En una pequeña casa, el joven se despertó exaltado. Minho acababa de soñar con el chico que había visto una semana atrás. Podrá sonar raro, pero Minho tendía a soñar con cosas que se iban a hacer realidad, o que mas adelante les encontraría un sentido mayor. En este caso, no se acordaba muy bien de lo que había soñado; solo que estaba con aquel chico, y que se sentía en paz.
Aquello era muy curioso; no se acordaba del sitio en el que estaba, sin embargo, si del sentimiento que este tenía al estar allí. Se sentía a gusto, como nunca antes se había sentido en su vida, sin preocupaciones; como si todo estuviera en su sitio.
Aquel joven chico desearía poder sentirse así algún día, pero creía que eso iba a ser imposible; y menos con aquel chico. Por dios, ¿Cómo iba a pensar así de alguien que solo había visto una vez? El castaño sabía que ya no era un adolescente, pero lo parecía cuando se ponía a pensar en aquel misterioso hombre. Minho era gay, y se había dado cuenta que eso tenía sus cositas, vaya que si, pero eso será explicado cuando llegue el momento.
El sonido del estómago de Lee hizo que el se levantara a buscar algo de comida en los vacíos cajones de su pequeña cocina.
Encontró un mísero paquete de galletas, junto con algunas pelusas a su alrededor. A continuación, abrió su nevera y agarro leche, para después ponerla en un vaso.
Luego, agarró las pelotas con las que trabajaría el día de hoy, y salió por la puerta, dispuesto a ganar más dinero, y así comprar mas comida y poder pagarle a su casera el alquiler del mes.
Minho decidió ir por otra calle, e ir hacia el centro de la ciudad para despejar su mente.
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El helado de limón era el favorito de Jisung, lo estaba comiendo en un banco de un parque cercano a su oficina cuando vino a su mente el recuerdo del extraño sueño que había tenido la noche anterior.
Ya hacia una semana desde que se había encontrado con aquel joven, ¿Por qué tenia que soñar con él? ¿Por qué justo ahora? Por alguna razón, se sentía atraído por el. Es algo turbio, ya que solo lo había visto una vez, por no mencionar que los dos eran hombres, y no conocían ni siquiera los nombres del contrario. Pero Han no podía evitar pensar en lo que le gustaría verlo; aunque sea solo una vez más.
Justo en ese momento, apareció el amigo y a la vez secretario de Jisung.
-Hyung, has hecho bastantes cosas hoy; si quieres podrías tomarte un descanso y mas tarde sigues con el trabajo. Después hablaré con Hyunjin. -Le recomendó el de ojos rasgados, preocupado por su superior.
-¿Estás seguro? La verdad es que creo que si que me vendría bien ese descanso, pero no quiero molestarte al tener que lidiar con ese gruñón. - Dijo el de mayor edad, mientras subía y bajaba sus cejas.
Jeongin rió, todo lo que decía su jefe le resultaba divertido de alguna forma.
-Me gustaría ver a mi novio, es algo normal ¿No es así, hyung? No puedo esperar hasta salir del trabajo - Respondió el joven secretario, casi llorando
-Ala ala, no te preocupes Innie, tu hyung va a descansar para que te puedas morrear con tu novio -Han tosió - digo, explicarle mi situación
El de menor edad se sonrojó, mientras escuchaba las carcajadas que daba su superior. Ojalá verlo así siempre, a Jeongin le encantaba verlo sonreír, siempre quería lo mejor para él.
-Bueno, bueno, basta de cháchara. Ve a dar una vuelta o algo, hyung. Yo me encargo de todo lo demás.
-Valee, gracias mi amor - dijo Han a el otro chico, antes de darle un pequeño beso en su mejilla.
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Freaks.
Teen FictionMinho, un malabarista que trabaja por las calles de Alicante, se topa con un chico bastante apuesto llamado jisung, que según minho, es un acosador. ¿Que traerá a la vida de minho jisung? ¿Su relación irá a más, o se desvanecerá con el paso del tie...