número y se detuvo para guardarlo.
R: Por ahora nos tenemos que ir, pero estamos en contacto...-me miró como preguntando mi nombre-
Tú: t/n.
R: Bueno entonces espero vernos pronto t/n - escribió el nombre y le dio en guardar-
Tú: Si, claro. Espero tengan una buena estancia aquí en México.
Agradeció y corrió para alcanzar a los demás que ya se habían adelantado.
Tú: Dios, pero que suerte debo de tener para haberlo encontrado-dije y no deje de sonreír en todo el turno además de que fui más amable que otros días -
Al terminar el turno.
Tú: ¡Vaya! Al fin termino el trabajo ahora... vamos al otro.
Me cambie en los vestidores y cheque mi salida, me fui con mi uniforme de mesera como siempre para ahorrar tiempo al llegar al restaurante, no estaba muy lejos del aeropuerto y tampoco de una zona hotelera en la ciudad.
Tú: ¡Buenos días! - dije y rápidamente me puse a cortar los ingredientes que siempre cortaba para ayudar a las cocineras-
Miranda: ¡Pero que alegría se te ve en el rostro!
Tú: ¿Tú crees? Es que en el trabajo conocí a mi hombre Miranda ¡a mi hombre! - levante las manos con el cuchillo en una y una zanahoria en la otra-
Miranda: Nah, no te creo nada-dijo mientras llenaba una olla con agua-
Ella sabía perfectamente a quien me refería, había hablado de la banda y de Roberto desde que me volví cercana a Miranda, era solo un poco mayor a mi, pero se sentía como una madre siempre estaba al pendiente, me escuchaba y ella era la que me llevaba comida a pesar de haberle dicho que no era necesario, diario me recibía con un lunch riquísimo. Me dejaba hablarle de ellos todo el tiempo durante la hora de la comida y fue quien me motivo a comprar el boleto, me dijo que valdría la pena todo mi esfuerzo y no me decidí hasta que solo quedaban dos lugares por eso fue que lo tomé hasta atrás además de que los otros estaban más caros.
Tú: En serio-dije mientras sacaba mi celular y le mostraba la foto que había tomado- ¿Ya vio?
Miranda: ¡Ahhhhh! Que suerte tienes, ¿Qué te dijo?, ¿Qué hiciste? - dijo mientras daba saltitos-
Tú: Me pidió mi número, dijo que tenía una sorpresa que me enviaría después.
Miranda: ¡Juramelo!
Tú: ¡Te lo juro!
Miranda: Con razón tienes esa sonrisota dibujada en la cara, me alegro por ti, ya merecías que te pasarán cosas buenas.
Sonreí y seguí cortando las verduras antes de que abrieran el restaurante, estábamos cortos de personal así que les ayudaba en cocina, en recepción y también mesereaba, obviamente percibía un poco más de dinero por ayudarles, el jefe no era tan malo, conocía mi situación y siempre me apoya mucho. Una vez llegada la hora de apertura me acerque a la puerta e hice entrar a los clientes que ya estaban esperando.
Tú: Buenos días, sean bienvenidos por favor siéntanse como en casa-sonreí mientras les daba la señal para que pasaran-
R: ¿No estabas en el aeropuerto?
Me gire y nuevamente estaba ahí.
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Enamorado Tuyo.
Teen FictionTodo comienza en el aeropuerto, quien diría que te cruzarias con quien siempre admiraste y deseaste que estuviera ahí para ti y sobre todo que se enamoraría del mismo modo del que estabas enamorada tú.