Mi gusto en literatura

Capítulo 3

Los consejos de los borrachos resonaron en mis oídos mucho después de dejar a Ten-Ten y Sakura. Sabía que mis compañeras sólo intentaban ayudar. Ellas eran como mis madres de oficina. Y aunque en teoría entendía lo que decían, no sabía cómo hacerlo realidad. A Ino siempre le pasaban cosas locas, incluso cuando iba a una feria del condado. Yo era más callada, introvertida y tímida. No salía tanto como ella. Ella era rubia y bonita, yo todavía tenía cara de bebé y pelo liso. Los chicos se volvían locos por ella. Sabía cómo hablar con ellos sin ruborizarse ni tartamudear ni decir accidentalmente cosas que les dieran ganas de marcharse.

Ino era el tipo de chica que era la estrella de una historia. Yo sólo era Hinata. El personaje que impedía que la estrella fuera expulsada de un bar por los porteros, que siempre llevaba un libro encima, que siempre estaba en segundo plano.

Estiré el cuello al entrar en casa y dejé caer el bolso al suelo. Mi novela resbaló de la abertura del bolso al volcarse. Esperaba haber avanzado un poco más, pero Kakashi había... bueno. Pensar en Kakashi era agridulce. No sabía si había tenido una oportunidad real con él. Era probable que se hubiera dado cuenta de que yo era tímida y aburrida y se hubiera alejado para encontrar a alguna chica divertida como Ino. Pero nunca lo sabría con seguridad, ya que me había ido corriendo antes de que pudiera darse cuenta.

Recogí el libro y me dirigí a mi dormitorio. Cuando me tumbé en la cama, repasé mentalmente la conversación con Kakashi . En mi versión imaginaria, yo era más atrevida. Y llevaba algo más sexy. Y tenía delante una copa de martini en lugar de un vaso de agua.

"Entonces, ¿cuál es ese libro tan bueno que ignoras a tus compañeros de trabajo?", fue lo que había preguntado.

"Oh, sólo uno nuevo que empecé hoy. Es bueno. Muy descriptivo".

"¿Cómo se llama? Siempre estoy buscando una nueva lectura".

"No estoy segura de que sea realmente tu taza de té. Es más un romance, supongo que dirías".

Estaría interesado, estoy seguro. "¿Adivinas?"

Me inclinaba más. "Es muy, muy descriptivo. Me gusta leer este tipo de libros, pero es mucho más fácil para mí esconderme si me excito en público de lo que sería para ti".

Le confesaría mi pequeño secreto a Kakashi. En lugar de encontrarme rara o desesperada, le parecería sexy. Pensaría que soy misteriosa e intrigante, no torpe y tímida. Quizá se acercaría aún más, miraría por encima de mi hombro para ver qué quería decir.

Cerré los ojos, casi capaz de oler el aroma de su colonia. Sentía un calor que me recorría el cuerpo, subiendo por el cuello, el pecho y el vientre. Bajo la blusa, los pezones se me endurecían y me dolían en el sujetador. Pensé en los ojos intensos de Kakashi y en el pequeño lunar cerca de sus labios.

Quería besar ese lugar. Quería saber cómo se sentiría su boca contra la mía, qué ruidos haría si lo tocaba, si sería suave o firme al agarrarme. Quería saber cómo era su polla, a qué sabía, cómo se sentía. Quería volver atrás en el tiempo, al bar, y repetir toda la interacción de nuevo. Quería que me tratara como a las mujeres de los libros que me gustaban.

Kakashi no estaba allí para tocarme, así que imaginé que mis manos eran las suyas y me toqué. Cuando terminé, tumbada en la cama con la mano en las bragas, jadeando, volvieron las emociones agridulces. Sabía que estaba idealizando la idea de Kakashi . Después de todo, sólo había hablado con él unos minutos. Ni siquiera sabía su apellido.

Tal vez fuera el cansancio, o el resplandor de mi orgasmo, o los consejos de Sakura y Ten-Ten, que estaban borrachas. Decidí que si lo volvía a ver, al menos intentaría arriesgarme un poco más. Desde luego, era más fácil decidirlo sabiendo que era poco probable que volviera a encontrarme con él.

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