CAPÍTULO 1

538 44 7
                                    

ATENEA

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ATENEA

Me hallaba caminando por las calles de Rosewood. El clima era cálido, pero no sofocante. Iba por el centro del pequeño pueblo buscando un lugar para desayunar algo rápido antes de ir a mi trabajo.

Esta mañana recibí una llamada del señor Smith, requería de mis servicios para cuidar a su hijo de 4 años, Henry. Según lo que él me comentó, tenía una reunión de última hora que no podía cancelar. Así que me apresuré en hacer todos los deberes de mi casa, bañarme rápidamente y alistarme, pero olvidé desayunar algo. Tengo una hora y media para desayunar y llegar a su casa.

Los fines de semana, cuido niños, lo hago por el dinero extra y ciertamente a nadie le hace daño un poco más de ingresos, mucho menos a mi ya que tomo tantos trabajos como puedo. La vida adulta no es fácil ni barata.

A unas dos cuadras al otro lado de la calle, miro en dirección hacia el grill al qué siempre entraba cuando llevaba prisa. Cruzo la calle y entro al lugar. Diviso unos bancos vacíos en la barra, me siento y miro el menú, pero algo más captó mi atención.

ROSEWOOD OBSERVER
sigue desaparecida”

Era una foto de mi amiga, Ali. En cada rincón, local y pared del pueblo, podrías encontrar ese cartel de desaparecida. Cada vez que los miraba, sentía una emoción que no podía describir. A estas alturas todos pensaban que Alison estaba muerta, pero nadie lo decía en voz alta.

Di un largo suspiro. Sé que ya pasó un año, sé que las primeras horas en una desaparición son fundamentales, sin embargo, yo no pierdo la esperanza. Siempre tengo la ilusión de que un día me voy a encontrar con un mensaje de texto o una llamada de Ali, me imagino que se contacta conmigo pidiéndome qué vaya a recogerla de algún lado, para sacarla de problemas como lo hacía antes.

Era dos años mayor que Alison y el resto de las chicas, para muchas personas dos años de diferencia no son nada, pero lamentablemente tuve que aprender ha ser adulta desde muy temprana edad. Por esa razón era un tanto protectora con las chicas, más con Ali porque era la que más se metía en problemas.

En este último año, Spencer, hanna, Emily, Aria y yo, nos habíamos distanciado, pero sin importar qué, siempre las iba a proteger.

Perdida en mis pensamiento, no me di cuenta que alguien se sentó a lado mio hasta que habló.

— Las hamburguesas son buenas — Indicó el extraño.

— Disculpa, ¿qué? — Me vuelvo a mirarlo, confundida.

— Las hamburguesas son realmente buenas — Lo seguía viendo sin entender — Es solo que estabas mirando fijamente el menú, pensé que no sabias que ordenar —

Analizo al hombre frente a mi, ojos azules, cabello castaño rizado, pecas en sus mejillas y en el puente de su nariz. Es lindo, no voy a mentir, pero por su manera de vestir y ese libro en su mano, podría decir que es un tipo aburrido, no me mal Interpreten, yo amo leer, pero él si se ve aburrido, aparte que no me da tan buenas vibras, pero lo conozco de nada para poder adivinar. Vale, tal vez estoy exagerando al leerlo así a simple vista, muy vintage de mi parte juzgar a alguien por su apariencia, lo siento.

Secrets °[J. Dilaurentis] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora