—Lleva mi mochila— dije mientras estiraba mi mochila para dárselo a Ivan.
—Si, jefecita— dijo con sarcasmo mientras rodaba los ojos.
—¿Iras al campamento? —cambié de tema.
—Claro que no.
—Mi mamá me quiere obligar a ir— dije triste.
—Pero nadie quiere ir al campamento, a nadie le gusta Matemáticas.
—Si, pero mi mamá dice que ando muy mal en esas materias, tiene razón, pero no quiero, me niego a ir. Si tengo que agarrarme de un árbol para que no me lleven, lo haré.
—No serías capaz— comento burlon.
—¿Seguro?—levante una ceja.
(...)
—¡¡No!! ¡¡Me niego a ir ese lugar!! ¡¡Me comerán los osos, me descuertizaran!!
—¡¡Solo es un campamento!! No hay osos!! ¡¡Bajate de ahí!! ¡¡___, te lo repito, no hay osos!!
—¡¡No me importa!! ¡¡Odio la matemáticas !! Si no me matan los osos, me va a matar las matemáticas.
—¡¡Bájate ahora mismo de ese árbol, si no quieres que te bajemos a las fuerzas!!
—¿Problemas? — me di la vuelta, venía un hombre con traje de militar, era musculoso y venía serio.
Mi cara se convirtió en una de horror.
—Si, no quiere ir al campamento— dijo mi madre viéndome con decepción.
—No se preucupe, los adolescentes de hoy en día están muy rebeldes últimamente. Mi hijo igual se puso así, pero una mano dura nunca falta.
El hombre era alto, tomó mis pies, tiró de ellas y caí al suelo.
—¡¡Auch!!
Me levanté y miré al hombre.
—Bueno, yo ya me tengo que ir.
—Si, gracias— dijo mi madre para después mirarme.
—¿Estas bien?— preguntó Ivan
—Si, si, solo me rompí las costillas— dije sarcastica.
—Que le pasa a ese hombre, esta loco para hacerte caer así— reclamó Ivan.
—Bueno, ___ ya tienes que entrar. Ve rápido, antes que se te haga tarde.
Asentí y fui sin ganas al campamento. Este sería la peor semana de mi vida.
Al entrar, lo primero que vi, fue a dos chicos, uno era más o menos de mi tamaño, un poco más alto, estaba abrazando muy cariñosamente al otro.
Sonreí.
Camine un poco observando todo, hasta que escuche que alguien me llamaba, o eso pensaba.
—¡¡Hey!!
Giré mi cabeza. Era el anterior chico que había visto.
—¿Me hablas a mi?
—Si...— dijo llegando a mi lado con la voz agitada de tanto correr.
—¿Qué pasa?
—¿Eres una de las otras víctimas de mi papá?
Lo miré atónita.
—Me explico,¿ eres la del árbol?
—Si, tu papá casi me mata.
—Lo suponía, siempre hace eso, él y su frase ñoña de "los adolescentes de hoy en día ya no respetan".
Reí por su comentario.
—¿Cómo te llamas?
—___ Abigail Rodriguez, ¿ y tú?
—Rodrigo Carrera—
Espero les guste y byeeeeeeeeeee
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☆niña rata☆ Spreen x tu
RomanceUna vida aburrida de una niña "rata", o más bien como todos en el salón la consideraban, hasta ella lo hacía. ¿Que lograría cambiar en su vida?